Votaciones del diablo

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—Acepto, alto espera— dije mientras él sostenia mi mano y un cuchillo— ¿Cuándo? ¿Cuándo te llevaras mi alma?

—Ya te lo había dicho, diez años después de que termine tu cargo como presidente— dijo con una voz un poco irritada y cansada.

—Bien, pero no confió en ti y quiero dejar todo claro, tu harás que yo sea presidente en estas elecciones, no en las siguientes y tú te llevaras mi alma diez años después de que termine mi cargo como presidente.

—Perfecto, sin trucos, ¿Aceptas?

—Acepto— dije y luego sentir como acercaba el cuchillo a mi mano y atravesaba mi piel para extraer unas gotas de sangre y utilizarlas como tinta en el contrato.

Paso un mes y oí como anunciaban los resultados, yo estaba seguro de que iba a ganar y ya tenia una sonrisa ganadora dibujada en mi cara, aunque se borró cuando escuché que no había ganado. Pensé que había sido una traición y que me había estafado, por lo que apenas terminó el discurso de ese idiota fui a un callejón y lo llamé.

—Diablo— grite para que apareciera.

—¿Qué quieres? —me dijo enfadado.

—Tú sabes ¿Por qué mierda no he ganado?

—Yo te dije que ibas a ganar en estas elecciones, pero nunca te dije en que elecciones, hubieras ganado— hizo una pausa para acordarse— las elecciones de Canadá, no de Estados Unidos, lo siento.

— ¿Qué? ¿es en serio? Eso no estaba en el contrato.

—Tampoco que era de este país.

—Bueno hay que ser positivo, ya que no te vas a llevar mi alma porque no seré presidente— dije mientras me daba la vuelta para marcharme.

—Yo no estaría tan seguro si fuera tú.

Me di la vuelta y me le quedé viendo con una cara completa de ira, con unos ojos más rojos que los del mismo diablo.

—Pues hace una década, fuiste presidente de tu colegio, o sea hace 10 años por lo que te vienes conmigo justo ahora para el infierno— me dijo con un tono de burla.

Traté de salir, pero no me podía mover, estaba paralizado y solo lo vi cómo me acercaba a mí y abría un agujero debajo de mí y como de este salió un fuego abrazador que me envolvía, hasta llevarme al infierno.

Cuentos Cortos De Terror Para No DormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora