𝒖𝒍𝒕𝒓𝒂𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆

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siento que el me ha traído de vuelta, empiezo a recordar cuando éramos niños.
si esto es el amor no quiero ser amado

–¿qué mierda Dazai? joder! quítate!- hablo un pelirrojo avergonzado apartando al castaño que estaba sobre el con una sonrisa divertida y molesta -admite que si no me conocieras y nos viéramos el una fiesta sería completamente tu tipo-

Nakahara nego con la cabeza levantando su dedo medio, Dazai le miraba con diversión -¿porque mierda me estás diciendo todo esto? realmente prefiero que me molestes con tus apodos sobre mi estatura, estoy pensando que siempre fuiste gay pero lo ocultaste- bufo mientras iba hasta la cocina tomando de un estante un poco de vino, el vez de servirse en una copa tomo directamente, haciendo que Osamu negará entre risas -te equivocas, soy coqueto y estoy bien, lo haría con cualquier persona que me guste-

Chuuya estaba a punto de gritar quizá una ofensa, Dazai estaba por poner una sonrisa socarrona; sin embargo solo hubo un silencio, analizando las palabras que había dicho el castaño anteriormente, este dándose cuenta de su error trago saliva retrocediendo un poco -eh.. no quise decir eso, yo.. bueno..- balbuceó por un segundo pero después de eso se calló ignorando sus propias palabras actuando como si acaso no hubiera sucedido nada anteriormente, Dazai río suavemente, alejándose para así estar dispuesto a irse ya que francamente estaba avergonzado por lo que había sucedido -me iré, termina de una jodida vez con tu maldita historia- dijo, pero entonces Chuuya exclamó un claro "tch..." tomando el brazo del castaño deteniendo a éste

Osamu le miro confundido, por dicha acción, sin embargo al notar un rubor marchito en la piel del pelirrojo quiso reír pero algo se lo impidió, entonces cayó en cuenta que Chuuya lo estaba besando.

los labios del de menor estatura chocaban con los suyos, al principio el castaño era incapaz de reaccionar, era extraño y quizá un poco desagradable, los besos eran para el algo muy separado del sexo casual; correspondió al gestó cuando percibió que el ojiazul empezó a separarse algo incómodo, entonces sus labios se correspondieron mutuamente... podría ser llamado romántico, también una declaración de odió.. quizás se estaban burlando del otro con un tacto hipócrita, no era como si eso importará en ese momento.

Dazai notó al instante como el pelirrojo tenía cierta demanda al besar, como intentaba mantener el control y así mismo era muy observador en las reacciones del otro, preocupándose si la estaba pasando bien o se sentía de lo contrario incómodo. Cuando se separaron ambos se miraron un largo rato, incapaces de poder saber que hacer o encontrarles algún significado a los sentimientos que sentían, ¿amor? no... no era eso, era algo completamente diferente, derramando amor con el sentimiento de soledad. -no pongas algo de esto en tu historia- dijo Osamu de repente, separandose del otro, Chuuya no contestó al respecto aquella petición, solo cayó observando como el otro finalmente se iba de su casa como le había dicho anteriormente.

y la inspiración había vuelto.

Dazai se encaminó a casa, tenía algunas cosas que hacer, pero su mente se paseaba por lo sucedido en la casa del pelirrojo. No comprendía todavía como las cosas habían llegado a ese extremo, pero el había dicho una verdad, era jodidamente curioso

ahora de forma sería se planteó realmente como sería el sexo con Chuuya, por un segundo le había parecido algo atractivo, solo por un momento.

llegó a la farmacia, necesitaba pastillas pará la migraña, las pidió a la amable mujer y esperó. Entonces escuchó su voz, la voz que había estado evitando por mucho tiempo... maldita sea ¿porque parecía como si acaso todo empezará a derrumbarse poco a poco? era como si la presión no pudiera soportarse y todo empieza a caer lenta y rápidamente.