Los nuevos integrantes

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Días después del regreso de Simba, todo fue como era antes pues la presencia de Timón y Pumba no eran obstáculo para la curiosidad del cachorro y aunque tenía con que y con quién entretenerse, el tenía muchas ganas de estar con su querido tío Scar, pero parecía que el destino dictaba lo contrario ya que cuando quería ir o acercarse a la cueva de Scar algo se interponia en su camino, ya sea Nala o era Timón y Pumba los cuales lo vigilaban más de lo normal y no querían que se acercará al león debido a que Mufasa le había advertido de los malos habitos y malas mañas del león y les mostró por lo que estos al ver las acciones de Scar, tienen mucho más precaución y ahora no dejan que Simba se acerque a Scar, si aun el cachorro les ruegue, no dejarán que esté con su tío algo que no tiene más remedio que obedecer las órdenes de éstos, a pesar de todo, algunas veces si podía visitar la cueva y estar con esté, pero por desgracia su tío no se encontraba en la cueva o estaba nada más Nala la cual estaba con su madre, algo que lo ponía a pensar pues ella últimamente ha estado mucho tiempo ahí, cuando sucedía esto Simba se decía así mismo Porque Nala está aquí en la cueva de mi tío Scar y porque él no está, acaso ella me está quitando el cariño de mi tío o acaso él ya no quiere que sea su favorito varios pensamientos recorrían su pequeña mente y a veces se enojaba con ella sin razón aparente algo que extrañaba mucho a la madre de está.

Simba no pudo ver a su tío Scar otra semana más y cuando lo veía el estaba con aquella leona la cual nunca Simba supo su nombre pues él la conoce por se madre de Nala, pero hasta ahí, nada más; sin embargó, sabía que Scar nunca estaba en celo debido a razones desconocidas para él así que no se preocupaba mucho de eso. Al pasar los días, Simba podía ver nuevas caras en la manada, pues él noto que habían más integrantes de los que recordaba algo que no se lo tomó de buena manera, las leonas que estaban en celo y embarazadas ya concibieron cachorros los cuales eran de diferentes colores y los pocos machos que habían en la manada se alegraron de esto bendiciendo a sus retoños, Nala al ver a los nuevos integrantes de la manada, se puso muy contenta al saber que podrá conocer a los cachorros ya que ella cuando Simba nació, se moría de ternura tan solo en verlo debido a que cuando uno es pequeño, todo su cuerpo era adorable y el pelaje es tierno y suave por lo que es de esperarse aquella reacción al verlos de bebés, en cambio Simba no se lo estaba pasando bien y no quería conocer a ninguno de ellos pues solamente quería estar con su tío Scar así que se negó en conocer a los cachorros nuevo, Nala- le insistió a Simba de que la acompañará, pero este seguía de terco: Plática

Nala: Simba, vamos a ir a conocer los hijos de nuestro "tíos". Dijo emocionada.

Simba: No quiero ir. Dijo disgustado.

Nala: ¿Por qué?. Preguntó.

Simba: Porque no quiero ver a esas bolas de pelo que nada más sirven para atontar a todos. Expresó un tanto molesto.

Nala: oh... vamos Simba, no les digas así... yo sé que te van a encantar y hasta los vas a querer abrasar. Dijo algo coqueta.

Simba: ¡No!

Nala: Simba, vas a tener que ir quieras o no. Dijo mientras le jalaba la cola.

Simba: No Nala, déjame en paz... y suéltame. Dijo arto cuando se estaba safándo de Nala.

Nala: Vamos Simba...

En eso entra Mufasa en la cueva real para llevarse a Simba a qué conozca a los cachorros.

Mufasa: Vamos hijo, hoy tenemos un día ocupado ya que iremos a conocer a los nuevos súbditos. Dijo algo feliz.

Simba: Papá, no quiero ir. Menciono.

Mufasa: ¿Por qué?. Preguntó.

Simba: hem... porque... hem...

Nala: porque él dice que solo son un estorbo y atontan a todo el mundo. Respondió.

El Rey León: Nuestro Futuro ImperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora