Luz de mi vida [Madahina]

Prólogo

Los personajes de naruto no me pertenecen solo los uso sin fines de lucro.

𝚕𝚞𝚣 𝚍𝚎 𝚖𝚒 𝚟𝚒𝚍𝚊 : Prólogo

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Datos de los personajes.

Madara Uchiha
Edad :30 años
Posición: Líder del clan Uchiha
Esposa: Mito Uzumaki

Hinata Hyūga
Edad :19 años
Posición: Princesa del Byakugan y futura heredera del clan Hyūga

Itachi Uchiha
Edad :26 años
Posición: Sub líder del clan Uchiha y miembro de ANBU

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¿Como podía ser que una joven tan hermosa podría quedar embarazada de un hombre casado ?

El líder de los Uchihas no tenia ni idea de la situación de esta, si fuese asi la hubiese ayudado en lo que pudiese, tan solo pensar en esa noche donde los deseos lo consumieron lo hacía sentir el peor hombre del mundo.

Hinata era una buena chica, ella al conocerlo no pudo evitar sentirse intimidada ante el, tenia que admitir sentía curiosidad por Madara, ella sentia  un poco de afecto hacia el desde aquella ves que lo cuidó por unas semanas después de aquella misión fallida.

Madara al principio la trato mal pero el tiempo lo cambió todo, él parecía llevarse bien con la Hyūga al igual que todos, bueno casi todos, la esposa del líder era una mujer testaruda y últimamente su matrimonio no iba de las mejores.

Éste no hubiese conocido ala Hyūga si su sobrino itachi no la hubiese invitado a su propiedad.
Según Itachi dijo que ella fue quien lo atendió en el hospital cuando este y su compañero Obito volvieron de aquella misión fallida.

Quien diría que Itachi que se iría enamorando de aquella joven.
Era hermoso pasar tiempo con esta, era lindo hornear galletas en aquellas frías y nubladas tardes de invierno y luego comerlas en la media tarde con todos.
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Fue una nublada mañana, hacia frío y la humedad se notaba en la tierra por la llovizna que era costumbre por las noches. El sub lider del clan Uchiha estaba en camino al distrito Hyūga a buscar a la ojiperla, le era costumbre buscarla todas las mañanas, el padre de Hinata sabia sobre la amistad de estos dos y estaba de acuerdo, itachi era un buen hombre y amigo, Hiashi podía confiarle a su primogénita al respetable ANBU.

El uchiha aprovechaba al máximo su tiempo libre, aveces solía tener misiones de muy largo tiempo lo cual limitaba sus encuentros con la joven.

Finalmente este llegó a su destino, sin embargo, al tocar la puerta se entero de la ausencia de la misma lo cual se le hizo extraño, Hinata no solia salír a tal hora de la mañana y más si sabia que el la buscaría ese día. Sin perder la esperanza Itachi se dispuso a buscar en los lugares más frecuentados por la joven, preocupado buscaría a las afueras de Konohagakure, justo en el bosque, aquella Hyūga estaba sentada en el suelo, su espalda y cabeza estaban apoyadas sobre el tallo del arbol sin hojas, al parecer esta veia la cascada como si fuese la cosa mas importante en la aldea de la hoja, al acercarse se percato que esta se encontraba  desabrigada, sin dudarlo se sacó su bufanda negra y cuando quedó frente a esta se la puso regalandole una leve sonrisa, ella no lo miro, su mirada era perdida, podria jurar que esta parecia como si no hubiese dormido en días, Entonses sus miradas se cruzaron, Hinata sintió su interior quebrarse desviando su mirada a un costado,
Itachi se sorprendió al ver los ojos de la Hyūga vidriosos, sus labios temblaban mientras que una lágrima de esta resbalo por su mejilla hasta llegar a su mentón y caer sobre la manos de ésta.

—I-Itachi-san —murmuro entre lagrimas la joven quien no pudo evitar llorar, se sentia tan patética al cometer tal error irreparable, tan estupida al jugar con los sentimientos de Itachi, ahora estaba metida en problemas ¿ como decírselo a su estricto padre ?, lo más seguro era que la gente del pueblo exija su exilio de la aldea o incluso su muerte como sucedió con otras mujeres.

Tampoco sabia si decírselo al líder Uchiha, lo más seguro era que este reaccionaria mal con ella por descuidada, Hinata tan solo había estado una ves con el Uchiha, nunca penso en terminar embarazada, este ni la tomaría enserio o eso pensaba, Madara era una persona seria y dura en situaciones delicadas, ella ya sabia de lo que era capaz el azabache por lo cual tomó la decisión de no decir nada para mantener su honor y su vida en caso de que la arrogante esposa del líder se enterase, siempre la trató como una miserable cuando estaban solas, claro pero frente a los demás esta sonreía con ella, la gente amaba a Mito, ella era la colaboradora más destacada del Hospital de Konoha.

— ¿Que ocurre, Hinata-san? — decia este al ver la exprecion de la Hyūga. —¿por qué lloras? — murmuró este viéndola, el pijama color blanco de esta estaba sucio por el barro, corría riesgo de quedar enferma ¿en que estaba pensando Hinata al salir de esta forma?

—E-Estoy embarazada de Ma-Madara-san—  Hinata se sentia tan avergonzada ante su admisión que ni quiso mirar a los ojos al azabache que estaba agachando mirándola, esta miraba a un costado con sus manos entrelazadas, Itachi no sabia que responder, le sorprendió bastante la noticia, nunca pensó que había algo entre su tío y la joven Hyūga, la mirada del uchiha cambió a una neutral, parecía molesto y su seño estaba levemente fruncido, le molestaba pensar en que alguien ya había corrompido a sí futura mujer, trato de no ser evidente con sus expresiones.

Hinata se secó las lágrimas que resbalaban de sus mejillas, no se sentía digna de nada, ni de tener la amistad de Itachi.

El uchiha se paró y suspiró lentamente, de estar enojado era obvio pero el no era una persona que reaccionaba con agresividad y ni siquiera podía reclamarle a Hinata por su descuido ya que no eran pareja, solo eran amigos aunque para el fue más que una simple  amistad.

— Quiero que sea un secreto .. — musito  la Hyūga, el de ojos negros solo la miro, quien diría aquellas palabras la princesa transformaría su vida en un infierno después de ese suceso Hinata viviría el desamor, el rechazo, la mentira, el maltrato y las críticas...

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Continuará...