Pequeño Omega - ZeeNunew

VII. Cambios

Nunew había tenido que volver con el chófer de Zee, ya que el empresario estaba demasiado ocupado para recogerlo en la universidad.

-Gracias por traerme, Foi.- dijo el omega, bajándose del auto color negro.

-Es un placer, Nunew.- el beta cerró la puerta por la que se bajó el menor, viéndolo entrar a la mansión del empresario.

El omega entró, encontrándose con la oscuridad de la casa.

-Zee.- lo llamó temeroso, dejando sus cosas en el sofá, caminando con cautela. -Alfa.- volvió a llamarlo.

El miedo comenzó a hacerse presente en el omega pues no había ningún ruido en toda la mansión. Chawarin sacó su celular y busco el contacto del alfa.

Antes de que pudiera llamarlo, este sonó anunciando la llamada de Pruk.

-Pequeño omega.- dijo Zee desde el otro lado de la línea.

-¿Dónde estás, Zee?.- preguntó el menor con preocupación. -La casa está totalmente a oscuras y tengo miedo.- admitió.

-Ven al jardín, omega.- pidió el alfa con la dulce voz que ahora utilizaba para dirigirse al menor. -Te espero.-

La llamada fue terminada y Nunew caminó hasta el lugar mencionado. Estaba nervioso y tal vez un poco emocionado pensando en lo que el alfa pudo haber preparado para él.

Al abrir la puerta corrediza se encontró con una mesa decorada con un mantel rojo, velas y lo que parecían ser platos de comida.

Junto a esta estaba Zee, con uno de sus usuales trajes que le quedaban a la perfección. Cuando vio al omega llegar extendió su mano, pidiéndole silenciosamente que se acercara a él.

-¿Qué es todo esto, alfa?.- preguntó el menor dejando a su mano entrelazarse con la del mayor.

-Es una sorpresa para ti, pequeño omega.- contestó el empresario con una encantadora sonrisa en los labios.

-¿Por qué?.- las hormonas jugaron en contra del más bajo y sus ojos se cristalizaron.

-Quería hacer algo lindo por ti, es nuestra celebración porque pasaste otro semestre en la universidad.- explicó Pruk. -Estoy orgulloso de ti.-

-Gracias por hacer esto, alfa.- murmuró Nunew sintiendo una enorme felicidad en su pecho por conocer esa faceta tan diferente del mayor.

-Vamos a cenar, pequeño omega.- Zee guió al menor hasta la mesa y movió la silla para que esté pudiera sentarse.

-Gracias.- susurró el más bajo con timidez.

El alfa se sentó frente al omega, destapando sus platos de comida, donde había pasta y pollo.

-¿Tu preparaste esto?.- preguntó el omega tomando el primer bocado.

-Si, espero que te guste.- el mayor se sintió un poco nervioso pues no estaba seguro de si al menor le gustaba la forma en que cocinaba, aunque nunca se había quejado al respecto.

-Me encanta.- afirmó Chawarin después de pasarse la comida. -Siempre me ha gustado como cocinas.-

-Entonces come, seguro tu y nuestro cachorro deben tener hambre.-

Escuchar al empresario decir 'nuestro cachorro' causaba un vuelco en el corazón del menor, le daba la seguridad de que su relación iba mejorando y que el alfa sería un padre amoroso para su bebé.

Comieron en silencio. Un silencio que ya no era incómodo como al inicio de sus días viviendo juntos, ahora se limitaban a verse y dedicarse tiernas sonrisas.