Buenos díaaaaaaas aquí les traigo otro capítulo de esta historia "Crane River" les vengo a anunciar que tal vez la semana que viene no voy a estar tan presente como me gustaría estar, por temas de mis estudios, me disculpo con antelación y les deseo un buen fin de semana, la verdad no sé si voy a publicar o no el jueves que viene pero aviso por las dudas, en fin besos, no se olviden de votar ni de comentar que me encanta leerlos, también tengo Instagram donde subo contenido diario: @davidnightmare97
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15 de agosto de 2022
El niño morocho estaba sentado en la mesa de la cocina, hojeaba un libro que era el que más leía y se notaba de lo usado que parecía, lo hacía para distraerse de la ausencia de su madre, sus ojos rasgados contemplaban las páginas amarillas y los disparatados dibujos del libro, de vez en cuando miraba de reojo a las personas adultas, su abuela Hye aprendiendo a tejer, después de que la hermana del muchacho que arreglaba el baño le llevara regalos tejidos a mano con experiencia como el sweater celeste que llevaba puesto en ese momento, se interesó tanto por esa actividad que le pidió a Edward que comprara mucha lana y agujas; su hermana mayor no era adulta pero la observaba, todos los días se maquillaba y su abuela la retaba por las joyas que ni siquiera eran suyas, Jonas quien era el nuevo dándole un beso cortante a los labios de la morocha quien se acariciaba el cabello nerviosa, la cual trabajaba entre archivos y papeles con una sonrisa falsa, Scott y su humor que estaba empeorando y aquel chico que todos los días andaba llorando, Edward tratando de ayudar en todo; Dakota, esa chica en la que siempre tuvo un amor platónico cándido, era inoportuno que estuviera en Crane River y no en Auckland con Park Sehun; su padre, no lo había visto por tres días y ya lo extrañaba.
Su padre había perdido al amor de su vida, a su compañera y él había perdido a su madre pero no entendía el concepto de no volver a ver a una persona, pensaba que aún lo visitaría por las noches y él a veces se sentaba en la cama con los brazos cruzados esperando, en sus sueños o en pesadillas pero nunca en la realidad, tuvo una pesadilla hacía dos noches y sus lágrimas corrieron por su rostro al imaginar la cara de su madre estrellada contra el suelo, desfigurada y con el ojo izquierdo magullado y lleno de sangre, justo como la había encontrado; él pudo superar esa pesadilla con facilidad, Scott lo había acostado y le había hecho una taza de leche caliente y le contó un secreto, "Nada es eterno, Daehyun, la muerte es algo que debemos apreciar porque hace que las cosas tengan sentido y que a la vez no lo tengan, tus errores no deben tener sentido porque morirás de todas formas y todas las cosas buenas que hiciste, deben tener sentido, todo lo bueno porque algún día no lo tendrás, no debería decirle esto a un niño pero de alguna forma eres un anciano en el cuerpo de un niño".
Daehyun se levantó de su silla, llevó el libro a donde estaba en la biblioteca y volvió a dejar su taza de chocolate caliente de vuelta en el lavamanos, en realidad no hizo eso porque lo que hizo fue terminar de beber y limpió la taza sin que alguien se lo pidiera, todos conocían el humor del chico que se encargaba de la cocina cuando nadie hacía las cosas como él quería que fueran, le dedicó una apocada sonrisa al pelirrojo y él se la devolvió revolviendo su cabello como si fuera un perro, Daehyun se peinó con las manos volviendo a su peinado original y personal mientras observaba las alacenas con hambre, podía admitir que el cocinero era algo abominable pero cuando él le entregó una barra de chocolate a escondidas sabía que el pelirrojo tenía un corazón y también antojos cuando vio que Scott sacaba otra barra de chocolate para sí mismo.
El niño corrió a su habitación a disfrutar de su chocolate a escondidas, sin que nadie lo molestara con una sonrisa auténtica, se encerró en el closet que le recordaba a su madre ya que la primera noche que él conoció la mansión, él pasó la primera noche allí junto a Zara pero no podía comprender ciertas pesadillas de niños con rostros terroríficos y personas ignotas que hablaban entre las paredes, la morocha siempre dijo que él tenía una gran imaginación entonces se encerraron en el closet de la habitación y la mujer le contó a su hijo que cuando ella tenía su edad también solía ver cosas y ninguno de sus padres le creían, Zara le habló de su primer amigo que para ella era una historia fabulosa, ella se había dirigido a terapeutas para niños por todas las cosas que decía, pasaba todas las tardes con su amigo ficticio.
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Crane River
Mystery / ThrillerAraminta Franklin, una chica americana muy peculiar está en busca de la paz mental lejos de su país natal cargando con un pasado que nadie se atreve a escuchar de la forma en la que ella lo escucha todas las noches en su cerebro, cree encontrar la a...