Capítulo 21

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Narra TN

1963

El presidente había muerto, agentes del FBI habían muerto y los Hargreeves eran los supuestos protagonistas de aquellos hechos, el único que parecía salir librado del lodo fue Cinco y por el contrario, lo tomaron como una pobre víctima que estaba con ellos por obligación.

Tampoco era una completa mentira

- ¿Fueron ellos? - Henry me preguntó

- Por supuesto que no - lo mire indignada

- TN, cariño, fui a cubrir la noticia del FBI y fue lo peor que podre ver... - suspiro

- Quizá solo eso - baje la mirada - Diego dijo que los poderes de Vania eran... Destructivos, una bomba - suspire - Pero la conozco, debió sentirse amenazada

- Pues tienen que esconderse muy bien, son las personas más buscadas del planeta, en este momento

- Lo son y lo se - me senté en el sofá - No sé qué harán ahora, tampoco se donde buscarlos o cómo ayudarlos

- Estarán bien - se sentó conmigo y tomo mi mano - Ya lo veras

Pase el resto del día pegada al sillón con la televisión encendida, esperaba más noticias de lo sucedido e imploraba porque no atraparan a los chicos, pero lo único que aparecía eran sus fotografías para que la gente los reconociera; estaba asustada y mucho, más de una vez Henry tuvo que detenerme para que no saliera yo misma a buscarlos.

- Cariño - lo mire - Prepárate, iremos con mi jefe a cenar, me llamó hace poco

- Henry, no - intente negarme

- Se que estas preocupada, pero puede que consiga un ascenso - suspiro - Por favor, es importante para mi y honestamente, no creo que a tu familia le guste que te involucres justo ahora

- Okey - suspire y le sonreí - Llamaré a la niñera

Me di un baño para relajarme y poderme centrar en la cena, saqué uno de mis mejores vestidos y comencé a arreglarme, estaba oscureciendo cuando la niñera llegó y pudimos salir de casa.

- He pensado en cómo ayudar a tu familia, quizá alguna noticia que ponga en duda el que sean culpables y enfocar la atención en alguien más - abrió la puerta del auto para que entrara - Puedo hacerlo

- Gracias, Henry - le sonreí y bese la comisura de sus labios

- Lo que sea por... TN - mire donde él

- Cinco - susurre

Cinco estaba en la acera de enfrente recargado en un auto azul con los brazos cruzados y una sonrisa un poco triste, sentí mi pulso acelerarse y las mariposas volar por mi estómago.

- Ve - Henry susurro en mi oído - Aun tenemos tiempo

Caminé de manera lenta hasta quedar frente a Cinco, nos quedamos varios segundos en completo silencio solo viendonos a los ojos, noté una herida en su rostro.

- ¿Estás bien? - dije preocupada

- Tranquila, linda - me sonrió - Lo estoy, ¿como has estado tu?

- Bien - susurre

- ¿Y él? - señaló con la barbilla a Henry que me esperaba junto al auto - ¿Te trata bien?

- Mucho - suspire

- Eso me basta entonces - sonrió de lado - Lo importante es que seas feliz, así no sea conmigo

- Dear - tome aire - Sigues estando en mi corazón

- Y tú en el mió, he pasado años pensando solo en ti y no hubo un solo día en que no me arrepintiera por no quedarme esa noche contigo - bajo la mirada

- No fue tu culpa

- Si hubiera estado ahí lo habría evitado, que llegaras aquí - fruncí el ceño - Allison me contó el cómo llegaste - nos quedamos en silencio

- A mi Diego me dijo todo lo que hiciste para buscarme - sonreí - Gracias

- Pude haber hecho más, pero había un apocalipsis que evitar - suspiro

- ¿Fue duro?

- ¿Qué cosa?

- Vivir en el apocalipsis

- Lo fue - suspiro - Pero era peor saber que nuestra familia estaba en peligro eminente, eso me mantuvo bastante cuerdo, o bueno, un poco - rió sin gracia, me observo bien - Sigues siendo tan hermosa - sonrió

- Callate - rei sintiendo mis mejillas arder - ¿Qué harán ahora?

- Ya podremos volver a 2019

- ¿Y el apocalipsis?

- No habrá, eso espero - asenti - Vine a despedirme, es mi única opción contigo por ahora

- Nos quedo mucho que vivir - baje la mirada

- Pero lo que pudimos vivir, fue hermoso y sincero, siempre te recordaré - me sonrió

- Y yo a ti, dear - tomo mi mano llevándola a sus labios para besar mis nudillos

- Adios, linda

- Hasta pronto, dear - sonreí por última vez y camine al auto con Henry

Henry me abrió nuevamente la puerta del auto y me ayudó a entrar, enseguida él hizo lo mismo y me miró un momento, al final encendió el motor; observe que Cinco hizo lo mismo y arrancó yendo al lado contrario al que iría yo con Henry.



















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