Texto 4

5 0 0
                                    

Aquel de cabello ondulado
no comprendería este amor,
pintando con un terrible dolor
todo lo que siempre he amado.

Que bajen y vean cuando quieran,
que no busco que ustedes crean.
Quiero que eones él me ame
y que con su regazo me calme.

Confiésame todo amor mío,
ya que tú eres mi felicidad
¿Puedo ser de tu fuente, tu río?
¿Podré ser yo tu creatividad?

Resulta que al pasar un día,
no importará lo que yo haga.
Porque serás como una daga,
y me dejarás una sangría.

Solo adelantando el tiempo
yo podría conseguir tu cuerpo.
Dime entonces la solución,
mas temo una contradicción.

Ese tiempo que es tan simbólico,
es lo que tardo en deprimirme.
Ya que tú amor hipotético
no quiere a mí que pueda irme.

Temo contigo yo no más vivir
Pero no soy capaz de decirte:
¿Podrías hacia mí dirigirte?
De ti, un beso quiero recibir.

Yo sigo sin parada, pensando,
y de todo me voy percatando,
de todo cuanto no puedo hacer
para de tu mente no perecer.

Y no sé cómo no me di cuenta
de la clarísima desventaja.
A tu corazón pagarle renta,
igual mi tristeza se relaja.

Yo cavilo viendo la ventana:
¡Si tan solamente yo pudiera
que no me vieras como cualquiera!
Mas mi mente es la charlatana.

Por desgracia mordí aquel fruto
que creo que me dejó de luto.
Mis pobres sentimientos reinaba,
mientras tu alma solo estaba.

Yo solo quiero tus ojos ver,
como en mirador las estrellas.
Entonces, ¿a mí me vas a querer?
¡Esas ilusiones son tan bellas...!

10 Textos, Si Sé Contar (Libro Experimental)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora