89: Extra

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Omnisciente






Meses después (Tailandia)





Meses cálidos, helados, con lluvia y con truenos.
Un día tras otro y mientras las semanas iban pasando el recuerdo de Mew iba perdiendo su solidez, su figura era poco visible en su mente. Eso quería provocar.

Y cuando menos se dio cuenta mencionarlo no le hizo llorar, ver su rostro no le causó escalofríos. Significa que lo estaba haciendo bien. Estaba superando lo que sucedió entre los dos.

¿Cuánto daño puede provocar una persona?

No, ¿cuánta influencia le damos a una persona para provocarnos tanto daño?

Tenía muchas preguntas en su cabeza. Aún continúan pero no con la misma potencia que antes. Quería creer que todo era lo mejor, aunque en la profundidad de su alma vacía sabía que no habría un corazón que lo pudiera llenar. Debía ser masoquista porque lo odiaba como una vez lo amó.

Seguramente él no había cambiado, es poco tiempo pero de seguro era el mismo. Tal vez seguía encerrado en su oficina, trabajando incansablemente, dando órdenes, rodeado de gente nueva y aún con aquella personalidad que tanto odiaba.

A las dos semanas de que se fue, los periodistas dejaron de perseguirlo, la noticia había sido respondida. Un comunicado de E.T.D.S se enunció un viernes por la mañana, allí informaban que el magnate Mew Suppasit no estaba por formar una familia y ya no tenía una relación con el joven estudiante, Gulf Kanawut. Se le llamó “un romance fugaz”.

La fotografía del hospital solo era una visita de control por estado de salud, había dicho que se trataba de un leve resfriado y prefería, en aquel entonces, ser precavido por su bienestar. En cuanto al muchacho involucrado, Kao Noppakao, a una pequeña revista expresó lo apenado que se sentía de haber provocado cierto desequilibrio en la antigua relación de ambos protagonistas y que, él como el joven omega, no tenían una relación amorosa.

Cada pregunta fue respondida. Ningún periodista volvió al instituto, no era necesario ya que no había una conexión entre los dos. Mew Suppasit dejó claro que no tenían una relación y lo que sucedió entre ambos fue una experiencia bastante acogedora pero que a veces no solían funcionar. Le deseó bien y se despidió.

La casa en aquel barrio volvió a estar abandonada, con la huida del magnate y el poco tiempo de aviso algunos de los empleados quedaron desempleados. El día que se marchó a su lado se fue Ohm, el joven alfa mostró lealtad y responsabilidad a su trabajo, por ello el pelinegro le otorgó un trabajo a su lado en Corea del Sur. Los demás volvieron a sus inicios, trabajos pequeños en casas lejanas, aunque fueron pagados por los largos meses con una suma bastante alta y no era necesario trabajar en meses.

Lo mismo sucedió con los empleados de la cocina y la limpieza, la noticia fue impactante para ellos que por más que no quisieran tuvieron que tomar otro rumbo. La casa estaba siendo desalojada, nadie viviría dentro, por las órdenes del pelinegro aquella jaula debía mantenerse cerrada.

A la mañana de dejar a Mew, Gulf se marchó del viaje y fue a ver a su madre. La omega se encontraba recostada en la cama con tubos, al evitar comer y dormir su cuerpo sufrió la falta de energía y afectó su sistema inmunitario, además, se detectó que había contraído un resfriado por lo que su salud empeoró a gran escala. Gulf estuvo a su lado todo ese día, no la dejó sola. Según el médico no era algo grave pero era necesario el reposo, por el momento estaría dormida por los medicamentos que le introdujeron.

Por la tarde Gulf tuvo que volver a la mansión por algunas de sus pertenencias, no quería encontrar a Mew, deseaba que estuviera en su empresa, su sorpresa fue al llegar y darse cuenta que él ya se había ido. Tawan fue el que le comentó lo ocurrido, aún no se había marchado, su jefe a últimas horas de la noche volvió a Corea. La noticia fue impactante para todos, en un día se acabó la estabilidad en aquella casa.

Obedéceme [MewGulf] OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora