175.- Aroace (Style)

Odio (4)

Hubo un breve silencio. El azabache hizo una mueca. Kyle no sabía si el azabache lo había entendido bien, por la cara que estaba haciendo, tal vez había entendido que se había presentado, pero su nombre le parecería tan extraño que tal vez no lo comprendiera como un nombre.

- Os... Kyle si eman rouy... eman egnarts a s'taht... ti ekil I... (Así que... Tu nombre es Kyle... Es un nombre extraño... Me gusta...).- sonrió un poco, pareció entender que se llamaba Kyle, incluso la sonrisa parecía ser un signo de confianza o tranquilidad. Kyle suspiró con alivio.- ...gnihtyna dnatsrsednu t'nod uoy taht ytip a s'ti... (Es una mierda que no entiendas nada...).

Hizo un par de gestos. Casi como si le intentara explicar algo. Simuló un campo, una ola con el brazo, lo señaló en un par de situaciones. Kyle no estaba entendiendo nada.

- Ugh... Tol ien... gnihtyna etalsnart ot detnaw uoy t'ntdid yhw? Ti nmad. (¿Por qué no querías hacer de traductor? Maldita sea...)- suspiró con pesadez y después volvió a señalarlo y repetir algunos gestos hechos anteriormente.- yrgnuh uoy era? (¿Tienes hambre?).- preguntó al escuchar su tripa gruñir un poco.

Kyle desvió los ojos. La sonrisa enternecida del azabache avergonzó excesivamente al pelirrojo. Le hizo un gesto que indicaba pausa, espera, y se levantó de la caja para salir de la tienda de campaña. Al paso de varios minutos, regresó con un alimento extraño, tal parecía ser las flores de los cactus, traía dos o tres, y después de darle dos de ellos, él se comió el tercero con naturalidad. El amargor de la pieza hizo arrugar la expresión del pelirrojo, parecía que estuviera poco maduro, pero al no ver ni rastro de crispación en el rostro del contrario, no pudo hacer de otra que morderse la carne interna de la boca y comerse aquella especie de fruta tan amarga. No podía esperar mucho si estaba en un desierto. Evidentemente no iban a tener alimentos extremadamente dulces o apetecibles.

- Dios, ni que fueran manzanas bordes...- susurró para sí mismo al iniciar a dar bocados a la segunda fruta.

La mirada fija y curiosa del azabache se plantó sobre él.

- Siht gnitae ot desu ton er'uoy, huh? (¿No estás acostumbrado a comer de eso, huh?).- Una sonrisa compasiva y bastante burlona recorrió su rostro al ver el sufrimiento del pelirrojo.

Aunque el pelirrojo no entendió sus palabras, si entendió que se estaba riendo de sus caras de angustia y asco al comer aquello, no le hacía extremadamente feliz que se riera de él, pero tampoco podía hacer otra cosa. Bueno si, decirle que no lo hiciera, pero se quedaría igual porque no se entendían mutuamente.

- Egaugnal eht uoy hcaet ot yrt ll'i. ylisae ti nrael uoy epoh I (Intentaré enseñarte el idioma. Espero que lo aprendas fácilmente).- susurró repentinamente después de unos minutos.- rehto hcae dnatsrednu t'nod ew fi detacilpmoc ytterp eb dluow ti, hguohtla. dekcuf er'ew, su pleh ot tnaw t'nseod Tol ien sa dna. (Aunque, será bastante complicado si no nos entendemos mutuamente. Y como Tol ien no quiere ayudarnos, lo tenemos jodido).

- No sé si no te das cuenta de que no estoy entendiendo nada o realmente solo estás hablando tú solo. Lo cual no sé si es creepy, ridículo, estás loco o típico de tu gente...- el azabache se lo quedó mirando fijamente y ladeó la cabeza hacia un lado.- Claro, tú tampoco me entiendes a mí, ¿eh...?- silencio incómodo.- En serio... Esto es una mierda... ¿Cómo se supone que he llegado aquí si estaba en mi puta cama?- se cruzó de brazos rodando los ojos.

- Yas eh tahw rettam on, mih deen I, "elpoep ruo pleh ylno I" fo ecnes gnikcuf sih dna Tol ien kcuf. dias uoy lleh eht etalsnart ot deen gnikcuf I. (Que le follen a Tol ien y su puñetero sentido del: "Solo ayudo a los nuestros", lo necesito, no me importa lo que diga. Necesito traducir qué mierda has dicho).- mientras decía aquello, se puso las telas sobre su rostro, cabeza y boca; y salió de la tienda de campaña, Kyle, al no comprender lo que había dicho, decidió que lo mejor que podía hacer era quedarse allí, porque tampoco quería causar problemas si nadie lo entendía y todos lo mirarían como el hombre de piel morena que trajo anteriormente a la cabaña.