Capitulo 8

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Pov Anna

Luego del paseo, el príncipe me acompaño hasta el harem.

-Sabes, es probable que tenga mi juramento dentro de unos días- Me comentó entusiasmado.

-¿Su juramento?- Dije confundida

-Si, es un juramento que todos los príncipes hacen con el Imperio, el Sultán y los jenízaros- Me explicó- así podré empezar mi entrenamiento y el sultán me permitirá participar en batallas.

-Pero usted ya fue a una guerra- Seguía bastante confundida con el tema de él en la guerra.

-Si, pero solo fui de observador. Mi padre me explicaba sobre estrategias, hasta ayude en algunas para las batallas, pero no se me permitió participar en ninguna batalla.- Su tono fue decayendo un poco exponiendo así su decepción.

-Bueno, yo considero que es maravilloso que haya ido de observador esta vez- Me observo levantando una ceja- No me malinterprete, pero así usted para la próxima guerra ya sabrá a lo que se enfrentará. Además, las estrategias son muy útiles, le ayudaran a abrir su mente y aplicarlas hasta en la vida cotidiana.

El sonrió al notar mi genuino interés en un tema que tal vez otros tomarían como una tontería.

-¿Tu has usado estrategias en tu vida cotidiana querida?

-Claro, sobre todo para llegar a lugares más rápido- Bromee- ¿Usted se da una idea de las largas distancias que tiene este palacio?, al principio terminaba agotada.

El soltó una carcajada por mi chiste y yo sonreí orgullosa de mi.

La verdad, me asustaba que para entrar a su corazón deba ir a sus aposentos tan rápido,  por eso intentaba avanzar fuera de estos lo más que pueda.

Aunque la idea de que llegara a llamar otra mujer a sus aposentos también me asustaba; y teniendo a Nurbahar merodeando por aquí era peor. No sabia si considerarme enamorada, porque puede que sea muy pronto, pero el Mehmed me gustaba mucho y que él haga eso me heriría, además estaría fallando con la Sultana Hurrem y yo no quería decepcionarla ni que me reemplazara por otra muchacha del harem.

¿Quién me entiende?

Al llegar a las puertas del harem él decidió despedirse- Nos veremos pronto Ángel- Dijo mientras besaba mi mano en presencia de todas las chicas que se encontraban allí.

-Me llamo Anna, principe- Hice una reverencia.

-Ya veremos.- Y con eso se fue, dejando me con las miradas indiscretas de todas las presentes.

-Pensamos que eras una odalisca de las Sultanas Anna- Me dijo una chica de unos 14 o 15 años que era agradable conmigo, llamada Arza.

-Lo soy- Contesté, no quería dar demasiados detalles, ya que sabia que las demás estaban escuchando, y en un lugar como este, cualquier información puede ser usada en mi contra.

-No parecía- Me dijo una de las amigas de Nurbahar de mala manera, creo que se llamaba Carla, y tenia alrededor de 20 años. Ya había tenido unos altercados con ella por ser meterse donde no le interesaba, además de que es muy soberbia y creía que todo lo que sucedía tenia que saberlo por ser una de las mayores en el harem.

-Pues no es mi problema lo que te parezca o no a ti-Le conteste mordaz- Yo tengo cosas más importantes que hacer que sentarme a suponer cosas tontas.

-¿Qué cosa importante podrías estar haciendo tú?- Me pregunto soberbia como siempre.

-Cosas que me hacen ser aunque sea una simple odalisca, tú ¿Qué haces aquí además de chismosear y limpiar el pisos?

Todas las demás se rieron de ella luego de lo que le dije, ella se puso roja de la rabia y levantó su mano, parecía que quería abofetearme, pero justo entro mi salvación.

Mʏ Dɪɴᴀsᴛʏ| Eʟ Sᴜʟᴛᴀ́ɴ(Pᴀᴜsᴀᴅᴀ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora