𝐈 𝐃𝐎𝐍𝐓 𝐅𝐂𝐊𝐍𝐆 𝐂𝐀𝐑𝐄 - Nanno

01

Como siempre dicen, dentro de esa alma fria, se encuentra una completamente diferente, a la cual no deberías de descubrir. Este era el caso de una joven, la cual será la protagonista de esta alocada historia. Así que comencemos presentándola.

Eun-ji, mas conocida como "rony ", este "nombre" no tiene ningun significado, solo es usado en la hora de los actos. Bueno, ¿de que actos? Te estarás preguntado, es sencillo, es la princesa de la mafia tailandesa, la hija del jefe de la mafia tailandesa, la única heredera de toda la fortuna y poder de su padre. Esta chica se ha ganado el miedo de millones de personas por todo el mundo, ya que su juego favorito es ni mas ni menos que la ruleta rusa, el cual la juega con 5 personas, las cuales escoge al azar, hablo de que en cualquier momento ella podría retarte, y injustamente tendrás que aceptar si no quieres morir antes de que el juego apenas comience. Pero esto era muy confidencial, hablo de que eran pocas las personas que la conocían realmente.

Su vida es una verdadera joya, estaba empapada de dinero, millones de ellos, una verdadera fortuna, todas las cosas que una chica de su edad podría desear, el poder máximo. Experta en armas, bombas, y todo lo que tenga que ver con eso, algo que daba mucho miedo.

***

Nadie se atrevía a entrar a su habitación, mas que su padre y su nana, ya que esta casi siempre despertaba a Eun para ir a la escuela, ya que esta se quedaba despierta hasta tarde y casi nunca llegaba temprano.

- Eun -la mujer movía a la joven intento despertarla- Eun despierta cariño, llegarás tarde otra vez.

La joven se movía en la cama haciendo esos típicos ruidos de fastidio, hasta que finalmente abre los ojos de golpe y se para de la cama rápido.

- carajo, carajo, carajo.

- ¡Sh! Cuida esa boca jovencita, porque la próxima vez te echaré agua fría si no te levantas. -habla la mujer cruzándose de brazos, Eun le tenía mucho cariño a su abuela, era una viejita muy sabia y cariñosa. Pero en sus momentos era muy molesta, como todas las abuelitas.

- Ya, perdón. ¿Donde esta mi traje?, debo llegar a la escuela en...shit, solo tengo 15 minutos, debo apurarme.

- Aquí tienes, limpio y con olor a flores -habla la nana sonriendo cálidamente, Eun le dedica una pequeña sonrisa y comienza a cambiarse. -aunque no entiendo porqué no te gusta ir con el uniforme normal, el rosa te quería muy bien.

- sabes que no me agradan las faldas, y menos las rosas. -la joven se pone el pantalón de manera rápida, para después ponerse los zapatos.

- te verías adorable.

Eun rueda los ojos. El traje le parecía cómodo, y daba mas calor, ya que en estos tiempos hacía algo de frío. La joven no tenía un gusto específico en la moda, pero una falda no se pondría ni en sus sueños.

Finalmente se hizo una cola de caballo alta, se puso sus anillos, y agarró su bolso, para después salir de su habitación casi corriendo. Le quedaban 7 minutos para llegar, la escuela no estaba tan lejos, así que tal vez llegaría a tiempo. Las escaleras no la ayudaban, ya que eran innecesariamente largas, parecían nunca tener final. Al llegar abajo, la sirvienta de su padre se acercó de inmediato, preguntándole que querría de desayunar.

- lo siento Samantha, estoy a 6 minutos de llegar tarde, así que no desayunaré, igualmente gracias, ten un buen día -habló la joven sin siquiera mirarla, ya que estaba concentrada en llegar a tiempo.

Agarró las llaves de su auto y se metió en este, comenzando a manejar rápidamente hacía la escuela.

***

Las clases iban normal e aburridas, como siempre, la profesora dando la clase y los alumnos sin prestarle atención. Parecía como si el día no terminara, la joven sentía que los minutos pasaban mas lento, la campana del almuerzo ya estaba tardando demasiado en sonar. Hasta que unos pasos aproximándose la hacen desviar la mirada hacia donde provenía.

Frente al salón se encontraba una joven, cabello negro y corto, media estatura, y mirada intensa. Eun la mira por unos segundos para después mirar hacia la ventana sin interés.

- chicos atención, desde hoy tendrán una nueva alumna, acaba de integrarse a la escuela, así que háganla sentir bienvenida -habla la profesora con la misma sonrisa de siempre, mientras que le hacía señas a la chica nueva para que se presentase.

- Hola a todos, soy nanno, espero que seamos amigos. -habló esta con ma mirada fija en la joven Eun, bueno, empezamos bien. Algunos alumnos comenzaban a susurrar entre si, suponía que hablaban de ella, Eun rueda los ojos.

- muy bien nanno, puedes sentarte con...¡Eun! Hay un pusto vacío junto a ella. Eun levanta la mano por favor. -Eun suspira y levanta su mano sin despegar la mirada de la ventana, por el rabillo del ojo pudo ver como la joven nueva sonreía de lado, comenzando a acercarse al asiento.

Ya sentada, mira a la joven Eun con una calida sonrisa, para después extender su mano.

- soy nanno.

- Eun.