ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 18 ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴏꜱ ʙᴏʀʀᴏꜱᴏꜱ

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Nora

─ Nora ─los pasos apresurados de Ethan se escuchan por toda la casa─ ¡Nora!

─ ¿Qué quieres? ─baje la escalera con pereza─ ¿Por qué gritas tanto?

─ ¿Cómo es eso que mañana tienes una carrera? ─me rasque la nuca con nerviosismo─ Nora...

─ Te lo iba a decir, pero estabas tan ocupado con desaparecer una semana de la casa, que no me dio tiempo ─frunció el ceño y negó repetidas veces

─ Hermana, sé que no te he prestado mucha atención ─intento acercarse, pero caminé hacia la sala y le di la espalda─ ¿Ha pasado algo mientras no he estado? ─pregunto a mi espalda

─ Muchas cosas ─respondí─ como que...creo que me está empezando a gustar mi mejor amigo

─ ¿Qué te gusta Dylan? ─menos mal solo estamos nosotros en la casa─ ¿se lo has dicho?

─ No, el solo me ve como una amiga y no pienso perder mi dignidad por alguien ─aún sigo si voltear a verlo

─ Yo opino que deberías decírselo, yo he visto cómo te mira cuando estás distraída ─mi corazón se oprimió con su comentario 

Nos quedamos unos minutos en silenció, sentí unos pasos que se venían acercando y luego el brazo de Ethan en mi hombro.

─ Voy a estar en mi habitación ─me quedé mirando como subía al segundo piso sin entender nada hasta que sentí que alguien me cubrió los ojos

─ ¿Quién soy? ─intentó imitar una voz más aguda, incluso así lo pude reconocer, su aroma inundo todo 

Tome una fuerte respiración y hable.

─ ¿Elena? ¿Jeremy? ¿Ethan? ─nombre a todo menos él, acerco su rostro a mi oído y susurro

─ Soy yo ─bajo sus manos hasta mis caderas y me dio la vuelta para quedar frete a él─ me estas olvidando

─ Ya sabía que eras tú, tu perfume con olor a zorrillo se siente desde lejos ─me burle, afirme mis manos en su pecho cuando me apego más a él

─ Hay esta mejor, así se impregna mi perfume en ti ─sus brazos me abrazan por la cintura y juro que mi corazón se saldrá de mi cuerpo─ soy imposible de no reconoce

─ Que egocéntrico ─intente alejarme, su cercanía me está jugando una mala pasada y siento como si mis piernas se volvieran gelatinas─ ahora ¿a qué has venido? ─logro quitar sus manos de mi cintura

─ ¿Por qué te alejas? ─ignora mi pregunta

─ No me aleje, solo quiero ir a la cocina a comer algo ─mentí─ ¿me acompañas? ─asintio poco convencido

Camino detrás de mí hasta la cocina, saqué un pastel que había preparado mamá ayer y serví dos trozos.

─ ¿Me dirás a qué debo tu visita? ─le entregue el plato

─ ¿Por qué has estado tan distante? ─rodeo la encimera y se acercó a mí─ ¿me estas evitando?

─ ¿Qué? ¿Yo? ─respondí con nerviosismo─ no, como crees ─se acercó más a mí y acaricio mi mejilla con su pulgar─ Dylan... ─me acerco a su cuerpo con delicadeza  

Mi cabeza duele demasiado, abro mis ojos poco a poco para acostumbrarme a la luz que da directo, me levanto con cuidado de la cama y me quedo procesando como llegue a mi habitación.

Olvidando Mis ReglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora