37: Una oferta

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Caminando por los pasillos dentro del edificio, el pelinegro sostenía entre sus dedos una pila de papeles, pensativo, entro a su oficina y se encerró, colocando los documentos en su escritorio se abalanzó al sillón a un costado, puso su brazo sobre sus ojos y se quedo pensando.

La conversación de esta mañana lo dejó en un sutil trance, no supo reaccionar más que un simple "hablaremos luego". Estuvo todo el camino intentando captar alguna idea para la noche. No lo sé, podrían hablar en algún lugar, comprar algo o simplemente charlar alguna solución, algo que obviamente no quería.

__Maldición__renegó.

Era inútil tratar de convencerlo, no lo haría pero si al menos lo intentara capaz resulte algo.

No hizo más que eso, al vibrar el débil celular recién tomó impulso y se dispuso a levantarse.

Una llamada del señor Lee lo trajo a la realidad no estaba en disposición de contestar dejando nuevamente el celular tomó asiento, un suave masaje le vendría bien; penso, metiendose en lo laboral empezó a inspeccionar como estaba la gráfica de ventas.

No noto mucha diferencia pero si estaba cambiando a lo que era en un inicio. En la puerta se escucho el golpeteo de tres toques no muy ruidosos pero si desesperantes, con un simple "adelante" la persona de afuera ingreso sin problemas.

La figura esbelta del alfa pelirojo hizo que la atención fuera directamente hacia él, con una cara que reflejó disgusto el alfa tomó el atrevimiento de sentarse en la silla de enfrente y colocar agresivamente su tableta sobre el escritorio.

Una actitud así no iba a pasar desapercibida, abriendo aún más sus ojos el pelinegro sé recostó en la silla y miró desafiante.

__Tenés algún problema.

__Deberia ser yo el quién dijera eso__el tono de voz era notable no había que pensarlo mucho por la forma de hablar y el poco olor que emanaba se podría deducir que estaba furioso.

Pero ¿por qué?.

No le entraba ni al mismo magnate, él era la máxima autoridad y estaba siendo "reprochado" por un simple trabajador.

Uniendo sus dedos puso sus codos sobre el escritorio, formando una línea recta en su boca espero hasta que algo le viniera a la mente, una vez hecho lo dijo.

__Si tenés algún problema decilo, no te lo guardes.

__No cree que ya ha llegado lejos, digo, su comportamiento en estás semanas se ha vuelto desconcertante. No olvide que usted tiene responsabilidades tanto aquí como en Corea del Sur, no quiero ser grosero pero ya es momento de dejar este "capricho" y volver al mundo real.

__¿Realidad? que sorpresa, no espere ni en sueño que uno de mis trabajadores viniera a hacerme un teatro. Esto es algo nuevo, faceta nueva. Que yo entienda yo soy el jefe__lo señaló__tú el empleado.

__No hay que repetirlo, pero es agobiante, si querés mujeres te las consigo, las más bellas y robustas, una orden solo es necesario. Pero ya es hora de que dejes al omega.

__Esto es un chiste__.Levantandose, dejó que sus pies lo movieran, rodeándo el escritorio se detuvo a un costado de donde estaba la silla del alfa apoyando su trasero en la orilla del escritorio miró desde el perfil del chico__no entiendo a que punto estamos llegando, no eres nadie para venir a decirme tus ofertas ni a dar órdenes__inclinandose, se acercó y lo tomó de los hombros, sus dedos apretaban el chaleco que tenía puesto y los ojos de aquel no miraban más allá de solo sus ojos__.Tal vez a tí tendríamos que conseguirte una mujer, esbelta y bella__Sonrió un instante y luego la forma de su rostro iba mostrando una mirada más molesta__Una vez lo diré, no te metas en mis asuntos, concéntrate en que la gráfica de ventos suba, no estabilice, literalmente suba, haya un cambio. No quiero oírte más decir aquello. Ahora vé a seguir tu trabajo.

Obedéceme [MewGulf] OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora