Capítulo 3

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 Capítulo 3

No. Está. Pasando.

   El pipipipipi del despertador me sacó de un sueño que no recordaría hasta bien entrada la mañana. Restregué mis ojos con la punta de mis dedos y observé el reloj. 8:15. Media hora para estar lista y haber desayunado con mi hermano. Tan solo quince minutos para pasar por Danny, llegar al instituto y conversar un poco con mis amigos.

 Me levanté e hice todo lo que debía. Aceptar la realidad, olvidarme del pasado y disfrutar del futuro, también estaba en mis planes.

  Bajé y viví la rutina que todos los días de mi vida había seguido. Aunque Christopher no se encontrase más en la Tierra, eso no cambiaba que mi hermano y yo nos dirigiéramos al instituto sin un beso de mamá, o un apretón de hombros de parte de papá. Christopher no había interferido tanto en mi vida.

   Thomas preparaba sus tostadas con jalea, y tu taza de café diaria; yo me dispuse a ir hasta la alacena, coger los cereales y el yogurt y depositarlo en un pote junto con una cuchara.  Suspiré, aburrida de tanta rutina junta, de no estar en vacaciones y hacer algo diferente cada día. Solo faltaba mitad de semestre. Mitad de semestre para que esta estúpida rutina se borrara y me quedara completamente sola el año entrante. Thomy y Danny irían a la universidad y yo… pues yo… decidí que prefería la monotonía de mis días antes que la soledad.

-       ¿Ya sabes que quieres hacer cuando te vayas, hermanito?- lo saqué de sus pensamientos y largó el aire que contenía su boca. Un dejo de nostalgia sobresalía por la rendija de sus ojos.

-       Sé que no quiero dejarte, Jack.- fueron sus palabras. Palabras que perforaron el interior de mi alma. Traté de forzar una sonrisa, una sonrisa que lo apoyara y decirle que nunca me dejaría. ¿Pero a quién engañaba? Por un año lo vería con veces contadas. Se iría de Seabrook para probar suerte en otra parte, y, ¿quién podría culparlo?

-       No quiero que pienses en eso. En un año yo haré lo mismo que tú. Asique, ¿qué quieres hacer de tu vida, Thomy? Lo hemos hablado muchas veces, pero nunca tienes respuesta definitiva. Entonces, cuéntame.- él sonrió de lado, y luego tomó un sorbo a su taza de café.

-       Medicina. No hay mejor trabajo que el de salvar vidas, ¿no te parece, Jackie?

-       Estoy muy orgullosa de ti, ¿lo sabes, no?- levanté el pote de cereales que había acabado mientras sosteníamos esa cariñosa conversación. Besó mi mejilla con dulzura y fui en busca de mi mochila.

Salimos de allí y recorrimos el trayecto en un silencio nada incómodo. Mis pensamientos se habían ido por las nubes. ¿Con qué otra cosa me encontraría hoy? Agradecía al cielo que Bren, Philip y Will siguieran estando conmigo, a mi lado, siempre.

  Paramos en la casa de Danny y las cosas se fueron dando solas. Los chicos iban absortos en sus temas de conversación y yo iba callada junto a ellos. Cuando llegamos al instituto, fue un completo alivio ver a Bren agitando su mano, indicándome que me dirigiera donde ella estaba.

  Me abrazó como pocas veces al año hacía, con fuerza y cariño en un grado extremo.

-       ¡Te fuiste sin darnos una explicación, Jacqueline! ¡No respondiste mis llamadas ni mensajes! ¿Y si te había pasado algo? Existo, ¿sabes?- la abracé aún más bruscamente a lo que ella había hecho. Decir que la amaba demasiado era poco.

-       No sabes lo bien que me hace saber que estás ahí siempre, Bren.- vi cómo Thomy y Danny pasaban a nuestro lado e iban alejándose de nosotras poco a poco.- ¡Oye, Thomy!- volteó y se encontró con mi vista fija en él.- hoy tengo química, ya sabes lo demás.- me dedicó una amplia sonrisa y se largó con Danny.

Love is in the airDonde viven las historias. Descúbrelo ahora