"No puedo soportarlo..."

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Sam....Ella....Estaba en celo, justo ahora, con el alado, al menos tenía el cinturón de seguridad, pero parecía que se lo intentaba quitar, el olor lo estaba mareando y perturbando sus sentidos

—Sam, maldita sea Samantha, porque ahora—La regaño avanzando más rápido en la calle, agarrando más fuerte el volante, esquivando algunos autos para llegar más rápido a su destino y también evitando a cualquier oficial de policía, no necesitaba que los pararan en ese instante, el efecto del celo de la Alfa estaba haciendo algo en el.

Estaba apestando todo el auto, bueno al final era el auto de Sam pero estaba apunto de impregnarse en su ropa

Llegaron en menos de diez minutos a la casa LaRusso, la chica estaba algo moribunda así que fue algo difícil  abrir la casa ya que no quería avanzar y meterse ambos, conocía la casa así que fue hasta la habitación de la Alfa que no quería apartarse de él tirandolos a ambos en la cama, se restregaba contra su cuerpo impregnando su aroma y fermonas para demostrar posesión, se removió incómodo apartandola, ahora todo el olía a Sam, definitivamente tendría problemas con Miguel.

Los brazos de la chica lo atrajeron a la cama dónde se dedicó a abrazarlo con fuerza no queriendo soltarlo, metiendo su rostro en la curvatura de su cuello, sus ojos azules ahora dilatados lo miraban con algo que no pudo identificar, estaba pegada a el como si tuviera alguna especie de hechizo que impidiera poder separarse

—Robby~ yo te quiero mucho, —Hablo Sam, si el no supiera que ella estaba en celo pensaría que estaba borracha, al menos seguía vestida

No tuvo opción más que empujarla para apartarse, corrió hasta el tocador buscando en los cajones desesperados algún supresor para que Sam se controlará, se estaba saliendo de control.

La volvió a mirar, se estaba quitando la ropa, solo dejándose en ropa interior, más desesperado volvió a intentar encontrar el supresor, no había nada, absolutamente nada

Salió del cuarto y recordó que su mochila había quedado dentro del cuarto, no tuvo opción que entrar de nuevo solo para ser apresado por la Alfa dejándolo pegado a la puerta, ella lo empezó a olfatear, bajo su vista y la volvió a subir nervioso por verla solo en su ropa interior azul iguales que sus ojos

—Bebe, ¿Acaso no quieres ayudarme?—Pregunta Sam mirándolo con las pupilas dilatadas, ahora en su mirada había lujuria

—No Sam, Quítate—Exigió tratando de hacerla a la un lado, pero la Alfa tenía fuerza demás manteniéndolo ahí

—Robby, te necesito Omega—Pidio la Alfa ronroneando cerca de su cuello, empezaba a sentir pánico por lo que estaba haciendo,

Sam, apartate ahora—Tuvo que hablar más profundamente mirando a la chica que estaba confundida por su tono de voz

No uses esa voz conmigo Robby, no me gusta—Hizo un puchero la Alfa abrazándolo con más fuerza poniendo su rodilla enmedio de sus piernas

Dió un suspiro y sintió algo pinchando su muslo, mierda...Sin importarle que pudiera lastimar a la chica la empujó.

Agarro su mochila lo más rápido que pudo y cerró la puerta por afuera, deslizo su teléfono hasta las llamadas y busco el contacto del Señor LaRusso

El Señor LaRusso no contesto, estaba impaciente, parecía que tenía mala suerte.

Dejo una nota en el comedor explicando la situación en la que estaba Sam, cerró la casa y camino, el persistente olor a la Alfa inundaba sus narices, hasta había estornudado, ni pagandole se regresaba a la casa, menos con Sam en celo, y más ahora que sabía que ella sentía por el.

Camino hasta un parque deteniéndose a descansar, se sentó en una banca, seguía oliendo a ella, el olor no era desagradable pero ahora tenía novio y no quería problemas.

Después del pequeño descanso mientras iba caminando pensaba en todo, tendría problemas si Miguel se enteraba, al final pidió un taxi, al menos todavía cargaba su cartera, cuando llegó al complejo de departamentos observo que nadie estuviera a la vista para abrir y meterse a su hogar, fue hasta su habitación dónde se quitó su ropa y la metió en el cesto de la ropa sucia, fue al baño donde se dió una ducha rápida y se cambió de ropa por un pantalón de mezclilla y una camisa de rayas negro con blanco.

Estuvo atento a que nada de el oliera a la Alfa, se puso su neutralizante y una colonia que su Madre le había regalado.

El trayecto en Bus a la escuela se puso los audífonos y se concentro en la imagen que daba el paisaje.

Cuando llegó a la escuela le hicieron su respectiva revisión y vio su horario, alcanzaba las últimas dos clases, y faltaban cinco minutos para que empezará una, camino lo mas rápido posible, miró el salón casi lleno, soltó un suspiro y su mirada se encontró con la de su novio, se fue a sentar a su lado y le dió una mirada.

—¿Porque traes ropa diferente?—Pregunta Miguel con curiosidad mirando al omega ponerse nervioso

Te lo explico en casa—Susurra en voz baja solo para que solamente el lo escuché.

Aunque el Alfa apesar de el olor del neutralizante y el del perfume percibió otro olor...parecía que era el de Sam, y lo que le hizo tener un malestar en el estómago.

Terminaron las clases y el persistente pensamientos de que algo malo había pasado llegaba a su mente, de por sí ya le parecía extraño el cambio de ropa de Robby.

Johnny, como de costumbre, los fue a buscar y miro extrañado a su hijo con otra ropa, pero no le tomo tanta importancia.

Ambos adolescentes se metieron a la habitación del Omega donde dejaron sus mochilas en las esquina y el Alfa puso a Robby contra la puerta poniendo sus manos en su cintura atrayendolo hacia él.

Miguel..—Dijo sorprendido Robby por la actitud de su novio

Siento otro olor al de tu perfume..—Comento mirándolo fijamente a los ojos, el Omega se empezó a poner nervioso

Si, justo de eso tenemos que hablar—Comento Robby mirando los ojos marrones de Miguel no apartar su vista de él.

—¿Así? ¿De qué?—Pregunta muy interesado en lo que le dirían

—Llegue con otra ropa porque, durante mi clase de química Sam se empezó a sentir mal y la llevé a la enfermería—Comenzo hablar sintiendo la mirada penetrante del Alfa

¿Y luego?—Pregunto Miguel con curiosidad viendo a su novio mirar hacia otro lado avergonzado

Ella, emmm...Ella entro en celo—Aquello fue algo que lo hizo entrar en cólera, no quería mostrarse celoso frente a su novio pero no sabía si podía seguir aguantando mucho más

No, no pudo soportarlo, paso una de las manos por la nuca del castaño atrayendolo a un beso algo salvaje, introdujo su lengua en la caliente cavidad del Omega que lo recibió con un gemido de sorpresa, jugueteó un poco con chico sintiendo como sus dedos apretaban sus hombros

—¿Te hizo algo?—Su lobo interior gruño de tan solo pensarlo y el también, las mejillas sonrojadas de Robby solo confirmaron el hecho

Para Robby era vergonzoso, Miguel lo miraba como nunca antes y eso se sentía como si sus piernas se fueran a debilitar, probablemente porque su celo estaba a días de aparecer la mirada molesta del Alfa se le hacía tan caliente e intimidante

Ella se froto sobre mí, y se acercó mucho a mi cuello—Menciono nervioso viendo a Miguel fruncir el ceño

Asi? Y me darías permiso hacer lo mismo que ella? Te soy sincero no me gusta nada que ella esté cerca de tí—Gruño de solo imaginarlo, Robby miró sorprendido al Alfa al mostrarse celoso

Y aquello fue muy interesante de ver.

Puedes hacerme lo que quieras Miguel...—Susurro Robby viendo directamente a los ojos marrones del Alfa verlo emocionado

Y después de eso solo sintió los labios de Miguel contra los suyos una vez más.

DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora