Tiró el celular a su lado sin mucho cuidado, aburrido del juego que había descargado hace unos minutos atrás y miró el reloj algo impaciente. Eran más de las 10:50pm y con cada pequeño movimiento del reloj su ansiedad crecía. Estaba preocupado por Bogum, quien no había dado señales de vida desde la última vez que lo vio en la mañana antes de que cada uno fuera a su respectivo trabajo. Usualmente por no decir siempre, el mayor terminaba su turno a eso de las 6:30pm, llegando a casa a eso de las 7 u 8 pero esta vez no había aparecido en absoluto y aunque sabía que era normal que pudiera retrasarse un poco desde que el reloj marcó las 10 no fue capaz de quedarse tranquilo.
Sin embargo, lo que definitivamente lo mantenía tan nervioso era que Bogum no respondía sus mensajes ni sus llamadas, así que esa sensación pesada de que algo malo había ocurrido dentro de su pecho no daba señales de desaparecer. No estaba molesto por que el mayor no estuviera en casa, en absoluto. Cosa como esas nunca habían sido algo malo para él, pero definitivamente estaba preocupado, no dejaba de pensar que algo pudo ocurrirle a su novio.
Todo lo que quería era un mensaje que le indicara que estaba perfectamente bien y podría relajarse de nueva cuenta.
Soltó un suave suspiro, pasando una mano por su rostro y se levantó de la cama, decidiendo ir por una vaso con agua a la cocina, esperanzado de que no faltaba demasiado para que Bogum llegara.
Una vez en la cocina se recostó contra la mesa, pensativo y llegó a una breve conclusión.
-Debo estar exagerando. Hoy fue un mal día y estoy pensando demasiado.-
Murmuro a la nada, costumbre que había adquirido desde su infancia para no sentirse tan solo en ocasiones debido a que tanto en casa como en la escuela solía pasar solo al no tener amigos y siempre había tenido una relación conflictiva en casa. Como si fuera poco ese día en la cafetería había ocurrido un desastre, uno que lo hizo pensar por un segundo en tirar la toalla y simplemente darle la razón a Bogum.
Para su mala suerte una clienta se puso histérica después de darle su orden, gritando sin ningún tipo de vergüenza diferentes insultos hacia él y aún cuando estaba seguro de que había hecho todo bien, intentó ser amable con ella, tratando de tranquilizarla e incluso le ofreció cambiar la orden sin ningún costo, pero ella no estuvo en absoluto conforme con eso y le aventó el café en el rostro.
Todo lo que pudo pensar en ese instante es que tenía suerte de que fuera un café frio lo que la mujer había pedido.
Sin embargo, por supuesto fue un mal momento para él, todos en la cafetería permanecieron en silencio, mirando la escena sin intenciones de hacer algo para interrumpir o ayudarlo y sintió las ganas de llorar atorándose en su garganta, increíblemente molesto y triste a la vez.
No quería llorar frente a todas esas personas, no quería que se burlaran de él.
Bogum se lo había advertido, pero quería demostrar que era capaz, quería poder ser útil.
Hoseok se había enojado bastante con lo sucedido y por primera vez en todos los meses que llevaban trabajando juntos lo vio perder ese característico buen humor, siendo remplazado por una expresión que incluso lo intimidó ligeramente. Al final el mayor sacó a la mujer casi a rastras del local, prohibiendo que ella pudiera volver a pisar la cafetería.
Pese a todo el problema algo inesperado sucedió, algo que cambió bastante las cosas en ese momento.
Un chico pelinegro de ojos bonitos, los cuales relacionó al instante con los de Bambi se acercó a donde él estaba sigilosamente, como si temiera asustarlo con su presencia.
En un inicio creyó que el chico también le tiraría encima su bebida o algo similar, pero contrario a eso el pelinegro solo le extendió un pañuelo, el cual terminó por aceptar, regalándole una sonrisa por su gesto amable. El chico con ojos de bambi también le sonrió con amabilidad y le dijo que podía quedarse con el pañuelo, mientras se disculpaba con él por lo sucedido y después simplemente se fue, abandonando el local con rapidez.
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Aprendiendo a amar / KV [Finalizada]
FanfictionDespués de vivir en una una relación inestable que solo creó heridas profundas tanto en cuerpo como en alma es difícil seguir adelante. Es por ello que Taehyung quiere aprender a amar nuevamente, quiere dejar de tener miedo y volver a ser él mismo...