POV KENNYA:
Dos días llevo sin salir de la habitación. Dos días sin ver a Dennis y, dos días en los que he pensado y llorado más que nunca.
No tengo cómo huir, y tampoco sé cómo está mi madre, ni Misifú.
Y Tania...
Necesito verla, él me dijo que estaba bien, pero necesito verla con mis propios ojos para asegurarme.
Estoy sola, ya no tengo a Tania al lado para contarle mis desgracias, tampoco la tengo para reírnos de cualquier tontería o para hacer noche de películas.
Extraño mi vida, jamás pensé que lo diría. Dennis no me dejar ir y odio eso. Él se piensa que soy de su propiedad para poder decidir qué hacer conmigo, y me mata no poder hacer nada con eso.
No puedo hacer nada, he pasado la noche llorando de impotencia por no poder hacer nada, no puedo huir ni tampoco convencerlo, ya no tengo opciones.
Supongo que debería de ir aceptando que esta es mi realidad y que no puedo hacer nada para cambiarla.
Ojalá esto fuera una pesadilla, ojalá poder despertar. Me pellizco con fuerza hasta casi hacerme daño, con la esperanza de que sea un sueño. Mis ojos miran fijamente la marca roja que había dejado en la piel blanquecina de mi brazo y mis ojos vuelven a inundarse de lágrimas; más que ayudarme a desahogarme, lo único que hacían era llenar de agua el pozo donde me habían metido, y no podía salir.
Tal vez Dennis me obliga a quedarme, pero no me puede obligar a amarlo. Sé que el no quiere que lo vea como el malo, y trato de comprender su situación, pero extraño a mis amigos y a mi gato y él me ha alejado de ellos.
Estos dos días Dennis ha mandado a que me traigan la comida a la habitación, supongo que se dio cuenta de que no tenía intenciones de salir.
Escucho unos pasos acercarse y supongo que es Hannah con la comida, como estos últimos dos días. Yo permanezco tumbada de espaldas en la cama, no quiero que vea mi estado.
La puerta se abre y escucho unos pasos fuertes, los cuales se que no son de ella,
por lo que me giro confundida.- Kenya...- habla Dennis.
Vuelvo a girarme, ignorándolo.
- Traje algo para ti.
No le contesto, no quiero verlo. Me limito a taparme más con la sábana.
Pero en eso escucho un ronroneo raro, pero que conozco muy bien.
Me giro tan rápido que creo que me he roto algún hueso de la columna vertebral. Dirijo mi mirada al suelo, cerca de Dennis, y no puedo creer lo que mis ojos ven.
- ¡ Misifú!- corro hacia mi gatita para abrazarla.
Siento un alivio inmenso al ver que esta sana y salva, le doy pequeños besitos en la cabeza y esta ronronea, cómo la extrañaba...
Me siento en el suelo y empiezo a jugar con ella, y tambien reviso que este bien. Dennis nos observa parado, en silencio, entonces lo miro:
- Muchas gracias- digo realmente agradecida.
- Sé que es muy importante para ti- comenta y yo asiento, contenta.
- ¿ Cómo la trajiste? ¿ Cómo sabías dónde vivo?- me levanto y me siento sobre la cama, con Misifú en mis brazos.
- Tengo toda la información sobre ti Kenya, y mande a que la traigan.- contesta tras unos segundos- es igual de molesta que tú.
- Con Misifú no te atrevas a meterte- amenazo y le doy otro besito en la cabeza- es adorable.
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En la Boca del Lobo
WerewolfMi aburrida vida siempre se ha basado en preparar pasteles y ganarme la vida vendiéndolos. Supongo que es lo que toca cuando tu única familia es tu madre y parece nunca acordarse de ti. Hacer ejercicio yendo a caminar al bosque junto a mi mejor amig...