Cap 4

356 34 1
                                    


- Me duelen los pies- se queja Tania mientras seguimos caminando por el bosque.

Llevamos desde las 9 am aquí caminando y Tania sacando fotos a todo lo que se mueve, como siempre.

- Pues te jodes, tu diste la idea.

Me inclino para no golpearme la cabeza con un árbol y ella hace lo mismo detrás mía.

- ¿Falta mucho para llegar a ese lago donde estaba el lobo?- pregunta haciendo que mi corazón se acelere por los nervios.

- Unos minutos.

- Ahora que lo pienso, creo que estamos locas- asiento de acuerdo con ella- imagínate que nos encontramos el lobo, ¿ qué se supone que vamos a hacer?

- Pues no lo había pensado, solo quería volver a verlo porque era raro, en serio tienes que verlo.

- Ganas de verlo tengo, pero de morirme tan joven y guapa no tengo ganas.

Ruedo los ojos con una leve sonrisa en la cara:

- Siempre tan egocéntrica.

- Atrás no te quedas tu ehh.

- Lo se.

Llegamos al lugar donde vi al lobo y me quedo mirando los árboles y el agua.

- ¿ Y ahora qué?- pregunta Tania a mi lado.

- Bueno vamos a sentarnos a descansar.

- ¿ Sabes? Eres la única persona con la que puedo ser yo.- espeta de la nada una vez sentadas sobre la tierra seca.

- ¿ Y eso que tiene que ver?- pregunto confundida.

- Que me di cuenta la semana pasada, aunque ya lo sabía, pero aún así me engañaba diciendo que era yo misma con las demás personas.

- Me alegra saber eso, menos mal porque si me remplazas te quedas sin pastelitos gratis.

Ella sonríe mientras mira el agua cristalino con la mirada perdida.

- Estoy muy orgullosa de ti, aunque no lo parezca. -confieso relajada-Aquellas personas que se hacen pasar por tus amigos nunca estuvieron cuando más lo necesitabas.

- Lo sé, pero siempre ignoraba ese hecho, ahora solo pienso que simplemente están ahí, pero nada más. En cambio tu estás y tu presencia y tu ayuda siempre está.

Miro cómo coge piedras y las lanza lejos mientras habla.

Ella es de tener muchos amigos, conozco a varios y algunos me caen bien. Pero como apenas tengo tiempo no suelo salir así que no tengo derecho de opinar sobre ellos.

- Pensé que me sentiría vacía al aceptar ese hecho, pero con tan solo tú en estos momentos me siento más llena que con los ochenta amigos que tenía.- continúa.

Le sonrío y suspiro tranquila:

- Yo como no socializo pues esos problemas no los tengo, como mucho con los de la clase y siempre acabo discutiendo con ellos.

- Claro, aunque en el fondo te aman a ti y a tu humor roto.

- Que sentimentales nos hemos puesto, vamos a dejarlo ah-

- AHHH- me corta Tania.

Rápidamente doy un respingo del susto.

«¡Ay la madre que me trajo al mundo!»

Es el puto lobo.

Y se dirige hacia nosotras.

«Ay diosito yo sé que siempre digo que odio mi vida y que me quiero morir pero prometo que no lo decían en serio. Bueno no del todo.»

Tania se levanta rápidamente del suelo y da pasos hacia atrás mientras el lobo de mirada curiosa se le va acercando lentamente con la mirada puesta solo en ella.

- Lobito lindo, juro que soy una buena persona, no he cometido tantos pecados- Le hace señas con la mano como si el lobo le fuera a hacer caso.

- Eso es mentira- se me escapa y rápidamente me tapo la boca.

- Ahhh ayudame Kenya ayudaa.- grita Tania aterrorizada.

En eso el lobo la alcanza y esta se cae del susto. Corro al ver que el lobo ha aprovechado eso para acercarse a su cuello.

Cojo una piedra con la intención de tirársela para que se aleje de Tania pero este se gira mientras gruñe y me acaba empujando haciendo que también caiga del impacto:

-Auch- espeto un poco dolorida, pero eso queda en segundo plano, ya que me empiezo a alarmar.

Me ignora y se vuelve a acercar a Tania, que por cierto se encuentra horrorizada.

Justo cuando creo que le va a morder el cuello, lo único que hace es olerlo y gruñir. Levanta la cabeza y posa sus feroces ojos sobre los de mi amiga y esta se queda mirando sus ojos sin ninguna expresión en la cara, pero ahora no parece asustada.

Justo cuando voy a buscar una rama para por lo menos rajarle un poco el lobo se levanta un poco y hace unos movimientos muy rara.

Lo miro confundida hasta que miro en lo que se ha transformado.

Hay varias opciones:

1- Estoy drogada y no recuerdo haberlo echo.

2- Estoy soñando.

3- Estoy loca.

4- No tengo mas opciones.

«Joder ahora es un puto humano.»

Sigue teniendo los mismos ojos grises, solo que ahora en vez de ser marrón, como el color del que era, es castaño casi rubio.

Se encuentra sin camiseta, dejando ver sus abdominales trabajados. Menos mal que lleva pantalón, aunque estos se encuentran un poco rotos.

Se arrodilla hasta quedar junto a Tania, que tiene un par de lágrimas en los ojos y no parece estar en este mundo:

- Mía- Brama antes de que mi amiga acabe desmayándose.

Me despierto del shock al ver a mi amiga y me acerco a donde se encuentran, tratando de no pensar mucho en lo que acaba de suceder:

- Oye...- me acerco al joven, que por cierto está guapo- No sé que truco de magia nos acabas de montar, pero en serio ya se le ha ido la gracia, hasta has hecho que mi amiga se desmaye.-  trato de hablar con valentía disimulando el hecho de que el corazón me va a mil.

Este sonríe de lado mientras mira a mi amiga con adoración:

- Mira, sé que mi amiga está muy buena, pero en serio vete a hacer tus trucos de magia a otro lado.-Sugiero.

-Tu amiga se viene conmigo, - lo miro con cara de pocos amigos- Y tú tambien, ya que has visto mucho.

-¿ Cómo? de eso nada- digo al ver como se levanta y coje a Tania en brazos- escucha...sé que hemos empezado con mal pie, pero en serio déjanos en paz. No es por ofender, pero creo que te has pasado con la marihuana esta noche.

Respira hondo, tratando de reunir paciencia:

- Tu amiga ahora me pertenece, no me voy de aquí sin ella- me mira sin gracia haciendo que me alarme un poco- y para mi desgracia te tengo que llevar a ti también.

-No nos puedes llevar, eso se consideraría secuestro, y no creo que quieras lidiar con la policía.-amenazo.

Sonríe como si hubiera contado un chiste:

- ¿ Qué te parece tan gracioso idiota?- pregunto mientras intento quitarle a mi amiga, pero es prácticamente imposible, me supera de altura y es más rápido.

- Dámela.- ordeno sabiendo que es en vano.

- No quería hacer esto pero es lo que toca.

Deja a mi amiga en el suelo y se me acerca rápidamente haciendo que no me dé tiempo a reaccionar, no se que hace, pero acabo viendo todo negro.

En la Boca del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora