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"me pregunte dónde estabas, parecía que estabas ahí, no lo sé, nunca lo supe, estabas tan lejos que por un momento olvide que estabas ahí"





-Creo, Nakahara que tú historia es excelente, es decir, la manera de narración y cada metáfora que utilizas es concreta y directa, ese es su atractivo; sin embargo creo que necesita algo más, que aún tiene mucho para explotar y consideró que el final es inconcluso, planeabas hacer algo diferente ¿o me equivoco?-

aquellas palabras lo habían dejado completamente helado ¿que era eso? ¿hablaba encerio? no podía, no, quería creerlo

pero parecía que era una realidad, una con la que debía lidiar ahora. Chuuya pensó en aquella pregunta ¿era verdad? no lo sabía, tal vez inconscientemente era así

-Yo.... ¿cuánto tiempo me queda para mejorarlo?- pregunto, intentando ignorar aquella pregunta que le había hecho su profesor, quien al escucharlo pensó un poco observándolo por un momento -te daré dos semanas, no digo que tú historia sea mala, solo creo que para tí, para lo que sé que eres capaz es muy poco- el pelirrojo aceptó aquella crítica haciendo una reverencia y saliendo con su USB de vuelta de aquel aula, soltando un suspiro.

había estado evitando a Dazai, aún cuando él ocasionalmente buscaba de forma disimulada estar cerca de él, pero no directa, esperando a que Chuuya lo hiciera, sin embargo el pelirrojo no estaba dispuesto a ir con el, no de nuevo, lo odiaba, quería golpearlo, claro que había querido hacerlo, pero sabía que si lo hacía aquel odio los volvería a juntar y eso sería un cuento sin fin, hasta que alguno muriera.


















Dazai tenía un pequeño problema, aparte del injustificado acoso que recibía por parte de sus compañeros de clase o inclusive de otras tenía algo más que lo inquietaba.

notas, que se encontraba al abrir su casillero... esa letra perfecta producto por planas para perfeccionarla, lo sabía, claro que lo sabía, no podía tratarse de alguien más, Kunikida. Era el, sin duda alguna...

"no te olvides de mi"
"te vez jodidamente bien cuando duermes en clase"
"¿porque Chuuya no te ha molestado?"
"¿el jugo de durazno sabía bien al mediodía?"

era evidente que lo había estado espiando desde algunos días, pero no lo veía, desde que recibió la primer nota había prestado atención a todo y todos para intentar saber dónde se encontraba, pero había fallado terriblemente y eso empezaba a notarse en su aspecto ansioso, acompañado de unas no muy adorables ojeras debajo de sus ojos, al principio intento sobrellevarlo pero cada vez se sentía más inquieto, sobre todo por el hecho de no poderlo ver

había intentado hacer que Chuuya se acercará a él, pero este lo había ignorado en múltiples ocasiones, lo odio más y se odio a él mismo por su inutilidad

-te vez de la mierda- escucho hablar de Fyodor mientras ambos se encontraban en unos bancos tomando una bebida de máquina -tu también- le contesto con cierta gracia el castaño, haciendo al ruso reír un poco -últimamente Chuuya ya no viene a ti ¿pelearon? no, espera, esa no es la pregunta, siempre pelean ¿tuviste sexo con él?- preguntó tan tranquilamente que Dazai casi escupió su bebida, observando al otro quien le miraba divertido, riendo, burlándose de él y la forma en la que se comportaba

-¡¿cómo se te ocurre?! ¡idiota!- le alegó, mostrando su enojo, pero esto no intimido en absoluto al estudiante de música -Joder, claro que se acostaron, por tu reacción parece que fue increíble ¿no?, francamente no me sorprende, es decir su odio mutuo debía terminar en tensión sexual- hablaba calmado, incluso sobre analizando la situación, sin embargo Dazai suspiro -como sea, no es tu asunto- el ruso al escucharlo asintio con la cabeza -tienes razón, no lo es, pero tú eres mi amigo, al menos eso quiero creer- aquellas palabras habían dejado a Osamu con un silencio, mirándolo de reojo, el pelinegro le miro igualmente y sonrió -¿estás enamorado de él?- le cuestionó, está vez sin ninguna intención de burlase o algo por el estilo, por un momento Osamu se cuestionó eso pero por más que buscará algo no lo encontró -no lo sé.. creo que no, simplemente... supongo que me acostumbré a la idea de que siempre estaba cerca- hablo, Dostoevsky lo escuchó

-no lo amas pero tampoco te gusta que esté lejos de ti, me suena frustración- hablo, Dazai bebió un poco más -el dijo que estaba enamorándose de mí.. aún con todo lo que hemos vivido me cuesta creer que algo entre nosotros pueda suceder, es decir, nos hemos hecho cosas terribles-

Fyodor asintio, estaba intentando realmente ayudarlo y ciertamente también el mismo intentaba comprender la enredada situación -Pero me parece que también se han ayudado mutuamente ¿no? les gusta lastimarse pero no soportan la idea de que alguien más lo haga-  Dazai río un poco, eso era verdad, lo admitía en todo aspecto -francamente sí. Ahora Chuuya está haciendo todo para mantenerse alejado de mi, después de tantos años- hablo y se estiró un poco

-bueno, no puedes culparlo, si se estaba enamorando de tí debió ser muy difícil para él decírtelo y tú evidentemente lo rechazaste, porque tú odio hacía el es más grande que tú afectó, él por un momento sobrepuso su amor por su odió, debió ser difícil aceptar que estaba enamorándose de la persona que odiaba- Dazai río un poco y golpeó amigablemente al ruso -se supone que debes defenderme a mi, no a él- Fyodor soltó una risa -solo digo la verdad, y tú ¿te has acercado a él realmente o solo buscas que se él acerque a ti?- le pregunto, Dazai se levantó al mirar la hora

-lo segundo, Chuuya siempre es quien viene...- murmuró mientras empezaba a caminar, alejándose del pelinegro quien sonrió al escuchar su respuesta

-Si realmente quieres seguir cerca de él.. me parece que debes ser tu quien vaya ahora hacia él-




















Chuuya se encontraba en la cafetería, Ango estaba con el, quien lo miraba notando su más que evidente frustración, Nakahara era una persona demasiado transparente, sus sentimientos podían verse con facilidad

probablemente ese era uno de sus atractivos

-Hm... Chuuya, ¿no crees que te estás forzando demasiado? aparte, dijiste que era el cumpleaños de tu tía..- hablaba de forma calmada, intentando transmitirle esa tranquilidad al otro, quien al escucharlo lo miro de reojo y soltó un profundo suspiro

-ah... supongo que tienes razón, ¡es solo que no entiendo que hace falta!- bebió un buen trago de su café helado, Ango sonrió un poco -dices que en tu historia las almas deciden irse ¿no es así?- Chuuya asintio, Ango siguió hablando -¿y si un alma volviera?- Nakahara lo miro verdaderamente confundido -¿cómo? ¿que un alma volviera? pero, te dije que un alma intento hablar pero fue ignorada, y solo desgarró su garganta ¿porque volvería?- el de lentes nego al escuchar al otro -no, me refería a que él otro decidiera está vez ir hacia él, volver- le propuso

-¿porque crees que el alma haría eso?- le pregunto y bebió un poco más, intentando que su interés no fuera demasiado notorio. Ango al escucharlo pensó un poco, en alguna respuesta que pudiera ayudar al otro -tal vez porque se dió cuenta que para poder vivir necesita al otro, quizá la soledad lo hizo ver qué nunca pudo extrañar ni sentir el olvido porque el otro siempre estuvo ahí. Tu lo escribiste, "si un alma vive la otra también puede vivir, así que si una muere la otra debe morir también" ¿era algo así, no?-

Nakahara asintio con la cabeza, escuchando aquellas palabras que le decía el otro, tenía un punto, sin embargo su historia era una vida real, Dazai no volvió, no volvería...

-si, eso decía... así que si una muere, la otra debe morir también- Quizá, había encontrado la respuesta, quizá sabía que era ahora lo que debía escribir.






"Porque tú... tu te escondes detrás de todos sin aceptar que necesitas a alguien, al menos dime ¿alguna vez te he dejado solo?"

𝒖𝒍𝒕𝒓𝒂𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora