𝐈 𝐃𝐎𝐍𝐓 𝐅𝐂𝐊𝐍𝐆 𝐂𝐀𝐑𝐄 - Nanno

07

- Por favor, abuela. Sabes que no me gusta este tipo de cosas, no es para nada profesional. -la joven Eun reclamaba con fastidio, al ver su alrededor lleno de globos, brillantina, y luces de colores. Para su suerte, la fecha del año que mas odiaba con su vida.

- ¡Ay cariño! Deja la cara larga por unos segundos, y disfruta de este día. ¡Ya eres toda una mujer! -la viejita sonreía cálidamente mientras abrazaba a su nieta con cariño. Esta intentaba parecer desinteresada, pero en el fondo, valoraba el esfuerzo que su abuelita estaba haciendo para hacerla olvidarse de los fantasmas del pasado.

- Sabes que odio este día. -la joven apartaba la mirada, para detenerse a observar sus alrededores.

- Se que lo qué pasó hace años, fue una completa desgracia para la familia. Pero no debes dejar que esos recuerdos afecten en tu vida, y menos en este día, tan especial para ti.

La joven se queda callada mirando hacia la nada, ningún argumento pasaba por su cabeza en ese momento.

- Mira. -La anciana se acercó a su nieta y la tomó de ambas manos entrelazándolas con las suyas.- Debes estar contenta, ya que a partir de hoy podrás decidir tu propio camino, tus propias decisiones, podrás decidir en quien confiar y en quien no. Ya no habrán mas personas que se interpondrán en tu camino para decirte que hacer. Serás completamente libre. Así que no hay porqué dejarse llevar por malos recuerdos, que, aunque nunca se irán, tu podrás evitarlos.

Eun miró a su abuela y sonrío de lado, sintiendo como una lagrima rodaba por su mejilla. La anciana seguido de esto pone una mano en el rostro de la joven y con el dedo pulgar le limpia la lagrima.

- Sal, y diviértete con tus amigos, ve a vivir tu vida.

Eun sin mas no poder abraza a su abuela con todas su fuerzas liberando cada una de las lagrimas que estaba evitando. Digamos que, el miedo constante que la joven tenía, era que los fantasmas del pasado la consumieran, y que de alguna manera nunca pudiese volver a ser la misma.

...

Como siempre la joven Eun era la mas callada de su grupo de amigos, pero de alguna forma, la mas temida, tal vez esta era una de las razones por las que casi siempre la excluían. Igual, no es que a la joven le molestara tal cosa, realmente le daba igual si a sus amigos le importaba o no, Eun tenía en cuenta de que todos eran unos idiotas a los cuales solo les importaba el dinero, la fama, y la forma en que los demás los vieran.

Pero hoy fue diferente, al parecer hoy Eun era el "centro de atención"

- ¡Eun! -la joven sale de sus pensamientos, sobresaltandose al escuchar como una de sus amigas dio una palmada en su cara.

- ¿que pasa?

- Te estábamos dando opciones de decoraciones para esta noche, no nos decidimos entre plateado y blanco, o dorado y negro. - habla la misma amiga mostrando diferentes tipos de tela, Eun miró ambas opciones y señaló con su dedo la opción de dorado y negro.

El teléfono de Eun no dejaba de sonar, por lo que la joven se va a un rincón y atiende, asombrándose al escuchar la voz de su ex pareja Natalie. Eun rodea los ojos.

- Que quieres Natalie, estoy ocupada -Eun se apoyaba contra la pared con fastidio- Natalie, entiende que no tengo tiempo, tengo que preparar las cosas para la fiesta de esta noche.

-𝘖𝘩 𝘷𝘢𝘮𝘰𝘴, 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘴𝘦𝘳𝘢𝘯 𝘶𝘯𝘰𝘴 𝘮𝘪𝘯𝘶𝘵𝘰𝘴, 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢𝘣𝘭𝘦𝘮𝘰𝘴.- la joven tras el teléfono hablaba con una voz seductora, ya cual ella sabia que volvía a Eun loca. Sabia que Eun no diría que no.