Estela cerró la puerta con remordimiento, estaba avergonzada, se había delatado ante Torres con su actitud de hacer caer la copa pero aquello le había tomado por sorpresa ¿acaso su pasado no la dejaría vivir tranquila? ¿por qué el jefe debía elegirlo a él habiendo tantos delincuentes? Él regresaba a su vida.
La mañana siguiente estaba lluviosa, pequeños cristales líquidos se cernían sobre Puerto Perla, la niebla reptaba por los techos y paredes haciendo castañear los dientes. Estela tomaba chocolate en un lugar cercano a su alojamiento observando a las personas enfundadas en sus abrigos cuando oyó unos pasos acercarse a ella.
- Buen día Estela - saludó Torres.
- Tiene razón, un día maravilloso - respondió ella llevándose la taza a los labios - recordé ahora que estoy molesta con usted.
- No sabía que preguntar era motivo de alterarse - dijo él llamando al mesero - Ahora diga ¿cómo huyó del palacio?
Estela
Después del caos por el asalto, vi al ministro alejarse por una de aquellas habitaciones y lo seguí pero alguien también me perseguía. Diana creía que no me daba cuenta y la conduje a un lugar donde los guardias podían verla.
No fue difícil hacer un ruido con una bandeja cayéndose, ella estaba tan asustada que empezó a hablar cosas sin sentido para excusarse; no funcionó
El ministro se hallaba en una sala regañando a su jefe de seguridad por el incidente y echándole del lugar, así que él se quedo solo con la mirada perdida sin darse cuenta de nada, cerré la puerta y le apunté con el arma.
- ¿Quién eres? - preguntó sorprendido.
- Soy yo quién te lo pregunta a ti.
- Soy un ministro de estado...
- No, te diré que eres, un traidor apuñalas a la gente por la espalda sin atreverte a dar la cara.
- Tú eres la espía.
- Si ¿Dónde está el ministro Fernández?
- No lo se - al ver que no le creía agregó - mira se que sabes que intentaba matar al presidente pero no le hice nada a Mario Fernández él se deprimió cuando supo de la enfermedad de Begonia frecuentando locales de mala muerte, un día me reuní con él para hablarle de los rumores que circulaban pero no me hizo caso alegando que tenia ahora un amigo que no lo juzgaba y le apoyaba, era el "jefe" traté de prevenirle pero ya era tarde.
- ¿Quién es y qué trama el jefe? - pregunté.
- Nadie lo sabe, estafa, secuestra, mata y nadie conoce su identidad.
- Seré yo quién le desenmascare.
- Es muy listo.
- Si pero yo tengo el doble de su inteligencia - dije - Ahora ya sabes quien soy, cualquier disturbio te aseguro que no lo pasare por alto, conozco tu secreto.
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Secretos de la dama de rojo.
Mystery / ThrillerDos almas solitarias unen sus caminos por un misterioso caso de desaparición, ellos no saben que algo sombrío se esconde bajo la ciudad, alguien los persigue haciendo imposible su búsqueda y enredando los hilos de su destino. Estela, una detective q...