Emilio es un alfa, dueño de una empresa millonaría, con un hijo de 15 años. Su infamcia fué la mejor, su adolescencia no lo fué, pero su adultez mejorará; sólo es cuestión de entrar a una floristería y reencontrarse con su mejor amigo de la infancia...
Los días pasaron rápido después de ese momento. Emilio llegaba y desayunaba en la casa de Joaquín, conversaban contándose de su vida. Joaquín aún no tenía el valor de contar de a lleno su vida, así que sólo hablaba por los laditos. Oliver hacía lo mismo, iba todas las tardes después de las 4, conversaba con Joaquín con mucha confianza y después volvía a su casa con una sonrisa enorme encontrando a su padre igual.
La vida de los alfas Osorio dió un sacudon de forma impresionante, Oliver hablaba de Joaquín en su escuela diciendo que era el mejor alfa aparte de su abuelo y su padre, Nathan y Zelena amaban al alfa de rulos castaños; siempre los recibía con panecillos y té.
Emilio llegaba a su oficina con una alegría brotando por todos sus poros, hablaba y trataba a todos con amabilidad olvidando que su celo vendrá en 1 mes y medio. Nikolás se la pasaba riéndose de su amigo y jefe, diciendo lo enamorado que está.
Leidely (Leidy y Ely) seguían las divertidas frases del alfa rubio mientras Eduardo y Ale reían de lejitos.
La abuela Diana sonreía al ver a su nieto sonreír y sabe que es por los alfas Osorio. Cada día es más lindo que el anterior, las flores de la floristería son más hermosas ya que Joaquín les habla de seguido, contándole sus sentimientos.
Ahora mismo Joaquín regaba unos hermosos girasoles que se encontraban afuera del local recibiendo el sol, recordando la conversación de ésta mañana con Emilio.
"Necesitas cámaras de seguridad aquí en la floristería, Joaco" - Emilio miraba el local observando todas las esquinas.
"¿Tú crees?" - Emilio asiente dándole una de sus tarjetas.
"Ven a mi empresa cuándo gustes y encontraremos las mejores cámaras de seguridad" - Joaquín muerde su labio - "no te preocupes por el dinero, sería un regalo de mi parte por los deliciosos desayunos y las conversaciones que me llenan de felicidad" - el sonrojo de Joaquín hace que Emilio ría con ternura.
Ese mismo sonrojo se instala en sus mejillas al recordar las palabras, piensa un poco y decide poner cámaras en su floristería. No hace mucho le robaron y sino fuera por Emilio no tendría sus flores de cristal.
Termina de regarlas para después entrar a su local y subir a su departamento, se encuentra a su abuela leyendo un libro - "Abu Diana" - la Omega deja su libro - "voy a salir" - dice mientras juega con sus manos.
"Oh, está bien cachorro. Yo me hago cargo de la floristería" - la Omega se levanta dejando su libro en la mesita. Camina hacía su nieto y pellizca sus mejillas - "espero que consigas lo que buscas, cariño".
"Gracias Abu, iré a arreglarme" - Joaquín acomoda su cabello antes de girar y entrar a su habitación.
Joaquín se dá un baño lavando su cabello con shampoo. Sale de la ducha y cepilla sus dientes, pone algunas cremas en su piel, peina sus pestañas y decide con toda su tristeza no maquillarse. Pueden burlarse de él en la empresa y no quiere decepcionar a Emilio.
Sale del baño con un puchero, abre su armario y elige la ropa de hoy junto con unas gafas.
Se siente satisfecho con su ropa, no tan elegante ni tan fea. Cree que es digno para ir a una empresa llena de gente rica que te juzgará con una mirada.
Sale de su habitación y baja a la floristería, su abuela le dice cosas bonitas que hacen su corazón latir de alegría y a su lobo moverse con altanería.
Sale de la floristería y emprende camino hacía la empresa de Emilio.
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