Cap. 01

25 0 0
                                    

“Viento de verano”

Hamburgo, Alemania.
Mayo, 20, 2023.

Muchas personas nunca superaron a cierta persona en sus vidas, ya sea por el sentimiento que en algún momento les hicieron sentir, cosas que pasaron juntos, o una extraña unión que no se sabe de donde surgió pero al final se sentía indispensable, y nunca me puse a pensar tanto en ello hasta el día de hoy.

Cada una de esas personas simplemente siguieron con sus vidas, intentando olvidar lo que en el pasado tuvieron. Pero el recuerdo y la nostalgia siguen ahí; intactos.

Ahora miraba por la ventanilla del auto los árboles repletos de hojas verdes y flores al pasar, se sentía como revivir cosas del pasado... La niña de ese entonces sonreía ansiosa y emocionada, y ahora paseaba nerviosa con el estómago revuelto.  Hace años no pasaba por aquella carretera que dirigía a la mansión de los Hanisch, los que me recibían cada verano al terminar las clases y me despedían en agosto para así volverlos a ver el próximo año como era costumbre.

Pero eso había terminado hace mucho tiempo.

—No te ves bien.

Volteé a mi lado, viendo a Dominik conduciendo, se veía relajado y concentrado en lo que estaba haciendo. Aún así, tuvo oportunidad de voltear a verme y sonreír como si fuera un chiste.

—Tú tampoco eres tan guapo, sabes.

—No me refería a eso —me contestó— Te veo inquieta, ¿estás bien?

Permanecí en silencio viendo atentamente al frente, me encogí de hombros dándole a entender que ni siquiera yo lo sabía. 

—Supongo que no —le admití después de unos segundos—. Se siente como si ellos fueran a estar ahí todavía...

Dominik deshizo su sonrisa poco a poco, siguió con la mirada al frente, parecía afectarle, probablemente no tanto como a mí; pero lo hacía. Después de todo, él también venía aquí conmigo.

—Sé que los señores Hanisch no estarán aquí, pero aún está tu amiga Rhea y su hermano Markus.

Me puse nerviosa de tan solo escuchar su nombre. No sabía si estaba lista para verla de nuevo, ¿cómo sería capaz de verla directamente si escuchar su nombre me volvía un desbarajuste?

—Rhea ya no es mi amiga... —contesté desilusionada— Y Markus es un estúpido. Aún me sorprende que sean hermanos.

—Así como tú y yo lo somos.

—Que quede claro... —le dije, haciendo una pequeña pausa— Tú eres el tonto en esta relación.

Dominik puso sus ojos en blanco ignorándome el resto del camino. No había mucho que decir e internamente lo agradecí, pues parecía que ambos aún teníamos cosas que pensar en nuestro propio silencio.

Tenía mucha presión sobre él, y aún así intentaba hacerme sentir mejor cada vez que tenía la oportunidad, me sentí del todo agradecida cuando me dijo que podría acompañarlo en este viaje a pesar de que nuestros padres le dijeron que no querían sentirlo apartado de los negocios por cuidar a su hermana menor. Pero él insistió, sabía lo importante que era para mí darle un cierre a la relación amistosa que alguna vez tuve con Rhea y su familia, porque nunca lo pude superar.

Fue muy drástico...

Al llegar a la residencia, mi rostro cambió nuevamente y un golpe de decepción y tristeza me llenó en lo más profundo. El lugar en el que ahora estaba, no se parecía en lo absoluto al que visité la última vez hace años. Y entendía que ya nada podía volver a ser lo mismo, pero no esperaba que fuera a ser tan diferente.

Rhea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora