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La oscuridad de apoderaba del lugar, era un espacio estrecho, en donde solo había una pequeña ventana, en la cual apenas se podía contemplar la luz de la luna. En aquella habitación se encontraban dos siluetas sentadas frente a frente, mirándose la una con la otra sin decir una sola palabra. Hasta que una de ellas se levantó de la silla y comenzó a caminar alrededor de la habitación.

- y entonces, ¿como te fue? ¿Lograste conocerla? -pregunta una voz femenina, la cual en poco tiempo fue interrumpida.

- Claro.

- háblame acerca de ella.

- ¿porqué tendría que hacerlo? Recuerda que aún no eres alguien de fiar, estas a mi poder y tengo que mantenerte vigilada, así no estropearás mis planes. -habla una voz de manera cortante. -papá se enojará si usas tu poder para mis asuntos.

Derrepente las luces se encienden, dejando ver de quienes se trataban, eran dos chicas jóvenes, las dos asiáticas, una era la chica nueva de la escuela, la cual se veía mucho más diferente fuera de esta, y la otra persona se trataba de una chica con una coleta sostenida con un lindo listón rojo.

- pero también recuerda que somos compañeras en esto, tu lo dijiste. Así que déjame ayudarte, para que las cosas sean mas...sencillas. -habla la anterior chica de listón rojo.

- ¿insinúas que no hago bien mi trabajo?

- No es eso, si no que es demasiado tardado, te pasas horas rompiéndote la cabeza pensando en cada detalle, mientras que podrías simplemente derramar sangre, simple, ¿lo ves? -habla la joven de listón rojo intentando convencer a su compañera, pero esta solo ríe y se cruza de brazos.

- crees que las cosas se resuelven simplemente matando, y matando, y matando. Pues déjame decirte querida yuri, he estado planeando esto desde hace meses, y no dejaré que una ignorante como tu estropee el tiempo invertido. - habla la joven nanno cambiando su expresión a un semblante serio.

- ¿segura de que lo estás haciendo de la manera correcta? He oído que tu víctima es dura y difícil de dominar, así que te recomiendo que la mates de una vez, así te ahorras tiempo y trabajo. -Yuri sonríe divertidamente.

- Te recuerdo que el karma son las consecuencias de los actos humanos, no podría matarla sin antes hacerla reconocer sus actos. -la joven nanno camina hacia la salida mientras juega con un mechón de cabello. - ese es mi trabajo, yuri.

La joven sale de la habitación azotando la puerta, dejando a la joven Yuri sola. Esta cae de rodillas al suelo y comienza a reír desesperadamente.

...

La joven Eun cargaba su arma con desesperación, su respiración era agitada, hasta el punto de que apenas pudiera controlarla. De su boca salían quejidos de dolor, gracias a que su herida en el brazo se había abierto.

- ¡Grupo 4, al frente, RAPIDO RAPIDO! -gritaba el líder militar a sus reclutas. La joven solo mira por el rabillo del ojo y comienza a disparar a sus atacantes. - ¿Eun, se encuentra usted bien? -habla escondiéndose al lado de ella al verla quejándose.

- Estoy bien -la joven sigue disparando, hasta que el militar toma su brazo y lo mira atentamente. -te he dicho que estoy bien, joder.

- ¡Comandante, area despejada! -habla uno de los reclutas esperando la señal del líder para poder avanzar. Este mira a la joven por unos segundos, esperando la señal.

Eun carga su arma y tira el cartucho para otra parte, para después asentir y levantarse del suelo. La joven se pone al frente y da la señal para que avancen.

Su padre constantemente la mandaba a misiones de algo riesgo, solo para entrenarla, y así pueda ser una buena líder cuando su padre muera. Todas las misiones tenían que ver con enfrentamientos, y muertes, algo que ayudaba bastante a la joven en sus habilidades, y todo esto desde que era tan solo una niña.

- Señora Eun, la victima esta justo en el punto de encuentro, esperando su señal para el ataque. -habla uno de los reclutas por el radio, la joven agarra su radio y lo acerca a su boca.

- Petición aceptada. Cambio y fuera. -la joven guarda su radio y el bolsillo de su pantalón y comienza a caminar hacia el despacho del presidente, mientras que escuchaba disparos a su alrededor.

Al llegar abrió las grandes puertas y sonrío divertida al ver al "presidente", el cual estaba con una maquina de oxigeno con dos de sus soldados, los cuales al sentir la presencia de la joven la apuntaron con sus armas. Seguido de esto la joven sacó dos pistolas de su cinturón y apuntó a ambos soldados con ellas.

- buenas tardes, Ivan. Perdona todo el ruido que estoy provocando, se que le hace mal a tu salud. Pero imagino que sabes porqué estoy aquí, ¿no?

- Vaya, miren a quien tenemos aquí, tanto tiempo sin verte, mirate, ya eres toda una mujer. -habla el viejo sonriendo como si no llegara la hora de su muerte, la joven rodó los ojos.

- ¿sabes que estás apunto de morir, no? -la joven lo mira incrédula, el joven asiente con la cabeza con normalidad. Para después decirle a sus hombres que bajen las armas.

- se lo que hice hace años, estoy consciente, y creo que es la mejor manera de pagar los años de sufrimiento que les hice pasar.

La joven se acerca al hombre y se sienta frente a el quitándole el seguro a una de sus pistolas.

- no tengo porqué salir con vida de aquí, no tengo razones para seguir viviendo, toda mi familia murió, tu les hiciste pagar, en cambio, tu si tienes razón para seguir, aún tienes una vida por delante. Así que hazlo, compénsate a ti misma terminando conmigo, ese es tu trabajo.

La joven baja la mirada y sonríe con melancolía, para después poner el arma en la cabeza del hombre, el cual ya se encontraba con los ojos cerrados. Sin darle mas vueltas Eun apretó el gatillo, haciendo que el arma se dispare y el hombre caiga al piso. Eun se levanta de la silla y mira a ambos soltados, para después sacar su otra arma y dispararles.

Ya su trabajo había terminado.

𝐈 𝐃𝐎𝐍𝐓 𝐅𝐂𝐊𝐍𝐆 𝐂𝐀𝐑𝐄 - NannoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora