ᘛSQUISHᘚ

29 2 0
                                    

Nunca me he considerado habilidosa con los cuchillos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nunca me he considerado habilidosa con los cuchillos...

¡Digo-, buena en la cocina!

Pero la ocasión lo valía. Había estado toda la semana intentando perfeccionar mis habilidades para poder hacer un exquisito pollo al horno. Su favorito.

Nino y yo estábamos a horas de cumplir seis meses de relación y haríamos una clase de celebración previa antes de las doce. Y como regalo pensé en esforzarme a lo máximo para hacerle su comida favorita.

Sé que a él le encantará.

Aunque sólo haya pasado casi medio año, es como si nos conocieramos de toda la vida. Su presencia siempre fue especial, siempre tuvimos una conexión peculiar.

Al menos por mi parte.

Es por eso que me había tomado muy en serio todo esto.

Y aquí me encontraba yo, viernes por la tarde, empezando mi quinto intento semanal de este plato. El de ayer me había salido bastante bien en comparación a la primera vez, o al menos eso dijeron mis padres al probarlo —ya que era obvio que mi novio no podía saber de mi plan.

Comencé por las papas, dejándoles la cáscara debido a la propiedades de esta y, en mi opinión, así son mucho más deliciosas; cortándolas para posteriormente llevarlas al horno. Luego seguí por la parte más complicada, el protagonista de mi platillo. Para darle un sabor y olor exquisito, decidí meterlo a cocinar junto con algunas ramitas de romero.

Y por si me llegaba a olvidar, activé el temporizador con el tiempo correspondiente de cada uno.

Para evitar futuros desastres.

Ya podía imaginar su cara de emoción al ver todo lo que le hice.

Mientras esperaba a que terminen su cocción, me dediqué a organizar la mesa. Desde el tipo de mantel, hasta la ubicación de los vasos y cubiertos. Todo debía estar minuciosamente calculado.

Tal vez me lo había tomado muy en serio... y no lo valió para nada.

Decidí a último momento agregar algo para picar ya que de seguro Nino llegaría en un rato y no quisiera que espere con el estómago vacío durante el largo tiempo que llevaba el pollo.

La picada incluía algo bastante sencillo: queso y aceitunas verdes y negras. También opté por poner un champagne en el freezer.

Fui directo hacia el counter de la cocina, dejé sobre éste los ingredientes y saqué una tabla para poder cortarlos, no sin antes agarrar una de las cuchillas que se encontraban ahí.

Giré mi cabeza hasta el reloj en la pared, el cuál marcaba las siete treinta, lo cuál fue un alivio ya que el moreno suele llegar en media hora. Así que me tomé con calma la tarea.

Six Merry Murderesses (MLB OneShots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora