Capitulo 4

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POV SULTANA HURREM

—Te lo digo encerio querida, esta chica es la correcta para nuestro Mehmed.—
Le dije a mí hija

—Puede que sea hermosa y allá mostrado cierta valentía ante ti madre, pero ¿Ella sabrá cómo guiar a mí hermano?— Mihrimah sonaba renuente ante la idea de conseguirle una mujer a Mehmed.

—Cariño, sé que es la indicada. Y respecto a lo que has dicho, la entrenaremos para que sea leal y muy inteligente en todos los ámbitos posibles, le noto aptitudes positivas querida, yo sé que no me equivoco.

—Como digas madre, tu siempre tienes razón y sabes que hacer, y si dices que ella es capaz, lo será.

Le contesté con una sonrisa y un apretón en su delicada mano, me alegraba contar con el apoyo de mí no tan pequeña hija.

—Sultana— pasa un guardia luego de tocar la puerta e inclinarse ante nosotras— Sumbul Aga ha traído a la señorita del Harem.

—Hazla pasar.— Le dije de forma segura, tenía un buen presentimiento sobre ella

Anna entra con la cabeza agachada (obra de Sumbul, seguramente) y se inclinó apenas hizo 2 pasos dentro de mis aposentos.

—Sultana, ¿Deseaba verme?

Lucia algo insegura, como cualquier mujer que acababa de llegar a este lugar, al menos tuvo lo valentía de hablar.

—Si querida, pero antes. Ella es mí hija, la Sultana Mihrimah.— Anna se inclina ante ella sin dudarlo, lo que ocasiona una sonrisa en mí hija.— Ya que nos conocemos las tres, ¿Porque no te sientas con nosotras.

—¿Sentarme?— Y allí levanta la cabeza, con una mirada consternada, y solo puedo pensar, Obra de Sumbul. Debe haberle dicho que siquiera tenía permitido respirar en la misma habitación donde nos encontrábamos.

—Si querida, así hablaremos mucho más cómodas.— Ella se sienta de forma lenta, como esperando que diga que no lo decía de verdad, pero quería ganarme su confianza para que me sea leal, y así poder estar tranquila cuando mí príncipe deba marchar lejos.

—¿Qué desea decirme Sultana?

—Queria hacerte una propuesta que sé no podrás rechazar.— Ella me mira y veo en sus ojos que sabe a dónde va esto y vuelvo a pensar Obra de Sumbul otra vez, no sé que haría sin este hombre.

Decidí que nos contará un poco de su vida antes de su llegada, es lo que yo hubiera querido, recordar mí vida anterior un poco más. Nos habló de su familia, sobre su madre quien había fallecido cuando tenía 6 años de una letal enfermedad la cual aún se desconoce su vía de contagio; y que vivía con su padre quien había perdido la vida en un intento por evitar su secuestro, además de hablar sobre su pueblo, su gente.

También lo que le gustaba hacer, que era pintar y bailar, eso le servirá; ademas que no vino sola de su pueblo, sino que su prima llamada Sofía había sido traída aquí con ella, y que era como su hermana mayor. Así que luego de indagar sobre un par de cosas más de su vida, y con una mirada de aprobación de Mihrimah quien había permanecido en silencio escuchando, ya sabía cómo empezar la tan ansiada conversación.

—Quería ofrecerte un destino diferente al que viniste a cumplir aquí querida. Serás mí Odalisca.— Parecía confundida por esa palabra y me recordó a mí, y a mí primer tiempo aquí, fue imposible no sentir empatía por ella.—Una odalisca es como una asistente de Sultanas o Concubinas.

—¿Qué es una concubina?— Pregunto con su rostro lleno de curiosidad e inocencia, es una lástima, porque esto último no duraría mucho, no si quiere sobrevivir en este lugar.

—Es una mujer que pasa tiempo con algún príncipe o Sultán, complaciendolo en lo que él pida.— Le explicó Mihrimah, quien la veía con la misma ternura que yo.

—¿En todo?— Preguntó aunque ya parecía saber la respuesta.

—Si, en todo lo que quieran, ellos pueden tener varias si así lo deseasen.

—Bueno, tú serás mí odalisca, y te educare muy bien en todas las áreas: música, baile, canto, estrategias, política, todo lo que debas saber, para luego ayudar a mí hijo.

—¿Sería su concubina?— Pregunto algo insegura, y la entendía, era mucha información para un solo día, y ella apenas había llegado.

—Si, y con nuestra ayuda serás la única, luego serás una sultana, tan poderosa como nosotras, o tal vez un poco mas.—Vi algo encenderse en sus ojos, pero no era demasiado notorio.—Aunque habrá condiciones.

—¿Que tipo de condiciones?

—Tienes que prometerme lealtad absoluta, y debe ser hasta que el último latido de tu corazón se desvanezca. Debes prometermelo a mí y a mis hijos, sobre todo a mí Mehmed, ya que él será el príncipe que ayudarás y aconsejaras, y yo prometo darte mí protección a ti y a tu prima.- Sabía que ella no me diría que no.

Le convenía demasiado lo que le estaba proponiendo.

—Sultana estoy sumamente agradecida de que me haya elegido para tal misión, y estoy totalmente de acuerdo con todo lo que me dice, pero, yo no sé si podría con la idea de  compartir al hombre con el que estaré el resto de mí vida, al que amaré y velaré por su seguridad, con alguien más.— Parecía querer comprobar algo.

—Querida, si cumples conmigo y haces lo que te digo, mí príncipe no necesitará ni deseara otra compañía que no sea la tuya. Ahora, ¿Qué me dices?

Ella nos miró a ambas, y sonrió.

Había ganado esta batalla, y yo lo sabía.

Capitulo narrado por nuestra Sultana y primera aparición de la Sultana del Sol y la Luna

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Capitulo narrado por nuestra Sultana y primera aparición de la Sultana del Sol y la Luna.
Me encantó escribir este capítulo, quería mostrar las intenciones de la Sultana Hurrem, además de sus sentimientos referidos a Anna y solo puedo decir algo, serán como madre e hija.
Puede que ya quieran que aparezca Mehmed, y les aseguro que ya no se tarda, pero quería hacer bien la introducción a la nueva vida de Anna.

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Mʏ Dɪɴᴀsᴛʏ| Eʟ Sᴜʟᴛᴀ́ɴ(Pᴀᴜsᴀᴅᴀ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora