MD| ¿Que pasaría si una simple mujer cambia el rumbo de la historia? ¿Y si el Sehzade Mehmed no fallece gracias a una mujer, y lo lleva al trono?
Anna era una campesina, hija de un vendedor de fruta, hasta que un día, los bárbaros llegan a su pequeñ...
Notaba que Mihrimah y Firuze hablaban algo alejadas de mí, por lo que le avise a Sofía y fui hacia donde se encontraban para saber que sucedía.
Y no, no era chismosa, bueno un poco, como todo el mundo, si no que podía ser algo importante y quería saberlo, pero al llegar escuche que Firuze le decía lo que supuse que era un nombre a Mihrimah, por lo que pregunté de quien se trataba.
-Es un hombre que vimos cuando volvíamos de los establos el otro día.- Al ver mi cara de confusión por no saber cuando había sido me respondió con una sonrisa burlona, la cual ya se le estaba haciendo costumbre-, fue cuando tu te quedaste con mi hermano y Rustem Aga en los establos, mientras volvíamos de allí.
- ¿Le ha despertado algún tipo de interés este hombre Sultana?- Intentando dejar atrás el comentario que había hecho hace unos segundos, lo cual parece que funciono ya que sonrió con lo que yo diría, un brillo que solo podía significar algo-. No solo le causo interés este hombre, si no que parece haberle fascinado Sultana.
A lo que las 3 nos reímos por el movimiento de cejas insinuante que hice al decir mi última oración, aunque deje de hacerlo al notar que la señorita Afife parecía llamar a alguien con la mirada, y ese alguien resultó ser Firuze, ¿Qué quería con ella la mujer? Cuando notó que las estaba mirando le sonreí fingiendo que apenas volteaba la mirada, a lo que pareció creerme.
Esta cara de niña inocente me sirve más de lo que yo esperaba, pensé mientras bajaba la mirada y hacia una reverencia ante la Sultana Hatice que se había acercado a hablar con Mihrimah, invitándola a ella y al Sehzade Mehmed a comer esa noche con ella y su hermano el príncipe Mustafá y su madre, a lo que aceptó sin dudarlo, antes de irse mira detrás de Mihrimah y me observa, a lo que vuelvo a reverenciarme ante ella, creo que voy a terminar por hacerme daño en las rodillas a este punto.- ¿Cómo te llamas, señorita?- Me pregunta con tal curiosidad que hubiera deseado que no fuera dirigida hacia mi persona- Anna, Sultana- Le respondo con la cabeza baja, aunque no pasa desapercibido como le hecha un vistazo a la Sultana Hurrem antes de irse.
Solo espero no haberme metido en ningún problema.
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No había visto al príncipe en todo el día, había sido un día complicado, se había requerido mi presencia en tareas que me había encomendado la Sultana Hurrem, dijo que tenia que acostumbrarme ya que me tocaría hacerlo seguido en poco tiempo, así que aproveche esos momentos y aprendí lo más que pude, ¿mencioné que me gustaba mucho aprender cosas nuevas? Puede ser por mi curiosidad y por que soy algo inquieta, aunque eso no pareció molestar a nadie que lo sea, así que mejor.
Pobre de mi, si pensaba que estaba con mucho trabajo y en un ambiente medio tenso no sabia lo que se vendría en poco tiempo, tanto como tardara en explotar una bomba que ya se venia salvando mucho.
Cuando llegue a mis aposentos esa noche me encontré con Sofia bastante feliz con una flor en sus manos y una cajita en su regazo a lo que le pregunte a que se debía tanta felicidad.- Anna, no puedes decírselo a nadie, por favor. Pero creo que me esta gustando alguien que no debería.
