Trece años atrás...
Para la revoltosa Danyi era un castigo no acompañar a su mamá al salón de belleza del centro comercial, después de todo ella amaba ver a su mamá pintarse las uñas y arreglarse el pelo y siempre hacia reír a las estilistas pero, a la madre de Danyi le hacía tanta gracia después de todo, Danyi era tan elocuente que podía hacerle pasar hasta un rato lleno de vergüenza, así que esta vez decidió dejar a la pequeña castaña en un tipo de guardería que tenía el centro comercial, donde pagabas por dejar a los niños en un parque y las niñeras se encargaban de cuidar a los niños el tiempo determinado.
Danyi estaba triste, ella quería ir al salón con su mamá pero, sabía que si le insistía no iba a lograr nada más que un castigo y ella apreciaba mucho sus muñequitas Barbie y sus carritos como para perderlos, después de todo los castigos de su mamá no eran tan agradables.
La sonriente cara de su mamá al dejarla ahí era como si fuese la madre perfecta y hace un rato no hubiesen tenido un debate en el auto. Danyi no tenía nadie quien le cuidara, ninguna de las niñeras que le recomendaban a sus padres estaba disponible ese día, Mi Joo tenía que ir al salón porqué al día siguiente tendría que acompañar a su esposo a una junta de negocios, su hermano Taehyung se había quedado en casa de su tía Suk, y la nana de Danyi estaba enferma así que ni siquiera pudo divertirse con su nana. Mi Joo se sentía libre al dejar a su pequeña parlanchina por ahí, se sentía libre como cuando era joven.
Al entrar los ojos de la pequeña castañita se abrieron como platos al ver la cantidad de juguetes y juegos que tenía el lugar. Había niños por doquier y para su fortuna eran niños de su edad, habían camas elásticas, columpios, toboganes y muchos juguetes. Para ella eso era el paraíso pero, entonces se acordó de sus muñecos de Toy Story y pensó que se sentirían solos al no tener su compañía. Danyi se acercó a donde estaban los muñecos y para su suerte habían unos muñecos de Toy Story más pequeños pero iguales a los que tenía ella .
Y sin más empezó a jugar sola con los muñecos, a lo mejor su mamá no estaba tan equivocada como ella pensaba, se estaba divirtiendo un poco, solo no quería darle la razón a su madre. Cuando llegara a casa le diría a su papá que su mamá la obligó a ir y que la pasó muy mal esas 3 horas que estaría allí después de todo ella era la princesa de papá y su papá hacia todo lo que ella quisiera en cambio, ella no, su mamá siempre la regañaba y la mandaba aunque siempre era cariñosa con ella, la dualidad de su mamá era increíble.
—hola— saludó el pequeño niño detrás de ella. Entonces una pequeña vocecita muy tierna hizo a Danyi voltearse repentinamente a ver. Se trataba de un pequeño castañito con algunas pecas en el rostro, se veía tierno y por alguna razón nunca había visto a alguien con pecas en el rostro, pero, no le iba a preguntar porqué tenía pecas, su mamá le había enseñado a no ser indiscreta pero por alguna razón las pecas le recordaban a la lámpara que tenía en su habitación y la encendía por la noche cuando tenía miedo, su lámpara tenía estrellas y las estrellas eran muy pequeñas e iluminaban su habitación.
—hola—- saludó ella igualmente con algo de pena
—me gustan tus coletas, son muy linda— halagó el pequeño pecoso mientras se tapaba la cara por sus repentinas palabras haciendo que las mejillas de la niña se colorean de color carmesí
—gracias pero, no te conozco niño. ¿Como te llamas?—entonces recordó que su mamá le había dicho que no hablara con extraños pero, si le preguntaba el nombre no sería extraño
—uh... Me llamo Félix Lee—contestó el niño con una sonrisa—¿Como te llamas tú?—preguntó el con una mano alzada para estrechar las manos
—me llamo Danyi Kim—- sonrió dándole la mano haciendo un apretón de manos amistoso
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ℳ𝓎 𝐁𝐎𝐘 |Lee Félix •En Edición •
FanfictionElla tan solo tenía una simple pregunta y esa pregunta se terminó convirtiendo en muchas pero, el destino se encargaría de asignarle a la persona indicada para responderlas, y ese era el chico de las estrellas en el rostro...