Camino por los pasillos de la mansión dispuesta a negociar con Dennis.Después de alimentarme me metí en la habitación y no salí.
Dennis estuvo más de una hora insistiendo en que comiera, y al final tuve que hacerlo a la fuerza, estaba cansada y hambrienta.
Después de eso me metí en la habitación y no salí, no quería volver a verle. Hasta ahora, tengo una propuesta para él.
Me paro y miro atrás, luego vuelvo mi vista al frente. Frustrada, sigo caminando sin saber a dónde voy.
Esto es demasiado grande y no me da tiempo a acordarme de todo.
No sé ni en qué piso estoy.
En eso se me ocurre una idea.
«No era que los hombres lobos tenían un oido especial?»
- Aaaaaa- grito, tratando de llamar la atención de quién sea, aunque prefiero que sea la de Dennis.
No pasan ni cinco segundos cuando Dennis aparece delante mía.
- ¿ Qué sucede?- pregunta preocupado, me examina de arriba abajo asegurándose de que no me pasa nada.
- Un monstruo- lo señalo con cara inocente.
Me mira enfadado, y respira profundamente tratando de controlarse.«Creo que la cagué, me despido del mundo señores»
- ¿Has gritado para nada?
- ¿Qué pasa si digo que sí?- lo miro apenada y algo arrepentida, e intento ignorar los latidos de mi corazón cuando él se encuentra cerca.
- Estás acabando con la poca paciencia que tengo, Kenya.- amenaza.
«Dios, que bien suena mi nombre en sus labios»
«Oh, sus labios»
«No me interesa»
Me siento como una adolescente de quince años por estar alterándome de esta manera.
- Bueno, en realidad quería hablar contigo.- añado cuando las palabras me salen por fin.
- ¿ Y tenías que llamarme de esta manera? ¿ No podías simplemente venir a mi despacho y tocar la puerta.
Diciéndolo de esa forma me hace sentir tonta, ¿pero cómo quiere que me aprenda todos los lugares de este lugar si parece no acabarse?
- Digamos que me perdí...- contesto algo tímida.
Me agarra de la mano y empieza a caminar, yo solo lo sigo, cada segundo más perdida que el anterior.
«El día que me aprenda esta casa de memoria me mereceré el premio Novel»
Llegamos a su despacho y me siento delante de él. Lo único que hay entre nosotros es su escritorio. Que está bien ordenado, con papeles y cosas encima.
- ¿Y bien?- pregunta impaciente.
- ¿ Dices que no puedo irme a mi casa no? - pregunto y el asiente.
- No voy a dejar que te vayas.- niega decidido.
- Bueno, solo vengo a advertirte.- lo miro desafiante- solo quiero avisarte de que si me dejas en esta casa contigo, terminarás loco, pero de los que terminan en el psiquiátrico- comento tratando de sonar amenazante.
Se levanta lentamente de su silla y rodea el gran escritorio. Lo observo sonreír silenciosamente, como si estuviera pensando que solo bromeo, pero allá él... por su culpa estoy en esta casa encarcelada.
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En la Boca del Lobo
WerewolfMi aburrida vida siempre se ha basado en preparar pasteles y ganarme la vida vendiéndolos. Supongo que es lo que toca cuando tu única familia es tu madre y parece nunca acordarse de ti. Hacer ejercicio yendo a caminar al bosque junto a mi mejor amig...