Emilio es un alfa, dueño de una empresa millonaría, con un hijo de 15 años. Su infamcia fué la mejor, su adolescencia no lo fué, pero su adultez mejorará; sólo es cuestión de entrar a una floristería y reencontrarse con su mejor amigo de la infancia...
El primer día de escuela es estresante y atemorizante, pero no para Emilio.
Era su primer día en la guardería, conseguir amigos es el punto fijo del pequeño alfa de ojos café. Emilio metía todos sus carritos en su mochilita de Transformers que le regaló su abuela por navidad y su cumpleaños, quería llevar todos sus carritos para poder hacer un amiguito y jugar.
Vestía una jardinera, sus piecitos corrían de un lado a otro en su habitación "Mamá!" Grita mientras hace un puchero, sus manitas buscaban en sus cajones, armario hasta debajo de la cama "mamá!" Sebastián entra a la habitación de su cachorro con pasos apresurados.
"¿¡Que paso!?" Un delantal y guantes mojados venían con él, lavaba la loza antes de escuchar a su cachorro gritar.
"No cuentro mi epuche" su puchero se profundizó mientras sus ojitos se aguaban.
"Oh, mi amor" Sebastián quita sus guantes mojados al igual que el delantal "ven, te ayudaré" Emilio asiente estirando su manita con la otra limpiaba sus ojitos. El Omega camina hasta el cesto de la ropa sucia que siempre pone para que su cachorro la ponga ahí, al meter su mano en el cesto se encuentra con el peluche favorito de Emilio, un oso de colores arcoiris; regalo de su padre "mira lo que encontré" muestra el peluche a su hijo, quién salta de felicidad tomándolo y abrazándolo con todas sus fuerzas.
"Garias" dice mientras el peluche se abraza a su carita apretando su nariz de botón.
"De nada mi amor" deja un besito en el cabello de su bebé "¿Estás listo para ir a la guardería?" El pequeño alfa asiente frenéticamente "vamos entonces, papá ya debe de estar esperándote cachorro" Emilio vuelve a asentir caminando hacía su mochila.
El pequeño alfa corre con su mochila detrás de su espalda "¡papi!" Grita al ver al alfa salir de la cocina.
"¡Cachorro!" Owen abre sus brazos a la espera de su cachorro "¿Listo para ir a la cárcel?" Sus dedos apretan la pequeña naríz.
"¡Alfa!" Sebastián golpea el hombro de Owen "no le digas esas cosas a mi hijo".
"También es mi hijo Omega" deja un casto beso para después poner toda su atención a su cachorro, quién jugaba con el borde de su camisa.
"Papi" Emilio llama "llevo mi epuche de colores" sus manitas se colocan en el rostro de Owen "también llevo mis carritos".
"¿Si?" Emilio asiente emocionado "eso es increíble cachorro, cómo estás listo entonces ¡vamos a la guardería!" Mueve sus brazos haciendo saltar al pequeño alfa que empezó a reír.
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"Bonito" dice en un susurro mientras mira todo el lugar, su manita agarrada con la de su padre, su peluche de colores sentado en su bolso con su cabeza afuera para que pueda ver.
"Buenos días" una dulce Omega saluda agitando su mano hacía el padre y cachorro "bienvenidos" su sonrisa era amable sin llegar a sobrepasar los límites.
