Capítulo 4

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El calor que los envolvía parecía sofocante, pero solo le daba un ambiente más erótico a la habitación.

Con la oscuridad rodeándolos y las suaves sábanas envolviendo sus cuerpos calientes y necesitados.

Completamente envueltos en su burbuja de placer, parecían ajenos al paso del tiempo y todo lo demás a su alrededor.

JiMin mordió su labio inferior con fuerza buscando una manera de aliviar su pequeña agonía placentera. A estas instancias su cuerpo estaba demasiado sensible, reaccionando a cada pequeño toque y beso de su pareja.

Sabía que no pasaría mucho tiempo antes de llegar al éxtasis, pero por ahora, disfrutaba lo más que podía del momento.

Sus caderas se movían al compás de las de su esposo, aumentando el ritmo a cada segundo.

—¡Y-YoonGi! ¡Aagh!

Pequeños sollozos y gimoteos ahogados escaparon de sus labios.

Con sus manos siendo inmovilizadas sobre su cabeza por su pareja, solo pudo retorcerse de placer y apretar más el agarre con sus piernas, dando unos últimos movimientos erráticos antes de quedarse completamente paralizado ante el golpeteo constante en aquel punto que lo hacía delirar.

Todo parecía dar vueltas a su alrededor. Sumergido en su propio placer, sintiéndose deliciosamente empalagado por las constantes embestidas en su próstata.

YoonGi levantó la cadera del menor con una de sus manos, aun manteniéndolo inmovilizado bajo su cuerpo.

El golpeteo húmedo de su pelvis contra el pomposo trasero de su menor solo lograba calentarlo aún más.

El semen de su anterior corrida escurriendo entre la unión de ambos cuerpos.

Logrando entreabrir un poco sus ojos, viendo hacia su pareja, topándose con la imagen más erótica que pudiera haber.

Su hermoso JiMinie, con su cuerpo húmedo y las mejillas fuertemente sonrojadas, presionando su mejilla contra la almohada, dejando la saliva escurrir por una de sus comisuras mientras gemía del placer.

Joder, no aguantaría mucho de esa manera.

Empujó con más fuerza, queriendo enterrarse lo más profundo posible en él, escuchándolo gemir alto al aumentar la velocidad, casi llegando a su límite.

Respirando pesado, gruñendo entre algunos gemidos graves que erizaron la piel del menor por lo caliente que sonaba.

Con una última y fuerte embestida, sintió toda su carga ser liberada en el interior del menor.

Las lágrimas escurrieron por las mejillas de JiMin al correrse sobre el abdomen de ambos, sintiendo la calma invadirlo después de tan maravillosas sensaciones.

Siendo finalmente soltado, se desplomó sobre la cama sin fuerzas, intentando regular su respiración. Abrió apenas sus ojos para poder ver a su pareja antes de que la pesadez en sus párpados fuera demasiada.

YoonGi salió de él, teniendo cuidado de no lastimarlo.

Acarició con delicadeza su cintura un par de veces, viendo como tenía algunos espasmos, aun manteniendo sus piernas abiertas.

Dejó un suave beso en su muslo izquierdo antes de tomar sus piernas entre sus manos y acomodarlas mejor de tal manera que su menor pudiera descansar.

Había sido una tarde realmente intensa.

Beso castamente sus bonitas mejillas, bajando de la cama para revisar la hora.

Faltaban 15 minutos para que dieran las 2:00 a.m.

¿Tu esposo es un demonio? ʸᵐ ᵀʰDonde viven las historias. Descúbrelo ahora