Casa/Adolescentes estúpidos

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Luego de dejar a los muchachos en sus respectivas casas, las chicas regresan a su hogar donde un hambriento Jefe Hopper las espera con la comida en la mesa. 

No era de cocinar mucho pero el tener que cuidar de dos niñas le había devuelto esa rutina de padre responsable como lo había sido hace mucho tiempo. 

---Hola, por cierto--- es lo primero que dice al ver que ninguna de las dos saluda al pasar por la puerta. Ambas asienten con la cabeza y sin más se sientan en la mesa. Once a la cabeza del pequeño mueble y Kela enfrentada a él. 

La comida en la casa Hopper era el momento más importante del día para la familia ya que ese era el único tiempo que tenían para estar juntos y charlar sobre cosas aleatorias. Pero hoy no era el caso, todos estaban en su mundo y ninguno decía una sola palabra, solo comían de forma ruidosa y abrupta sin siquiera mirarse entre sí. Estaban hambrientos, nadie había comido en todo el día y el estrés que les proveían las clases, el trabajo y las preocupaciones del nuevo caso de envenenamiento de calabazas no ayudaban en nada. 

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La música sonaba a todo volumen entre las paredes de la casa, precisamente en el comedor donde Kela, Jane y Jim estaban recostados en el suelo mientras miraban el techo fijamente y cantaban a todo pulmón las canciones de Elvis Presley, uno de sus cantantes favoritos.

Volver, cenar, escuchar música y luego comer unos deliciosos wafles era parte de su rutina y también algo que disfrutaban. 

Ese tiempo que tenían para estar el uno con el otro era algo que disfrutaban. 

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---Mañana es Halloween--- Jane se había estado guardando las ganas de preguntar sobre eso desde que Mike le había preguntado con esos lindos y tiernos ojos que la volvían loca, si quería ir con él y los demás a pedir dulces.

---Si, ¿y?--- Hopper quien aún no se percataba de la mascara que Once llevaba encima comía unos waffles tranquilamente. 

Bien, era el momento. Nunca le había pedido salir de noche y no sabía como reaccionaría. 

La pequeña toma aire de una inhalación y sin más, fácil y rápido, lo suelta---Mike me invitó a pedir dulces--- el ambiente cambia de repente cuando el jefe Hopper levanta la vista y se encuentra con una fea mascara de ogro en lugar de la dulce cara de la menor de sus hijas haciendo que salte en su asiento por un milisegundo. 

Al ver que no había respuesta de su parte Once vuelve a hablar ---¿puedo ir?--- con los nervios a flor de piel y los dedos índices entrelazados con  los corazón escondidos detrás de su espalda Janne Hopper pedía por primera vez salir de noche. 

Para Hopper era algo sorprendente el tener a la pequeña delante de él pidiendo tal cosa. En realidad ninguna de las dos había rogado nada parecido antes. No es como si fuera lo peor del mundo, pero nunca antes había pasado por esta situación con su anterior hija. 

No sabía que responder, estaba en un dilema de si dejarla ir o no. Por un lado sentía ese miedo constante de que algo llegara a pasarle y por el otro quería dejarla vivir un poco. 

Por otro lado la joven morena escuchaba atentamente la conversación al otro lado del lugar mientras fingía leer un libro. Y en el momento que escucha a su hermana pedir tal cosa  ve la oportunidad perfecta para preguntar sobre la fiesta de Tina. 

Sin más lanza su libro a un lado y se levanta de su lugar para aproximarse a la mesa y sentarse abruptamente captando la atención de su familia. 

---Yo digo que deberías dejarla ir--- con una pierna subida a la silla mientras apoyaba su brazo en su rodilla, es lo primero que dice ---debes dejar vivir a la niña, algún día se casará con Mike y no podrás hacer nada para evitarlo--- Y eso es lo segundo ---además, yo podre llevarla y traerla--- y por ultimo ---Mañana hay una fiesta y me invitaron--- bingo. 

Little freak (Billy Hrgrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora