Narra Ashley
Mis dedos se deslizaban con pasión sobre el piano. Tenía la mirada fija en mis manos y la mente concentrada en cada nota que tocaba.
Cada nota sonaba mejor que la anterior, la coordinación era perfecta y mi voz acompañaba de la mejor forma.
Nunca me había visto hacer música de esa manera. Mi voz retumbaba de forma intensa en la habitación, como si no cantase hace mucho tiempo.
Se sentía la pasión, el amor y la dedicación con la que tocaba el piano mientras cantaba esa hermosa canción.
Nunca había cantado de esa forma tan apasionada. De seguro que si mi profesora de música Andrea, me hubiera escuchado, se hubiese quedado sin palabras.
Existía una respuesta para todo aquello y la respuesta estaba justo alado de mi, escuchando con toda la atención la melodía que sonaba.
—
Aquella llamada que movió mi estomago.
Mi sonrisa aumentaba cuando escuchaba su temblorosa voz.
Estaba nervioso, se notaba.
Yo estaba emocionada.
Sus palabras salían lentamente de su boca y la intriga aumentaba, al igual que mi sonrisa.
Puedo recordar sus palabras, tan imperfectamente perfectas para mi.
Era él, él me estaba invitando a cenar.
—
No logro entender qué tenía tan especial aquel vestido.
Era simple, femenino. Color negro y liso.
No tenía en lo absoluto nada especial, pero la forma en la que lucía en mi, definitivamente lo decía todo.
Me quedaba realmente hermoso. Nunca me había visto de esa manera, tan linda, tan elegante, tan viva.
Sonreía y daba vueltas en el pequeño probador admirando el vestido negro.
Me enamoré de ese vestido en cuanto lo vi, de la misma forma en la que lo hice de él.
—
La emoción y alegría llenaba las grietas de mi alma.
Estaba nerviosa y a la vez muy ansiosa por lo que estaba por suceder.
Todas mis malas energías habían desaparecido y me sentía muy bien con ello.
El reloj corría lento y necesitaba que llegara la hora tan esperada.
Estaba lista.
Las miles de preguntas surgían en mi mente, no lo podía evitar.
Es que después de tanto tiempo, al fin había tenido un respiro.
Me lo había dado él el respiro que tanto necesitaba.
—
Lo vi, estaba esperándome.
Se delineo una sonrisa en su rostro al verme.
Mis manos temblaban, los nervios aumentaban.
Sacó de detrás de su espalda un pequeño ramo de flores.
Las flores eran hermosas, jamás había visto algo tan precioso.
Fue un hermoso detalle de su parte.
—
No había tenido oportunidad en pensar en los verdaderos detalles a esconder.
Exactamente, mis cicatrices.
Cortes horizontales cubrían la mayor parte de la piel de mi ante-brazo.
Lo había olvidado por completo.
Pude sentir la decepción en sus ojos al descubrirlas.
Sentí que todo se había arruinado,
una vez más.
—
No quería verme llorar, no quería verme de esa forma.
Estaba humillada, totalmente derrotada.
Me sentía mal conmigo misma, otra vez.
Rogó para que dejará de llorar y lo mirara fijamente a los ojos.
Lo hice.
Fue en ese momento que sentí sus labios sobre los míos, entre tanta desesperación y sentimiento.
Él quería salvarme, él prometió hacerlo.
—
Lo necesitaba y él estuvo allí.
Me abrazó y juntó cada pedazo de mi.
Fue entonces cuando reconocí el dolor en sus ojos.
Yo no era la única con problemas en esa habitación y en esa habitación sólo estábamos él y yo.
Él también sentía culpa y tristeza.
Él se sentía mal consigo mismo, de la misma manera que yo lo sentía conmigo.
—
Estaba orgulloso de mi, lo que hacía que yo me sintiera bien conmigo.
Él cambiaba mi estado de animo, me hacía sentir viva de verdad.
Pasaba de odiarme a quererme en segundos.
Me quería a mi misma por el simple hecho de que me quería con él.
—
Su simple tacto erizaba mi piel por completo.
Me hacía sentir completa, satisfecha.
Su sonrisa a centímetros de mi, iluminaba todo mi alrededor.
Iluminaba todo esa oscuridad sin fin que vivía en mi. Iluminaba todo aquello que nadie nunca pudo iluminar.
Yo era esa oscuridad y él la luz.
—
Ese reencuentro no fue sólo un reencuentro.
Sus ojos estaban llenos de nostalgia y yo lo extrañaba.
Todos nos equivocamos alguna vez.
Nadie es perfecto en esta vida y yo estoy segurisíma de ello.
El amor era más fuerte que todos nuestros errores cometidos, por eso aquella mañana yo lo perdoné. Porque el dolor de tenernos lejos, era peor que una segunda oportunidad.
No podíamos estar separados, yo sólo funcionaba con él.
—
Volver a besar sus labios, fue volver a sentir eso que aún no logro describir.
Nada puede describir lo que sentíamos.
Era algo único, inexplicable.
Lo necesitaba más que nunca junto a mi y allí estaba él.
Sus manos me acariciaban, era una sensación hermosa en mi piel.
—
Lo perdoné y lo perdonaría mil veces más. Porque él es la parte de mi alma que algún día voló lejos, pero que ahora ha regresado.
Su nombre es Jack Parker y estoy segura que yo quiero morir a su lado. Morir alado de mi salvación, junto a la persona que durante lo que se llama "vida" me dio la verdadera vida, para luego, emprender junto a ella hacía un nuevo lugar.
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Uno de mis capítulos favoritos sin dudas.
Espero que les guste tanto como a mi este capítulo, corto, pero con mucho significado.
Muchísimas gracias por leer!! Voten!!
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Salvación
Подростковая литература*TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS *2014 *#14 Novela juvenil