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¿podrías decirme que parte de nosotros es real? escucho tu voz en el teléfono, pero estoy decidiendo como me siento"






"Aquellas dos almas condenadas una con la otra, arrastrando la existencia ajena y la propia dejaron que la cadena se oxidara; hay tiempo, hubo tiempo para hablar, pero mantuvieron sus labios cerrados por las palabras, palabras en forma de rosas con espinas afiladas que podían desgarrar sus gargantas por completo.

esas desgraciadas almas egoístas esperaron que la otra tomará la decisión de romper su propia garganta, cuando una de las almas lo hizo la otra solo lo dejo atrás, tal vez no estaba lista para hablar, tal vez no deseaba hablar. La otra alma lo entendió y volvió a odiar, recordando esos tiempos donde el dolor lo había hecho feliz.

creyó que tendría que dejarlo ir, porque la vida nos enseña a ser egoístas y no podía preocuparse por la felicidad ajena, debería preocuparse por la suya propia. Porque al final, las almas muy en el fondo se seguían odiando, porque había algo en su existencia que no toleraban, quizá era precisamente eso, el hecho que estuvieran vivos"


a pesar de tener una inspiración abrumadoramente negativa la aprovecharía, nuevamente los recuerdos pasados volvieron, entonces supo que lo que había sentido nunca fue amor, solo estaba obsesionado con el y hacerlo sufrir

quizá eso quiso creer, para no cargar con la humillación de haber sido rechazado.. o peor, de haberse enamorado en esas circunstancias, realmente no podía aceptar que estaba enamorado, solo lo veía como una atracción que antes no tenía en absoluto, un sentimiento agradable que estaba cuando se encontró cerca de él, pero ciertamente ahora que pensaba las cosas con claridad se dió cuenta que quizás solo había sido atracción, sexual o no, simplemente atracción.

"Y entonces el alma oculta se fué, la otra sintiendo la sangre recorrer su cuello hizo lo mismo.

habían tomado la decisión de sus vidas, la elección que quizá siempre estuvo en sus manos pero simplemente no quisieron tomar. No cortaron cadenas, no se juntaron... simplemente las ignoraron, dejaron que estuvieran ahí y se hicieron más fuertes para soportar su peso hasta el punto de no sentirlas.

se dieron cuenta que eran almas gemelas, si, lo eran.. pero lo único que compartían era odio y estaban bien con eso."

y finalmente, después de mucho tiempo Chuuya había terminado, estaba conciente que el final de su historia no era muy conciso, quizás precisamente por eso le gustaba así. Su único consuelo era que había terminado la historia satisfactoriamente, pero ciertamente ahora que estaba releyendo se dió cuenta que extrañaba aquella época donde peleaban y se insultaban, quizá porque sabía que en ese entonces tenían una conexión, buena o mala, daba igual.

y ahora no tenían nada

solo una cadena oxidada que ni siquiera era lo suficientemente fuerte para volverlos a unir, la única manera era que alguno de los dos tirará de ella buscando al otro y está vez Chuuya juro que no iría detrás de él.

está vez, no lo salvaría.













Habían pasado varios días desde aquel incidente, Dazai por un momento pensó que Nakahara le llamaría al menos para mandarlo a la mierda

pero evidentemente no lo hizo

se enteró que él había entregado su historia, deseaba una copia del archivo pero Osamu no se atrevió a pedírsela, por más que lo deseará, aparte el parecía sereno, como si intentaba arreglar sus propios sentimientos y Dazai no lo culpaba

-Hm...- murmuró mientras jugaba con su comida, ido en sus pensamientos, hasta que Astushi lo interrumpió -Dazai... ¿estás bien?- le pregunto el albino, el mencionado al escucharlo asintio de forma vaga -oh... si, estoy bien- sonrió poco después para tranquilizar a su amigo, este asintio y con ello todos empezaron a hablar de algo que Osamu no supo identificar realmente, parecía que no estaba ahí, su mente estaba en otro lugar, se dió cuenta que el motivo era Chuuya y eso no le agradó mucho ciertamente.

Las clases habían transcurrido con naturalidad, parecía que entendía lo que estaba escuchando, intento hacer que su mente dejara de pensar en Chuuya y en todo el tiempo que no se habían dirigido la palabra, un hecho que era realmente extraño, sus amigos preguntaron por eso, pero Dazai no les dió ninguna respuesta... porque quizá ni siquiera él tenía una.

caminaba por el campus, dirigiéndose a casa para poder dormir un poco y seguir con sus obligaciones como estudiante, el día era fresco, nublado y el aroma era algo húmedo, eso significaba que llovería y por ello debía apresurarse, miro su teléfono apenas un par de segundos solo eso basto para que ya hubiera chocado con alguien, derramando sobre su ropa la bebida de crema batida que tenía la otra persona

-oh, lo siento tanto- escuchó y casi se le salía el alma del cuerpo

cuando aquel hombre se incorporó por completo, Dazai no se atrevía ni a levantar la cabeza.. pensó por un momento en a quien le temía más, si a Kunikida o a Mori, y ni siquiera sabría que responder al respecto

aquel hombre extrañado del comportamiento del otro se agachó un poco intentando saber el porque reaccionaba así, cuando lo hizo lo supo perfectamente, entonces Dazai levantó la cabeza, colocando el gorro de su capucha y continúo su camino, intentando salir de esa situación lo más rápido posible, pero como ya sabría, no lo tendría tan fácil, solo le basto al mayor tomarlo del brazo -es bueno verte también, Dazai- hablaba aquel hombre con una falsa amabilidad, con una sonrisa dulce que casi le darían náuseas al castaño, por un momento pensó en Chuuya

si el estuviera ahí....

No, Chuuya no estaba ahí, no podía vivir toda la vida huyendo y esperando a que él pelirrojo lo salvará como si fuera una damisela en apuros.

-estoy ocupado, suéltame- se safo se su agarré y siguió caminando, Mori no lo siguió en absoluto, solo hablo desde la distancia -se lo que te sucedió, lo del hospital- Osamu paró, no muchas personas sabían que había estado en el hospital y definitivamente Mori no podría saberlo

-recuerda que soy médico Dazai- hablo como si supiera exactamente lo que estaba pensando, quizá era así, aunque ciertamente la expresión de sopresa de Dazai era una pista para el médico, quien agregó a su anterior frase -un médico como tú hubieras sido- concluyo y a Dazai le daba risa lo que estaba escuchando, ese hombre era un ser irónico y cruel, que sabía ocultarse bien en aquel semblante de amabilidad que confundía a cualquiera, incluso a él, aunque bueno... jamás engaño a Chuuya, el siempre le hablo que había algo malo en él, intento advertirle pero Dazai no hizo caso, tampoco es como si pudiera culparse pero lo hacía.

-pero no lo soy, ahora soy un artista- hablo intentando parecer lo más sereno posible

-¿si? ¿y eres bueno?- hablo, irónicamente, Dazai lo miro directamente no estaba siendo intimidado está vez, solo estaba cansado de lidiar con él -tengo buen gusto para escribir, pero obviamente eso no lo entenderías porque tú gusto de libros es horrible-

Mori sonrió al oírlo, sabía perfectamente porque se lo decía, sobre todo por su enferma fascinación con "Lolita" Dazai la reconocía, era buena obra, pero conocía perfectamente los comentarios de Mori hacía el libro y realmente le daba asco, volvió a caminar yéndose se ahí sin importarle la presencia ajena

-he leído dos de tus libros... y estoy fascinado, me gustaría leer más- le dijo el mayor mirándolo irse.


"Cansado de las palabras, las emociones son como estar atascado en el tráfico, dicen que es amor, pero yo solo estoy apunto de ahogarme en mareos"

𝒖𝒍𝒕𝒓𝒂𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora