Emilio es un alfa, dueño de una empresa millonaría, con un hijo de 15 años. Su infamcia fué la mejor, su adolescencia no lo fué, pero su adultez mejorará; sólo es cuestión de entrar a una floristería y reencontrarse con su mejor amigo de la infancia...
En éste capítulo se mostrará la vida de Joaquín, entonces se narrará las palabras hirientes y todo lo que vivió Joaco con sus "amigos" y sus "madres".
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La pareja Bondoni intentaban calmar el llanto de su bebé, Joaquín no parada de derramar dolorosas lágrimas desde que salieron de la casa Osorio.
El pequeño alfa se sentía perdido, su lobito se encontraba enroscado en sí mismo mientras pequeños sollozos salían de sus labios. Lo único que repetía el lobito en sus lamentos era:
Mi alfita, mi alfita...
Su pecho dolía, con tan sólo 3 años de edad, Joaquín estaba experimentado el dolor de 2 almas gemelas siendo separadas.
"Ya, ya" - Olivia acariciaba los rizos de su cachorro, el lazo que lo unía con su hijo se encontraba un poco triste.
"Joaquín, deja de llorar... Mami está angustiada y embarazada" - Kristel dá una mirada de reojo a su hijo mientras manejaba hacía el aeropuerto.
"Estoy bien" - Olivia llena de su aroma a su hijo, quién se queda dormido en el pecho de su mami Omega - "sólo me hace sentir mal, eran muy grandes amigos".
Kristel suspira - "lo sé... Siento mucho tener que hacer ésto".
"No te preocupes alfa, el trabajo lo amerita".
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Años después...
"Vamos Renata, debes caminar cómo yo" - Joaquín sostiene las mejillas de su hermana - "así podremos correr por la sala" - ríe junto con la bebé.
Los meses después de ese gran dolor pasaron rápidos para Joaquín, el alfita sentía a su lobito un poquito triste, pero con algunos correteos en el parque junto con su mamá alfa le ayudaban un poquito.
La pareja Bondoni se volvieron muy reconocidas en el país dónde habitaban, todos miraban el amor hacía sus hijos, cómo Renata y Joaquín eran las perlas más preciosas de la pareja.
