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La joven se encontraba frente al espejo de su baño, intentando sacar la bala de su brazos y coser la herida, Eun acercó las pinzas a su herida, y la metió en ella de un solo empujón, ya que quería evitarse el dolor de hacerlo lentamente. La joven se mordió el labio intentando no gritar, realmente dolía, comenzó a buscar la bala en su brazo y al encontrarla, la sacó rápidamente y apoyó sus brazos en las esquinas del lavamanos con la respiración agitada.

El sonido de una puerta abriéndose la hizo desviar la mirada.

- ¡oh, lo siento tanto! Pensé que no había nadie en casa. -habla una chica tapándose los ojos con un leve sonrojo, para no ver a la chica semidesnuda frente a ella. Eun hizo una mueca y se vió en el espejo.

- ¿y tu quién eres? -pregunta la joven de forma cortante, a lo que la chica responde.

- Soy la nueva empleada, a su servicio. -habla con una sonrisa, a lo que la joven Eun la mira de arriba a abajo sin expresión alguna.

- te vez de mi edad.

La chica suspira.

- Lo que las personas hacen para sobrevivir supongo. -habla con la mirada baja, Eun desvía la mirada hacia el espejo para seguir curando su herida, la chica empleada la veía atentamente.

- ¿necesitas ayuda?

- No. -responde la joven Eun rápidamente, cerrando los ojos fuertemente mientras se limpia su herida con alcohol.

- por favor, se puede ver que necesita ayuda, se algo de enfermería. -habla la chica con una cálida sonrisa, haciendo que la joven Eun la mire por unos segundos, para después suspirar y extenderle la aguja e hilo. - bien, veamos...

La chica se acerca cuidadosamente a Eun, notando inmediatamente su olor a vainilla, algo que la hizo sonrojar, su mirada bajó a su gran musculatura, se sorprendió, su torso estaba cubierto con un brasier deportivo, y desde la cintura para abajo tenía una toalla alrededor de sus caderas. Tenía varías heridas en la espalda, como rasguños e moretones, se veían resientes, por lo que se puso a pensar que le había sucedido a esta chica.

- ¿Has terminado? -pregunta la joven Eun con un toque de fastidio en su voz, algo que la empleada pudo notar y rápidamente sacudió de cabeza.

- Lo siento, Lo siento. -se disculpa algo apenada, para después agarrar un pañuelo con alcohol y comenzar a limpiar la herida.

De los labios de Eun salían quejidos de dolor, aunque intentara contenerlos. Ya la chica había terminado de coser, por lo que finalmente venda la herida y suspira.

- listo.

La joven Eun suspira, y se hecha algo de agua fría en la cara, para después secársela y mirar a la empleada, la cual se estaba dando la vuelta.

- Espera -la chica detiene el paso y sonríe divertidamente, para luego darse la vuelta.- Gracias, y...¿podrías decirme tu nombre?.

- No hay de que, y soy Yuri, un gusto en conocerla. -sonríe inocentemente estrechando la mano con Eun, la cual igualmente sonreía de lado.

- El gusto es mio, Yuri.

...

- ¡te dije que no te metieras en mis planes!

La joven Yuri reía sin parar.

- No pude contener las ganas de saber quien era tu querida victima, y déjame decirte que no está nada mal...  -habla con una sonrisa divertida, la joven nanno la empuja hacia la pared agarrándola de su camisa.

- te lo diré por ultima vez. No te metas en mis asuntos, porqué no te convienen. Así que deja el trabajo y aléjate de ella. -Nanno la mira desafiante, a lo que Yuri responde de la misma manera.

- oh, ¿porqué debería hacerlo?, esa familia es rica, me vendrían bien unos cuantos billetes.

- Aléjate de mis asuntos.

𝐈 𝐃𝐎𝐍𝐓 𝐅𝐂𝐊𝐍𝐆 𝐂𝐀𝐑𝐄 - NannoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora