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Viterbo, 1997
Le encantaba observar el cielo, más aún cuando estaba completamente despejado y el sol brillaba con todas sus fuerzas, posándose sobre las ramas del árbol, formando destellos grandes y pequeños entre los pequeños espacios entre las hojas. El verano en Viterbo era realmente agradable, lo que lo ayudaba a permanecer sumido en sus recuerdos más recientes.
Aún recostado sobre el césped, cerró los ojos y recordó las primeras notas que había tocado en el piano de su familia. Ese día, había sido su primera clase con aquel instrumento y a pesar de que no le gustara sus lecciones, debía admitir que tuvo la extraña pero grandiosa sensación de que el piano, se volvería su mejor compañía.
Siempre había sido de pocos amigos, por no decir nulos. Y es que tenía una personalidad que muy pocos niños de su edad comprendían. Él siempre era franco, pero de una forma casi cruel; y a pesar de que su madre intentara que fuera algo más diplomático para que dijera las cosas, aquello nunca resultó.
Permaneció en la misma posición, tan solo oyendo algunas aves como si fueran las notas musicales de alguna melodía que aún no estaba terminada del todo. Los dedos de una de sus manos comenzaron a moverse sobre el césped como si estuviera tocando el piano; mientras que su otro brazo seguía flectado detrás de su cabeza. Era un momento armonioso y de concentración hasta que el maullido de un gato provocó que su mente se desconectara de aquello.
Abrió los ojos de golpe, a la vez que su mirada se volvía seria. Apretó la mandíbula y la mano que hasta hace un momento, se movía como cuan pianista, comenzó a cerrarse sobre el césped hasta arrancarlo de forma violenta. Se incorporó y comenzó a buscar al animal con la mirada. El maullido seguía, no se encontraba demasiado lejos, podía oírlo con claridad. Hasta que lo visualizó. Era un gato blanco con manchas naranjas que jugaba con su pequeño hermano. Era mascota de su hermano menor, nunca le agradaron los gatos, lo exasperaban, pero ese precisamente lo odiaba solo por ser mascota del "enano".
Se dirigió hasta el pequeño, y le sonrió de forma forzada, para luego volver su atención al animal. Hacia bastante tiempo que deseaba hacer algo, pero nunca había tenido una oportunidad tan valiosa como la de ese momento. Siempre alguno de sus padres merodeaba por la casa, y si no eran ellos, eran los del servicio. Pero ese día, solo se encontraba la niñera quien era lo bastante distraída como para ponerle atención a lo que sucedía a su alrededor, como en ese momento. Tomó del gato por la parte trasera del cuello y lo observó mientras que su hermano, trataba de alcanzar a su mascota estirando sus pequeños y cortos brazos.
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Divina Oscuridad
General FictionUn joven sacerdote vuelve al Vaticano después de haber estado años en la isla de Sicilia localidad de Palermo. En su regreso que creía solo una estadía más, los recuerdos y personas de un pasado oscuro vuelven a él y deberá elegir entre la tentación...