- VI -

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Félix le ofreció su mano y con su ayuda la rubia subió al altar y la ceremonia comenzó.

André esperaba la respuesta de su equipo de espionaje sin tener éxito, y al ver que su pequeña hija desposaría a aquel hombre que tanto odiaba, en el momento en que preguntaron si alguien se oponía; André se puso de pie con molestia.

– ya no lo aguanto – dijo el hombre con molestia – Chloe, detén esta boda, no dejaré que te cases con él

– ¿Crees tener derecho de controlar todo? – cuestionó la rubia – ¡No puedes pretender controlar la vida de los demás!

– hace unas horas no querías casarte, estabas asustada. Querías huir y tenías razón, princesa – dijo el mayor

– no hagas una escena – dijo la rubia entre dientes

– ¡No te casarás con un Agreste! – sentenció el Bourgeois

– padre, ¡Siéntate! – ordenó la rubia de mechón rosa, mirando con seriedad a su padre

– papá, sé que Félix no te agrada. Pero él y yo debemos estar juntos. Así que ahora te sentarás y me dejarás casarme en paz, ¡¿Ok?!

El mayor desvió fugazmente su vista hacia su hija mayor, quien asintió. André soltó un largo suspiro y obedeció con resignación.

– prosiga, por favor – dijo la rubia dirigiéndose al casamentero

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– ¿Qué crees que haces? – cuestionó el Bourgeois con molestia

André se adentró en el despacho, seguido de Zoe, el señor Agreste, Adrien y un par curiosos

– ¿Por qué seguiste con esto?

– papi, ¿Vienes a celebrar? – preguntó la Bourgeois ofreciendo una botella de champagne de manera burlona

El mayor se la arrebató de las manos y la dejó con brusquedad sobre el escritorio. Haciendo que la rubia se sobresaltara ante su actuar violento.

– ¿Por qué decidiste seguir con esto? – preguntó alterado

– papi, ya soy mayorcita y puedo tomar mis propias decisiones - respondió ella con calma – y si se me da la gana le daré el 50% de mis acciones en tu compañía, junto con el 30% de la suya y el 50% de mi compañía –dijo esbozando una pequeña sonrisa –no puedes pretender tomar decisiones tan importantes por mí, papi. No puedes controlar todo, menos la vida de los demás

–aún así no puedes entregar tus acciones de MI compañía, no sin que yo firme – rebatió André

–sólo necesita la firma de uno de los dueños mayoritarios, padre –habló Zoe – al ser tu hija mayor tengo derecho a ese puesto, puesto que me ofreciste hace años...

–y que tu rechazaste por irte a hacer caridad a Sudáfrica –interrumpió André – ese puesto...

– ese puesto seguía disponible para mí, bien me dijiste que era lo que me correspondía y que cuando estuviera lista, lo tomara –explicó Zoe –y ya estoy lista, padre. Así que, con mi firma, Chloe puede entregar sus acciones si así le place, a quien le plazca

 Oui J'accepte (Feliloe/Lukloe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora