Capitulo 11

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Sin dejar de abrazar ni de besar a ______, Justin le dio una patada a la puerta entreabierta y los dos quedaron solos en la semioscuridad del establo. Casi en voladas, la llevó hacia la parte de atrás de las cuadras, lejos de los caballos, donde se acumulaba la paja limpia y seca. También había mantas, como las que usaban bajo las sillas de montar.

Sin soltar a ______, agarró una que vio colgando de un clavo en la pared. Aunque se dio cuenta de que no necesitaba agarrarla para que ella lo siguiera. ______ lo abrazaba con tal fuerza que no habría podido decir quién era prisionero de quién.

Ella aprovechó que él tenía que sujetar la manta para deslizar una de sus manos bajo la camiseta y acariciar su espalda.

Se estremeció al sentirla sobre su piel. Estuvo a punto de tropezar y caerse. El suelo era desigual y estaba lleno de obstáculos.

-______, ágape mou... Cuidado con lo que haces...

Sintió un nuevo escalofrío recorrer con fuerza todo su cuerpo cuando escuchó su risa.

-Pero, ¿no es esto lo que quieres? ¿Lo que los dos queremos?

-Sabes que sí. Pero no así... Espera.

Consiguió tender la manta sobre la paja limpia. Le costó hacerlo. Apenas veía y _______ no se separaba de él, limitando sus movimientos.

Por otro lado, las manos de esa mujer amenazaba con hacerle perder el control. Ya tenía las dos bajo su camiseta. _______ recorría su columna con una de ellas, con la otra jugueteaba cerca de la cintura de sus pantalones vaqueros. Estaba siendo una auténtica tortura.

_______ comenzó acariciándole la cintura por atrás, justo debajo del cinturón de piel. Después deslizó la mano hacia delante y supo el momento exacto en el que rozó su erección porque _______ contuvo el aliento un instante para después entregarse con más pasión aún a sus besos.

Durante un segundo, temió que aquélla fuera la misma joven que había conocido en el pasado y, sin poder respirar, esperó a que ella, asustada e inexperta, se apartara de él. Casi podía imaginarse que, como aquella noche, alguien iba a aparecer por allí y sorprenderlos.

Pero la manera en la que ________ estaba reaccionando no le dejó ninguna duda. Habían pasado siete años y aquélla no era la adolescente ingenua de antaño, sino una mujer de verdad que en esos instantes se concentraba en acariciarlo íntimamente por encima de los pantalones.

______volvió a reír y había algo tremendamente sensual en ese sonido.

No tenía dudas. Era toda una mujer. Cerró un segundo los ojos y ofreció una oración de agradecimiento.

_______ debió de darse cuenta de que estaba algo distraído porque aprovechó el momento para darse la vuelta y caer boca arriba sobre la manta. Lo hizo sin soltarlo y tiró después de él para que quedara sobre ella. Al sentir sus suaves curvas bajo su cuerpo, la redondez de sus pechos y las caderas presionando su erección, supo que aquello sólo podía acabar de una forma. Llevaba años soñando con ese momento y estaba a punto de ocurrir.

-Esta vez vamos a terminar lo que hemos empezado -le avisó él mientras la besaba en el cuello-. Esta vez eres mía y sólo mía. Nada ni nadie se interpone entre nosotros.

«Eres mía y sólo mía», se repitió ______ sin poder controlar su pulso.

Sabía que Justin no podía haberle dicho nada mejor en ese momento. Consiguió darle el poder y la seguridad que necesitaba. Saber que la deseaba tuvo sobre ella el poder embriagador del más potente de los vinos. La necesidad la dominaba por completo y el comentario de Justin no había hecho sino intensificar esa sensación. Todo le daba vueltas, no podía pensar con claridad.

¿Pasión o venganza?Justin Bieber y tu(Adaptada)Kate WalkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora