Obedéceme [MewGulf] Omegaverse

88: Capítulo Final

Omnisciente

Al tener el permiso de Mew ya no fue un impedimento ir. Gulf se alistó de la manera más sencilla con materiales que verdaderamente utilizará, entre ellos su ropa, material de estudio, dinero y documentación.

Los de último año habían planeado el viaje a un lugar cálido cerca de Bangkok, un pequeño resort cerca de las montañas donde predominaba un río y varios espacios para acampar. Un lugar espacioso y verde para conectar con la naturaleza y poder hacer actividades al aire libre. Fue de ensueño, se oía sólo a los animales y el río. Era desconectar con el exterior.

Llegar no era complicado, en autobús o vehículo se podía ingresar. Parecía un túnel de árboles acompañada por un pequeño hilo de la acequia que conectaba con el río. Tardaron aproximadamente una hora en acomodar las maletas y media hora más en poder alistar algunas carpas para algunos de los profesores. Luego de ello cada uno tenía permitido ir a ver la cabañita en dónde se quedarían y desde allí ya podía ir a caminar por el lugar o bien quedarse dentro.

A Gulf le tocó con Saint, Up y otro compañero del curso, no era un problema, estaba con Saint y con él era suficiente para poder pasar los tres días lo malo o lo que le resultó incomodó fue ver a Up en el mismo lugar. En sí, no tenía problema con él pero al ser amigo de Kao le resultó penoso englobar una conversación.

Aunque Up mostró signos de no querer convivir con ellos  no se opuso a la estadía entre los cuatro, lo soportó solo porque no había más espacios en otras cabañas. El hecho era que no le caía mal Gulf, en realidad, le agradaba hasta cierto punto, no había nada malo en él pero al ver la gravedad que ocasionó con Kao y que él había cambiando en el poco tiempo de conocerse hizo que Up se sintiera apartado por su amigo.

Decidió no volverse loco en aquella controversia así que decidió guardar silencio y estar por su lado sin interferir los asuntos de ambos omegas.

Gulf se sintió tranquilo luego de alejarse de Mew, estar a una gran distancia de él ayudó bastante para calmar el problema en su cabeza, eran tormentos que taladraban en la profundidad de su cerebro y empezaba a atormentarlo.

Con Saint decidieron ir a caminar por los alrededores, visibilizar el lugar ayudaba a tener la mente en otro asunto. Los amontonados algodones verdes hacían que fuera posible perderse, los caminos no estaban muy bien estructurados por lo que el río era la única forma de saber si estaban en la dirección correcta. No era un día de mucho calor pero era preferible caminar con shorts cortos para más movilidad aunque lo único malo era la plaga de mosquitos.

–¿Cómo te sientes? –preguntó Saint aún preocupado por Gulf.

–No lo sé… pero estar aquí me ayuda a ordenar un poco mis pensamientos.

–¿Volverás con ese cretino?

–No tengo otra salida –respondió cansado –, aunque no quiera él me seguirá.

–No entiendo la obsesión de ese hombre –harto de la situación empezó a molestarse por el simple hecho de su existencia –. No está enamorado de tí pero tampoco quiere dejarte ir, ¿acaso quiere tenerte para siempre a su lado?

Gulf escabulló una risita al recordar que esa frase le iba muy bien a Saint –. Ni yo lo sé, hasta para mí es complicado. Dijo una vez que me quería a su lado que soy su otra mitad pero luego me dijo que soy insignificante para él.

Saint suspiró atareado por los rodeos de aquel hombre. Tenía mal acomodado sus sentimientos. Aunque resultó una frase de ello.

–¿Otra mitad? –arqueó la ceja confundido.