Señales confusas

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Mi mente lograba bloquearse de una forma inexplicable, como es que alguien podia estarme gritando y yo sin poder entender ni una sola palabra de lo que dice, como si hablara en otro idioma, como si el sonido existiese pero las palabras no... Todo era tan curioso, y a pesar que ya llevo varios años haciendo lo mismo, no lograba acostumbrarme. Cuando por fin termino.

—¿Me escuchaste Mackenzie? —pregunto mi "padre" bajando la guardia.

—Si — conteste por inercia.

—Eso espero, mañana viene la prensa y lo anunciaras publicamente.

No espere a que dijera algo mas salí de su oficina como alma que lleva el diablo. Fuera de la empresa me esperaba Jones, mi chófer. Me subí a la limusina que estaba aparcada afuera, luego subió Jones y la puso en marcha.

—Es la persona mas Bestia que he podido llegar a conocer, es... Es... Me da asco, lo odio — mascullaba desprendiendo odio hacia mi padre y diciendo profanidades.

Jones soltó una risilla — Deberían de pagarme un dólar por cada vez que te subes al auto insultando al señor Valter.

Yo ignore su comentario — ¿Qué más esta en mi lista Lily?

Le pregunte a mi asistente una señorita castaña, de ojos negros y cuerpo delgado enfundada en un vestido ajustado de color rosa pastel, medias panties de color negro y tacones del mismo color.

Ella reviso en su tablet —Le toca pasar buscando a el joven Ethan Vougtti. Ethan Vougtti el nombre de mi amigo se repitió en mi mente.

—Recuerdame por qué tendríamos que pasar por el?

—Oh, si. Nos generará publicidad.

Rodé los ojos sin poder evitarlo. Jodido mundo lleno de falsedad, de personas falsas, de sonrisas falsas, de amistades falsas, de... Amores falsos.

—¿Quiere que le cancele?

—No para nada —Fue lo único que logre articular.

A los pocos minutos, estábamos al frente de las grandes puertas de la mansión Vougui. El chico apareció en mi campo de visión, en una camisa manga larga color azul Marino, y pantalones Negros, su cabello perfectamente peinado diagonal, y su reloj deslumbro cuando le pego la luz del sol mañanero. Se subió al auto.

—Buenos días, señoritas, señor — saludo educadamente pude distinguir en sus ojos lo tediosa que se le hacia la situacion, tanto como a mi.

Se sento a mi lado, y deposito un beso en mi mejilla.

El camino al colegio fue silencioso, y por eso disfrutaba de estar con Ethan, a el no le molestaba el silencio, como a mi.

Todo parecía estar bien, pero en realidad no era así, se supone que tengo una carrera como modelo, pero la verdad es que estoy siendo obligada, se supone que Ethan Vougui esta comenzando su carrera de solista pero la verdad es que su padre utilizará sus posibles concierto para lavar su dinero sucio. Ambos nos necesitamos para fines no de nosotros, sino de nuestros padres.

¿Como dos personas pueden estar tan rotas?

Algunos dicen que la familia muchas veces es quien mas te hace daño, dudas, expectativas, que nos toca despejar y superar, y si no lo logras, encontraran la manera, buscaran soluciones, te negocian, como si realmente le perteneciéramos, ser multimillonario no es un sueño como todos piensas, es simple apariencia.

Y luego está lo de ser brillante en el colegio lo que para mi nunca fue un problema. Sentir presión ya es costumbre, guardar apariencias ya es costumbre, fingir sonrisas ya es costumbre, sentirme vacia, ya es costumbre.

No hay salida.

Ya estabamos en el estacionamiento de la preparatoria, privada, lujosa y distinguida Shcool Marshkaey.

—Olvidate de que es publicidad. — me susurro Ethan antes de bajarse de la limusina, esperando por mi en la puerta, tomo mi mano y me ayudo a bajar. Me dio una mirada afligida, que rapidamente se convirtio en un aire despreocupado mientras comenzabamos a caminar al interior de la preparatoria, el poso su mano en mi espalda baja, y volvio a besar mi mejilla sonriendo.

Yo sonreí sabiendo que tenía que seguirle la corriente, varios chicos nos grababan, tal vez para sus canales de Youtube, o para sus cuentas de Instagram.

Los pasillos estaban repletos, pero de algun modo al vernos nos abrían paso.

—Te acompañaré a tu clase — susurra en mi oido.

Yo negué varias veces, me detuve frente a él.

—No, tranquilo, ve hacer tus cosas. Sé
que hoy tienes que ir a la empresa de tu
padre, ya nos vieron juntos, ya cumpliste.

—No entiendo de que sirve si todos los
dias estamos juntos — apunta molesto.

—Vamos Ethan, no me hagas perder el tiempo con tus quejas. Iré a mi clase.

Me despedí, comenzando a caminar por el largo pasillo, cruce a la derecha que me condujo a otro pasillo, a la primera puerta entre.

La bendita clase había comenzado. El profesor se giro a verme.

—Señorita Mackenzie, tome asiento por favor, pero no vuelva a llegar tarde.

Yo asentí, al regordete profesor con la corbata hecha un desastre. Escanee el aula con mis ojos, encontrándome con un par de ojos verdes, adornados por unas gafas finas adaptadas. A su lado, era el único puesto libre.

El profesor continuo impartiendo la clase de matemática con calculos avanzados. Mi compañero de mesa se movia constantemente, lo cual era bastante molesto, me distraía.

—¿Podrías dejar de moverte? — él me miro sonriente sin omitir alguna palabra —¿Que caso tengo algo en la cara?

—Eres buena en matematicas, dime, ¿acaso hay algo que no sepas hacer perfectamente?.

Yo rodé los ojos, sentí cierto enojo en su tono de voz, lo me hizo posar mis ojos verdes en los de él.

—Por los momentos no hay ninguna cosa que pueda hacer mal.

Mentirosa, me regañe a mi misma.

Él asintio.

—Mackenzie Howtler y Jaden Whatteen harán el proyecto final juntos, acompañados de... —reviso su lista — No, la señorita Marie esta enferma, si se recupera antes de finalizar el curso, se les unirá en el proyecto.

Asentimos y aunque no me agradaba la idea, termine aceptando.

Él comenzó a tararear una canción... No podía recordar, sabía que la había escuchado en algún lugar pero ¿donde? Fue hace tanto tiempo. Mis manos comenzaron a sudar, y desee que la clase finalizara rápido.

—¿Por qué me miras así Mac'?

Volví mis vista a otro sitio al darme cuenta que inconscientemente lo miraba fijamente. Ignorando el hecho de que me dijo "Mac" el diminutivo de mi nombre, que en otras circunstancias ya lo hubiese insultado.

No puedo ser tan paranoica, es solo una canción, tal vez la escuche en algún sitio sin importancia.

El continuo tarareando. Y la duda me carcomía.

—Jaden ¿no? — se detuvo para mirarme —¿cuando fue la primera vez que escuchaste esa canción?

Un brillo resplandeció en sus ojos, y sonrió apartando su mirada, para mirar a otro sitio como si estuviese recordando.

—En mi primer baile formal, a los 12 anos. Para mi es inolvidable, desde entonces es mi canción favorita.

Yo no podía apartar mis ojos de su rostro ¿como pude haberlo olvidado?

[...]

Heey hola! Espero les haya gustado el Capitulo, ya veran el enredo tan lindo en el que estan involucrado estos dos. No olviden votar, y comentar, me encantaria saber su opinion.

Quiero Ser Libre ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora