Capítulo 7

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Itsuki estaba realmente enojada, cuando vio a Fuutarou entrar empezó a lanzarle tantas cosas como pudo: una toalla, un cepillo de dientes y algo de ropa que estaba en la cesta para lavandería.

Itsuki: ¡YA SAL DE AQUÍ!

Fuutarou: ¡Bueno, ya, perdón!

Dijo eso e Itsuki empujó rápidamente la puerta para cerrarla, y se sentó en el suelo.

Itsuki: ¡Idiota pervertido!

Fuutarou: ¡Oye! Pude escuchar eso, y fue un maldito accidente.

Al parecer el pelinegro seguía del otro lado de la puerta.

Itsuki: ¿¡Es en serio?! ¿Aún sigues ahí? ¡VETE!

Mientras tanto, la casa era bastante pequeña así que Raiha estaba sentada en la mesa pero era capaz de escucharlo todo. Fue corriendo hacia su hermano que venía acercándose.

Raiha: Hermanito.... ¿Qué pasó? Sus gritos probablemente los escuchen los vecinos.

Raiha notó que Fuutarou traía una prenda de su ropa interior en el hombro, era una de las que Itsuki le había lanzado.

Raiha: Y ¿Por qué tienes mi ropa interior en tu hombro.

Fuutarou, que no lo había notado, se quitó la prenda de ahí y se la dio a su hermana.

Fuutarou: Oh... Lo siento.

De repente, escucharon una puerta abrirse de golpe y a alguien salir.

Fuutarou: ¿Qué es eso?

Raiha: Probablemente Itsuki-san ¿La hiciste enfadar mucho verdad? Escucha hermanito, cuando sugerí que se bañaran juntos, fue una broma.

Fuutarou: ¡E-Eso ya lo sé, Raiha! Y tú me dijiste que ella ya había salido.

Raiha: Nunca dije que estuviera segura... ¡Pero debes disculparte!

Fuutarou: Sí, claro Raiha, como digas.

Dijo eso con un tono sarcástico mientras se iba al baño.

Itsuki estaba en la puerta de entrada, con su uniforme de educación física puesto y observando como caía ya no tanta lluvia.

Itsuki: Por suerte colgué el teléfono justo antes de que Uesugi entrara, no sé qué hubiera pasado si Miku hubiese escuchado todo eso.

Estaba, también, muy pensativa. Pensaba en sus hermanas, de las que, por cierto, los Uesugi no tenían ni idea de su existencia.

Entonces sintió como una mano estaba sobre su hombro.

Itsuki: ¿Eh? ¡Oye!

Volteó y era Uesugi.

Fuutarou: Llevas mucho rato aquí ¿No deberías irte ya a dormir?

Itsuki: ¿Qué? No sé de que hablas, es muy temprano.

Fuutarou señaló un reloj en la pared, que marcaba las 11:30 PM. Itsuki se sintió confundida, no le parecía que estuvo más de 2 horas ahí parada, pero al parecer así de perdida estuvo en sus pensamientos.

Itsuki: Ehhh... Bueno, pero de todos modos ¿Acaso no dijiste que no dormiría en la habitación?

Itsuki intentó ocultar todas sus verdaderas emociones que sentía en ese momento bajo su orgullo, como de costumbre. Aunque en ese momento estaba enojada, e incluso triste porque en su cabeza su prometido era un maldito degenerado ingrato e insensible que sería capaz de echarla a la calle y quedarse con la casa, si llegaban a vivir juntos.

Mi Dulce Pelirroja: Matrimonio ArregladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora