𝐈 𝐃𝐎𝐍𝐓 𝐅𝐂𝐊𝐍𝐆 𝐂𝐀𝐑𝐄 - Nanno

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- ahora será mucho más difícil que la enamores. Me dijeron que volvió con su ex hace una semana, y que se ven muy "felices".- Habla Yuri rodando los ojos, y tirándose al sillón.

- Tranquila Yuri, yo se lo que hago, ellas no durarán ni un mes. Ya verás. -Nanno parecía tranquila y segura de si misma, hace una semana se dió cuenta de que no sería tan dificil metérsele por los ojos.

- ¿como puedes estar tan segura?, Natalie es una víbora que no te la dejará tan fácil, se las sabe todas para controlar a Eun y tenerla a sus pies. -Yuri miraba al techo pensativa, mientras se preocupaba por los planes y pensaba en otras opciones.

- Bueno, no durará mucho. Despreocúpate Yuri, déjame hacer mi trabajo. -Nanno mira las publicaciones de Natalie en la red social.- Natalie va a tener que quitarse de mi camino, o tendré que quitarla.

- ¿Y que piensas hacer con ella?

- Ya sabes lo que haré si esa entrometida arruina mis planes, recuerda que vinimos por una razón, que tenemos una misión aquí, y no me iré hasta acabarla. -nanno mira la cara preocupada de Yuri, por lo que suspira. - Si no funciona lo que planeo hacer con Natalie, tu trabajo va a ser matarla, de la peor manera posible, y luego deshacerte de su cuerpo.

Una sonrisa se dibuja en la cara de Yuri, ya el plan comenzaba a gustarle.

- ¿sabes? Esta es la primera misión en la que nos hemos tardado tanto en completar. - Yuri se hunde en su asiento.

- Recuerda que estamos tratando con una mafiosa. Tenemos que ser cuidadosas a la hora de sacarle información, por lo que es una misión complicada. Pero valdrá la pena, Eun quedará destruida.

- Espero, aunque no hemos fallado ni una sola vez, por lo que dejaré de preocuparme. Pero debes tener en mente que cada segundo en valioso, solo nos queda un mes más para terminar esto, o de lo contrario nos irá mal con papá.

- Lo se, Yuri. - Nanno se levanta del sillón y camina hacia la puerta. - Se que nos castigará, o se enojará hasta el punto de querer acabar con nosotras. Pero eso es en lo que menos pienso. Sinceramente me da igual, no le tengo miedo, no como tú.

- ¿quien dijo que le tenía miedo?- Yuri rueda los ojos- Solo te hago recordar que no estaría nada feliz si algo falla.

- Lo se. Gracias por recordármelo, pero estoy bien, tengo todo bajo control. -Nanno sonríe y sale de la habitación.

...

Eun caminaba de un lado a otro desesperadamente. Hace unas horas su padre había sufrido un ataque de respiración, por lo que se había estado ahogando por 30 minutos, antes de que la joven volviera a la casa y lo viera tirado en el piso de la cocina sin poder respirar. La joven estaba preocupada, habían pasado 2 horas y aún no sabía nada de el, ningún médico salía de la habitación a darle noticias. Así que Eun comenzaba a imaginarse lo peor.

- Calma hija mía, tu padre va a estar bien, ya ha pasado por esto antes, el es un hombre fuerte. -La abuela de Eun le hablaba intentado calmarla, ya que esta estaba nerviosa, y casi temblando.

- ¿y si no? ¿Y si muere? ¿y que si ya está muerto, y simplemente no nos quieren decir? ¿Que voy a hacer si ese es el caso? ¿Como voy a manejar todo?. Abuela, sabes que si mi padre muere, todo su dinero, todos sus negocios, todo pasa a mí. Y simplemente no creo que sea lo suficiente como para trabajar con todo. - Eun mordía sus uñas debido a los nervios.

- Ven Eun, siéntate. -La abuela la agarra de las manos y la ayuda a sentarse. - Escucha, tu padre te ha preparado para todo desde que solo eras una niña. Te dijo como debías enfrentar a el mundo, si algún día el llegara a faltar. Y eso es algo que no debes olvidar, por que si el lo dijo fue porqué ese día llegaría pronto.

La joven abraza a su abuela, para que después sienta como sus ojos se cristalizan. No se trataba de que si podía o no manejar todo lo que dejaría su padre por si sola, la joven lo extrañaría demasiado, aunque casi no hablaran.

- Tranquila mi niña -La abuela de Eun le acaricia el cabello suavemente, lo que logra tranquilizar a la joven un poco- Las personas no duran para siempre, por lo que tienes que prepararte psicológicamente para cuando llegue la muerte de algún familiar.

- No pensé que tan pronto la enfermedad de mi padre avanzara. Su médico dijo que aún le quedaba tiempo de vida, no lo entiendo...

- A veces, inesperadamente pasan cosas, que ni los médicos pueden llegar a entender. -Eun suspira profundamente y se separa de su abuela al oír pasos acercándose, era su médico.

- Señora Eun, Señora Yanny. Lamento informarles que el Señor Jean ha fallecido gracias a un ataque cardíaco. Sus signos vitales cada vez se hacían más mínimos, ya no habían esperanza. - Aquel hombre bajó la mirada sin decir tan solo una palabras más, y se hizo a un lado para que ambas entraran a la habitación.

Eun se mantuvo firme, aunque las lágrimas ya estuvieran llegando y luchando por salir. Ella fue preparada para esto, así que no había necesidad de mostrarse débil ante la gente, cuando era algo completamente esperado, y predecible. Eun sin decir ni una sola palabra entró a aquella habitación sombría, en donde se encontraba el cuerpo sin vida de su difunto padre, cubierto por completo con una sabana blanca. Una lágrima corrió por la mejilla de Eun, aunque esta no tuviera ninguna expresión en su rostro, el dolor en su corazón era simplemente irreparable. Aunque su relación no hubiese sido la mejor de todas, definitivamente lo extrañaría, al igual que sus actitudes inoportunas.

...

La joven Eun se encontraba jugando con sus anillos sentada en la que ahora sería su despacho. Luego de aquel lamentable evento, Eun tendría que comenzar a atender sus responsabilidades como heredera a toda la fortuna de su padre, lo cual sería bastante difícil sin un buen consejo de su querido padre, el cual era excelente en eso. El sonido de la puerta abriéndose la hizo salir de sus pensamientos de inmediato y centrarse en lo importante, el abogado que manejaría el testamento.

– Tome asiento.

El hombre obedientemente luego de saludar cordialmente, se sienta en una silla frente a la joven, la cual esperaba con ansias a que el hombre leyera el testamento que tenía en sus manos.

– Primero que nada, lamento mucho por su perdida, Señora Eun. Se lo difícil que es perder a un ser querido, cuenta con todo mi apoyo.

Eun asiente con la cabeza sin mostrar ni una sola expresión, a demás de su semblante serio. El hombre sin decir nada más comienza a leer el papel que traía en sus pálidas manos, el cual definitivamente decía que todo iba hacia la joven, excepto de un 5% el cual iba hacia su abuela. Eun suspira de manera profunda y cierra por un momento sus ojos cansados, todo este problema ya que había hecho perder energía de alguna manera. Y peor aún, mañana sería el funeral, lo cual le quitaría bastantes ganas de seguir con su vida, gracias a los posibles decaimientos.