Cap 5

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Joder creo que estoy durmiendo en el suelo, Tania debió empujarme de noche sin darse cuenta, a veces suele hacerlo. Ahora por su culpa voy a estar con dolor de espalda.

Abro los ojos para poder levantarme y volver a la cama.

«Oh no..»

Esta no es la habitación de Tania, ni tampoco la mía.

- ¿Dónde coño estoy?- me levanto rápidamente confusa al ver que no se donde estoy.

El miedo se hace presente al ver que no consigo reconocer el lugar.

Recorro la oscura habitación con la mirada, no hay mucho. Hay una pequeña cama en la esquina pegada a la pared, y un pequeño mueble con algo encima que no logro divisar con la oscuridad.

Nada de ventanas.

Busco con la mirada algún interruptor o algo para poder encender la luz, cuando consigo encontrarlo y encenderla reviso todo de nuevo.

Rápidamente me dirijo a la puerta para poder abrirla pero me llevo la sorpresa al ver que estoy encerrada.

Empiezan a venirme recuerdos de lo que pasó.

Tania.

Joder ese maldito hombre loco es el que nos tiene aquí. Solo espero que no le haya hecho nada malo.

Trato de pensar con claridad sin alarmarme. Ese loco, antes era un lobo, y después se transformó en humano.

«Eso quiere decir que...»

Vale no, definitivamente me estoy volviendo loca.

No puede ser un hombre lobo, eso es imposible. Seguramente solo fue un truco de magia para nada gracioso. Porque yo sé que los hombres lobo no existen.

Dejo de pensar y empiezo a darle golpes a la puerta:

- ¡Abreme la puerta maldito imbécil!-  Grito con todas mis fuerzas.

Necesito encontrar a Tania en cuanto antes.

-¡Hijo de puta! he dicho que me abras.- mis golpes son cada vez mas fuertes, aunque ya estoy perdiendo la esperanza de me me abran.

Solo espero que haya alguien en esta casa y no este hablando con la pared.

Casi me caigo de cara cuando la puerta es abierta.

« Hijos de puta, quieren destrozar esta carita de bebé»

Levanto la mirada preparada para insultar a quien sea que haya abierto.

Me sorprendo al ver a una mujer, un poco mayor. Lleva puesto un traje blanco lo que me hace pensar que es una limpiadora o algo parecido. Esta se encuentra sonriendo y esa sonrisa lo único que hace es ponerme más nerviosa.

- Le pido por favor que no haga ruido señorita.

«¿ Qué no haga ruido ha dicho?»

«JÁ.»

- ¿ Dónde está mi amiga?- pregunto alterada y su mirada me demuestra que sabe que me refiero a Tania.

- Se encuentra bien, no hay de qué preocuparse.

- Quiero verla- intento apartarla para que pueda salir pero esta me devuelve con una fuerza sorprendente.

¿ Por qué ahora todos estás fuertes? Tengo que empezar a hacer más ejercicio.

«Si es que salgo viva de aquí.»

- Yo no decido eso, así que no puedo asegurarte que puedas verla- mi cara debe ser de todo menos maja en estos momentos.

En la Boca del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora