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—¡¿Pucón, dónde están?!

—¿Dónde están quienes, vieja?— preguntó el  omega apareciendo por la entrada de la casa al ver cómo la Vieja y la Señora habían llegado— Y primero que nada, se dice buenas noches.

—Noches la que te voy a dar con mi palo si no me respondes a mi pregunta.

—¿Cuál era, si se puede saber?

—Los chicos. Quiero verlos, no me los ocultes.

—¿Y por qué haría esa wea? Los cabros están en la cocina— dijo el Pucón apuntando con su dedo hacia el lugar que había mencionado—. El Rj les está ayudando a que aprendan a cocinar.

—¿Le están enseñando para que se cocinen ellos o a ustedes?

—Ah...

—Ya mejor no respondas— habló la Señora estirando su mano para entregarle al Pucón un par de bolsas que traía en su mano—, y mejor lleva eso a la cocina.

—Pero tía no-

—Vuelveme a decir tía y te corto una oreja— advirtió ella levantando su dedo amenazando al azabache—. Para tí soy la Señora.

—Está bien... Señora estercolera— dijo Pucón tomando las bolas para luego salir corriendo de inmediato a la cocina antes de que la Señora se enojara.

Al llegar a ella notó como las cuatro personas que estaban ahí comían una especie de masa con azúcar, lo que rápidamente hizo llamar su atención mientas que dejaba las cosas que traía en su mano en la mesa.

—¿Qué están comiendo?

—Caca— respondió Rj limpiando su boca.

—Puta la wea, primo... ahora el Inquilino se va a sentir mal porque dijiste eso de su comida— alegó Chuki dejando en el plato su porción de comida—. Viste que ya me dio hasta asco weon.

—Ay no seas exagerado, si no creo que el Pucón o los cabros sean tan aweonaos para no darse cuenta de que no es caca.

—Rj... por favor ya no sigas— pidió el Inquilino sintiéndose un poco triste por lo que decía Rj, haciendo que dejara también su plato de lado mientras que bajaba su cabeza apenado por la situación.

El Pucón había notado el cambio de ánimo del Inquilino, y para que no se sintiera aún peor, se acercó a él tomando una de las bolitas de masa que había en su plato, llevándoselo a la boca rápidamente tratando de llamar la atención del peliazulado.

—O-Oye...

—¡Esto está muy bueno!— dijo el Pucón abriendo lo más que podía sus ojos mientras miraba al Inquilino, quién le devolvió la mirada de la misma forma que lo hacía el azabache—¿Qué es?

—E-Es un intento de donas...— respondió nervioso el Inquilino—pero solo es un intento, la próxima vez lo haré mejor.

—Cállate el hocico, esto está muy bueno— mencionó Pucón llevándose otro poco de masa a la boca—. Tu caca está rica.

—Puta, hermano, no digai la wea así que la voy a malpensar.

—Si lo dices es porque ya lo hiciste— dijo el azabache tirandole una bolita a su hermano—. Además, tú fuiste el que le dijo caca primero, así que no alegues y sigue tragando.

—Tragame esta— dijo Rj llevando su mano a su entrepierna para agarrarla.

—Puta weon, fíjate que hay niños chicos.

—Oe sipo, no veí que con suerte tengo 17 años y tú haciendo esa wea me vai a terminar traumado— comentó Chuki tratando de hacerse el serio mientras veía a su primo—. Además, MR y el Inquilino no te conocen aún para que andes mostrando la facha.

not a toy storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora