El viaje de Mufasa (Las cosas en el reino)

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En la mañana siguiente, Simba se había despertado algo tarde, pues la noche de ayer le dejo un poco de insomnio porque le declaró su amor a su tío y por su suerte este acepto, por lo que ya despierto decide ir a verlo y estar con él además de platicar sobre su relación, Simba pasa donde siempre se reúne su padre y al no verlo, se extraña por lo que va con su madre a ver qué sucede. En el camino se topa con un grupo de animales que dirigiéndose al norte, algo que toma como un poco de importancia, así que va con su madre al preguntarle que es lo que pasa.

Al llegar a dónde se reúnen las leonas, nota que su madre está apartada de las demás por lo que se acerca a ella y la saluda, - Hola mamá, Buenos días - saluda Simba a lo que la reina de igual forma lo saluda - Oh *Sorprendida* Simba, buenos días, cariño - dice a lo que el muchacho voltea a ver dónde están las leonas y le pregunta - Em... mamá, ¿Por qué hoy no te juntaste con las demás leonas? - a lo que Sarabi responde - Bueno hijo... quise estar sola está vez - dice algo desanimada algo que lo nota Simba y se preocupa - Mamá, ¿Estás bien?, ¿Te sucede algo? - así que la leona voltea a ver a su retoño y responde - *Sonríe* No Simba, no pasa nada, solo que...- se quedó unos minutos viéndolo por lo que Simba le pregunta de su padre - Mamá, ¿Dónde está papá? - así que la leona mira hacia el horizonte y cierra los ojos - Tu padre se fue de viaje, va a tardar un par de semanas en volver - por lo que al escuchar eso, Simba sonrió, ya que tendrá todo el tiempo libre para estar con su tío Scar sin que su padre lo esté vigilando todo el tiempo y al pensar el su tío, unas mariposas en el estómago lo empezaron a molestar por lo que al sentir esto, mira a su madre y piensa - (Mm... le digo, no... no creo que sea buena idea, pero puedo preguntarle) - así que tomo un suspiro y le pregunto a su madre - Mamá, ¿Tú alguna vez... *Se pone a pensar* tú amas mucho a mi papá? -.

Esa pregunta hizo que Sarabi se saliera de sus pensamientos y le prestará atención a su hijo, la verdad no se lo esperaba - ¿Qué?... bueno, yo - se pone a pensar solamente en aquel león con el que se enamoró, tarda unos minutos en darle la respuesta a Simba y entre sueños y recuerdos le responde - *Sonríe* Simba, yo amo mucho a tu padre, él es el amor de mi vida - Dijo algo risueña y al ver a su hijo pensativo, le pregunta su motivo - Mm... y ¿Por qué la pregunta Simba? Acaso tú ya estás enamorado - menciono la leona, por lo que al escuchar la palabra "Enamorado", se sonroja tanto que se pone algo nervioso - Yo, qué?... no, no, no, no, no... yo no estoy enamorado - dijo a lo que su madre le sonrió - Vamos Simba, no lo niegues... - dijo, pues él solito se había delatado.

- Vamos... soy tu madre, sabes que tienes toda mi confianza - dijo apenando aún más al chico, Simba no quería decirle sobre los sentimientos que siente hacia su tio Scar, pues sabe que eso la destrozaría por completo, así que intento cambiar de tema, - Em... y a... ¿A dónde fue papá? *Pregunto* -, - Simba, dime quien es la afortunada - por lo que Simba mejor decide voltear al otro lado, su madre al ver la pena que siente su hijo, decide conocer a su futura nuera, así que piensa en como, - Bien, veo que no me quieres decir... está bien, pero... ¿Puedo saber lo que sientes por ella? - así que Simba tan solo suspira, - Vamos Simba, inténtalo... Piensa en ella y descríbemela - a lo que Simba tan solo cierra los ojos y empieza a imaginarse a su tio Scar.

Él no solamente lo veía como su tio, sino como alguien bueno, increíble y muy inteligente, con una fuerza y un valor inimaginable que ningún león podría tener, él se imagina a su tio, su melena obscura, su pelaje rojizo, sus ojos verdes y su gran figura, se fija más en sus caderas y en su pecho, para Simba el cuerpo de su tio era un monumento, sus sentimientos se expandían cada vez que recordaba detalladamente cada parte del cuerpo de su tio, no podía creer el haberse enamorado de un león así, sin darse cuenta, empezó a describir lo que siente por su tio delante de su madre.

Sarabi noto como su hijo se había perdido entre sus pensamientos e incluso ella se estaba imaginando en aquella leona que su hijo describía detalladamente, una leona muy hermosa, de ojos verdes, pelaje rojizo, linda sonrisa, pareciera como si se tratara de una princesa digna para él, bonita, fuerte e inteligente, todo iba de maravilla hasta que por desgracia Sarabi escucho el pronombre de ÉL algo que corto de inmediato sus ilusiones, - Es maravilloso, nunca pensé que alguien como él existiera... - a lo que su madre se alteró un poco - Si aja... alto, espera... ¿Él? *Pregunto* - a lo que Simba cae de su nube y corrige sus propias palabras - Él... él, no digo ella... ja, ja, si ella *Se autocorrige* - a lo que su madre lo miro directa - Simba, tú te has enamorado de una leona ¿verdad?, no de un macho *Molesta* - dijo de forma algo amenazante a lo que Simba le responde - No Ma', como crees, yo de un macho... no, ja, ja, ja *Empieza a reír* - así que a la reina le empiezan a surgir pequeñas sospechas.

El Rey León: Nuestro Futuro ImperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora