Run for your life [BTS]

Capitulo 4

Comenzamos a correr lo más rápido que pudimos.

Seokjin nos contó qué hay una salida donde podíamos escapar para entrar al cuarto donde él estuvo.

Prácticamente la puerta de la salida estaba pegada en la pared, y tenía unas escaleras para poder subir e irnos lo más rápido.

Cada vez que dábamos un paso nuevo era una tortura, este nivel o lo que sea no tenía fin. Ni siquiera podemos encontrar algo, parece que solo damos vueltas y vueltas.

—¡Solo damos vueltas! ¡No veo que cambie nada! —gritó Jimin enojado.

Seokjin suspiró y siguió corriendo. Yo lo seguía por detrás con Jimin en la espalda, y digamos que no era muy fácil correr si en algún momento algo nos persiguiera.

—¡llegamos! —Seokjin gritó cuando paró frente a una luz verde. Eso era señal de salida ¿no?.

Ahora solo estamos caminando. Él nos guiaba con una sonrisa de oreja a oreja, pero, su sonrisa se esfumó cuando no vimos nada en la supuesta salida. Estaban solo unas escaleras pegadas pero no había nada de puertas o al menos un orificio.

Seokjin se acercó y comenzó a golpear la pared con fuerza, gritando maldiciones y comenzando a llorar de rabia.

La tensión se sentía en el aire, y sentí a Jimin respirar en mi oreja izquierda susurrándome.

—Jungkook...me duele el pie.

Mire a Jimin por encima de mi hombro y después su pie.

Su pie goteaba bastante sangre dejando un camino por donde habíamos llegado.

Como no pude darme cuenta.

      —Seokjin, debemos movernos rápido, Jimin está sangrando bastante —este paro para voltear a verme.

Su mirada transpiraba miedo, y sus manos comenzaron a temblar.

Creí que era el pie de Jimin el que miraba, pero pude sentir su miedo cuando sentí a Jimin pellizcarme un músculo. Giré para encararlo un poco molesto por su acción por encima de mi hombro y de reojo mire una cosa enorme color negra parada justo a unos metros mío. Le colgaban cables en todo su cuerpo, era grande y delgada como si estuviera hecha de solo alambres y lo acompañaba de un terrible frío.

Sentí una mano tomar la mía y jalarme rápidamente.

Corrimos lo más rápido que pudimos, cuando la cosa nos sorprendió de frente corriendo, emitiendo un sonido muy agudo que mi instinto fue soltarle las piernas a Jimin para taparme los oídos.

Jimin cayó al piso. El sonido cada vez era más fuerte y mi vista comenzaba a ponerse borrosa. No distinguía a Jimin ni a Seokjin, mucho menos la cosa enorme que nos venía persiguiendo.

      —¡Ven por mi, maldita mierda! —el fuerte gritó de Seokjin me hizo voltear a su dirección, donde lo vi corriendo y detrás de él la enorme cosa.

Mi vista poco a poco fue mejorando y sin decir nada, cargué a Jimin de nuevo y corrí para encontrar una salida.

      —¿¡que mierda era eso!? —preguntó Jimin exaltado y con lágrimas en los ojos.

      —no lo sé, pero ahora tu y yo debemos encontrar una salida... —seguí corriendo sin parar.

Un fuerte sonido de bocina se oyó desde lo lejos acompañado de un grito.

Era el grito de Seokjin.

No pude parar y seguí corriendo.

      —¿¡que es lo qué haces!? —sentí un terrible jalón en mi cabellera, pero aún así no pare de correr —¡Seokjin está en peligro! ¡Debemos salvarlo!

      —no podemos hacer nada Jimin...¡acaso no viste lo enorme que era esa cos...

Jimin y yo caímos al piso cuando este gritó al ver a una cosa un poco delgada y grande. Este era enorme, su masa no era delgada como lo que perseguía a Seokjin, era amarillo y apestaba a maldita mierda sacado del caño.

La voz de Seokjin me regresó de nuevo. Este corría a mi dirección y detrás de él estaba la otra cosa.

Seokjin nos intento levantar, pero Jimin se quejó cuando le pise su pie por accidente.

Los pasos estruendosos se oían cada vez más cerca. Pase mi vista por todos lados, no teníamos salida, excepto que había un gran hoyo a lado de nosotros. Mire a Seokjin y este asintió asustado.

Levante a Jimin como pude y sin mucho cuidado lo cargué y este se posicionó de chango en mi pecho. Señalé mi espalda hacia Seokjin.

      —¡súbete! —grité y este no tuvo opción cuando el fuerte gritó de las dos cosas enormes nos alcanzó.

Se trepó rápido y valientemente me deje caer con ellos.