ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 17 ꜱᴏʏ ɪᴍᴘᴏꜱɪʙʟᴇ ᴅᴇ ɴᴏ ʀᴇᴄᴏɴᴏᴄᴇʀ

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Nora

Estuvimos el resto de la hora en la cafetería esperando que inicie el entrenamiento, Dylan me comento que el entrenador estaba emocionado que uno de sus entrenamientos fuera fotografía, por otro lado, mi entrenadora me dijo que no tenía problema mientras fuera en receso, porque como mañana es el partido, nosotras tenemos que terminar de pulir la coreografía

─ ¿Segura que quieres fotografías un montón de sudorosos? ─coloco su mano sobre la mía de manera inconsciente y mi corazón empezó a latir a mil por hora

─ Vas a estar tú ─me levante de mi silla y aparte la mano incomoda─ bueno, tengo que ir a ver a Elena antes del entrenamiento, nos vemos luego 

Necesito alejarme de él rápidamente, su cercanía me produce demasiadas sensaciones y solo quiero abrazarlo, pero algo me dice que no está bien, que hay algo que está mal en esta cercanía que estamos teniendo últimamente.

─ Espera... ─me tomo suavemente del brazo, pero no voltee a verlo, no puedo─ ¿Por qué no me miras?

Porque en este momento mi corazón y mente son una montaña rusa

─ Tengo prisa Dylan ─sentí como soltó lentamente mi brazo y juro que sentí como si me quemara─ nos vemos en el entrenamiento

Camine rápidamente hasta la torre que esta frente a la cancha, donde debe estar esperándome Elena. Necesito aclarar mi mente, no puedo sentirme así por Dylan, solo estamos fingiendo o almenos él lo hace. Luego están esto sueños tan raros, que cada vez me dan más indicios de que hay alguien que está a mi lado y que yo no recuerdo y me frustra no saber quién es.

─ Amor de mi vida ─Elena se encuentra en las escaleras con un libro en sus manos─ mira, te hice caso y comencé el libro que me recomendaste

─ Recuerda que es un libro erótico ─miro la portada toda inocente y luego a mí─ no te dejes engañar por la portada

─ Tienes una mente pervertida ─guardó el libro en su bolso y subimos las escaleras

─ Te sorprendería los fetiches que te pueden crear los libros ─abrió sus labios en una <<o>>─ Yo te estoy advirtiendo

─ ¿Y Dylan también lee estos libros? ─seguí subiendo los escalones sin prestarle mucha atención a su pregunta─ digo, como siempre están compitiendo en los debates de literatura

─ Hace un tiempo que no hacemos debates ─digo con un poco de nostalgia, a decir verdad, extraño esa rivalidad que teníamos─ pero...respondiendo tu pregunta, si lee erótica 

─ ¿Cómo será poner en práctica lo que lees? ─la miré de reojo y comencé a reír─ ¿Qué?

─ ¿Cómo terminamos hablando de esto? ─me detuve en el barandal y me quedé observando la cancha─ y no sé cómo será poner en práctica las escenas hot de los libros, pero... si encuentro a algún lector que quiera recrear mis fantasías sexuales te cuento

─ Y... ─la interrumpí

─ Pero sin detalles ─la señale con mi dedo─ solo te diré si paso o no

─ Aburrida

─ Lo sé ─me encojo de hombros─ bueno, a lo que veníamos

─ ¿Qué ocurre? ─se sentó en el suelo con las piernas cruzadas─ se ve en tu mirada que algo te preocupa

─ Dylan me preocupa ─frunció el ceño en respuesta─ bueno, lo que siento por él me preocupa

─ ¿Por qué lo dices?

─ Tengo miedo de que se aburra de mí, de que se canse de fingir ─paso mis manos por mi falda con nerviosismo─ ayer me dio una crisis de pánico, tuve una pesadilla y me desperté asustada ─respire profundamente─ Dylan estaba conmigo, me ayudo a calmarme, pero no quiero que si me vuelve a pasar el este conmigo

Olvidando Mis ReglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora