VI

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-¿Tu quieres ir Isabela?-

-No lo se-

Ella no sabia si era correcto que una chica de su edad de ya 20 años fuera a desbocarse como una de 10.

-Oh vamos Isa solo sera un rato-

Luisa le rogaba a su hermana para que aceptara, después de 10 minutos acepto finalmente.

-Vamos por unas cosas a casita y regresemos, tengo una idea-

El grupo fue a casita por unas cosas para su "paseo".

-Y.... Exactamente que cosas estamos buscando dolores-

Isabela veía como su prima iba de un lado a otro trayendo cosas a decir verdad se le hacia extraño ver a su prima tan hiper activa, todos los que conocían a dolores sabían que todo el tiempo trataba de estar tranquila para evitar lastimar sus oídos, si bien de pequeñas ella y dolores solían jugar mucho, después de que les fueron dados sus dones dejaron de convivir a menudo pareciera que ese espíritu de niños jamas los abandonaría, Isabela puso una sonrisa melancólica al recordar aquello, de verdad extrañaba aquellos tiempos donde no tenia que ser "Perfecta".

-Vamos a hacer un día de Campo ¿No les gusta la idea?-

-¡Claro que si!-

Isabela pareció desvanecerse aquel pensamiento en cuanto recordó que por el momento no tenia su don podía ser libre pero tampoco bajaría la guardia; Luisa fue por una sombrilla y una botella con agua, Isabela fue por una canasta con algunos aperitivos, Antonio fue por una manta y Dolores trajo otra canasta pero no sabían que había dentro, estaban apunto de partir hasta que Dolores se quedo pensativa mirando las puertas.

-¿Que pasa Dolores?-

-No he visto a Camilo desde que se fue con Mirabel al pueblo-

-Tal vez estará en su habitación ¿No?-

-¿Vas a ir a buscarlo?-

-Si, es mi hermano-

Dolores subió al cuarto de Camilo dando pequeños golpes en la puerta diciendo su nombre, como ahora las habitaciones ya no eran mágicas casita podía manipular lo que estaba dentro de ellas así que movió los azulejos del piso para despertar al chico que seguía en una profunda pesadilla.


...🦎...

Camilo tocaba su cabeza desesperado mientras dormía tirando fuerte de sus rulos, mientras que algunas lagrimas corrían por sus mejillas y hablaba entre susurros, comenzaba abajar sus brazos para abrazarse a si mismo.

Ese sueño que lo atormentaba todas las noches.

¿Quien soy?

¿Esta es mi cara?

¿Quien es Camilo Madrigal?

¿De verdad soy Camilo?

¿De verdad soy un madrigal?

¡¿QUIEN ERA CAMILO MADRIGAL?!

Sentía como su cabeza en cualquier momento reventaría, sus músculos se habían quedado congelados, una luz lo enfocaba a el, sabia que pasaba, ¡Hora del espectáculo!, no sabia quien era pero sabia bien cual era su papel.

Fingir...

Copiar...

Y Mentir...

El Milagro Mágico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora